El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, autorizó la ejecución de un soldado estadounidense condenado por violación y asesinato, en la primera vez en 50 años que un mandatario ratifica la sentencia a muerte de un miembro de las Fuerzas Armadas.
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A diferencia de los civiles, en EE.UU. los militares sólo pueden ser ejecutados si el presidente confirma la sentencia.
El último mandatario en aprobar una ejecución de un miembro del ejército fue Dwight Eisenhower en 1957.
En esta ocasión, Bush ratificó la sentencia de Ronald Gray, quién fue condenado por cuatro asesinatos y ocho violaciones cometidas entre abril de 1986 y enero de 1987 cuando estaba destacado en un campamento militar en Carolina del Norte.
Aunque los abogados de Gray van a apelar la decisión, pero la Casa Blanca cree que la ejecución se llevará a cabo.
«Aunque la aprobación de una sentencia a muerte contra un miembro de nuestros servicios armados es una decisión difícil y seria para un comandante en jefe, el presidente cree que los hechos de este caso no dejan lugar a dudas de que la sentencia está justificada», explicó
la portavoz de la Casa Blanca, Dana Perino.
Horca
La última ejecución de un militar se llevó a cabo, por horca, en 1961. En la historia sólo en diez casos los presidentes han aprobado la ejecución de un miembro de las fuerzas armadas. Sin embargo, Bush siempre ha defendido la pena de muerte y nunca condonó una ejecución cuando fue gobernador de Texas.
Según Amnistía Internacional, durante el periodo de cinco años en que fue gobernador se llevaron a cabo en Texas 152 ejecuciones.
Además, ya como presidente permitió, en 2001, la reanudación de las ejecuciones por orden federal, tras cuatro décadas sin ellas.
«Los pensamientos y oraciones del presidente están con las víctimas de estos atroces crímenes y con sus familias y todos los afectados», añadió Perino.
El propio Gray, quién está en el llamado «corredor de la muerte» desde 1988, reconoció ante un tribunal civil su culpabilidad en dos asesinatos y cinco violaciones.
Actualmente hay seis militares en el corredor de la muerte. El ejército ha solicitado a Bush la aprobación de la ejecución del soldado, Dwight Loving, declarado culpable de robo y asesinato de dos taxistas en 1988.
