El procurador general del Estado ecuatoriano, Diego García, señala en el escrito que «la República del Ecuador aprecia la consideración y el cuidadoso análisis que han realizado tanto la Corte de Distrito como la Corte de Apelación de Estados Unidos, al estudiar el caso».
El gobierno de Ecuador expresó este martes su satisfacción por el fallo de una Corte de Estados Unidos, que negó una apelación presentada por la petrolera Chevron-Texaco dentro de un caso por daño ambiental imputado a la compañía.
La Procuraduría de Ecuador, en un comunicado, informó que, de forma unánime, la Corte Federal de Apelaciones del Segundo Circuito de la ciudad de Nueva York descartó la apelación de la petrolera por considerar que «no tiene mérito alguno».
El procurador general del Estado ecuatoriano, Diego García, señala en el escrito que «la República del Ecuador aprecia la consideración y el cuidadoso análisis que han realizado tanto la Corte de Distrito como la Corte de Apelación de Estados Unidos, al estudiar el caso».
Texaco solicitaba a la justicia de EE.UU. que trasladara a Ecuador la responsabilidad de un posible pago de indemnización, en caso de que perdiera un juicio por daño ambiental que se sigue en un tribunal ecuatoriano.
Unos 3.000 ecuatorianos, entre indígenas y colonos de la Amazonía, demandan a la petrolera por supuestos daños ambientales causados en esa región durante el periodo en el que extrajo crudo de Ecuador, entre 1965 y 1992.
Los demandantes acusan a Texaco de haber vertido millones de litros de residuos tóxicos, lo que habría generado enfermedades, como cáncer, a muchos habitantes amazónicos, además de graves daños al medio ambiente.
La petrolera, por su parte, niega las acusaciones y asegura que al finalizar sus operaciones en Ecuador ejecutó un plan de limpieza ambiental, que fue acogida entonces por el Gobierno ecuatoriano.
El proceso ambiental contra la petrolera, que lleva una década, se sometió a la justicia ecuatoriana, luego que tribunales estadounidenses aceptaran la jurisdicción del país andino.
La Corte Superior de la ciudad de Nueva Loja, la capital de la provincia de Sucumbíos, en el norte de la Amazonía ecuatoriana, lleva adelante el caso, que podría llegar a su fin el próximo año y en el cual Texaco está demandado a pagar indemnizaciones por un monto global de entre 7.000 y 16.000 millones de dólares.
Según el comunicado de la Procuraduría de Ecuador, Texaco presentó en 2004 una apelación en la que aseguraba que la petrolera estatal ecuatoriana, Petroecuador, era parte de un acuerdo de Operación Conjunta suscrito en 1965.
Ese acuerdo, según Texaco, «obligaba a Ecuador a indemnizar a la compañía por cualquier pérdida producto de una sentencia adversa».
La procuraduría añade que «Chevron-Texaco sostuvo este argumento, pese a que ni la compañía estatal de petróleos de Ecuador ni funcionario de Gobierno alguno haya alguna vez firmado el Convenio de Operación Conjunta».
La decisión «unánime» de la Corte de Apelación de Nueva York, señala la procuraduría, «es un duro tropiezo en las intenciones de la compañía Chevron-Texaco de intentar evadir un posible pago a los demandantes» ecuatorianos.
Asimismo, insiste en que la petrolera estadounidense pretendía «trasladar esa responsabilidad a la República del Ecuador, pese a que Ecuador no es parte ni interviene en dicho proceso, ni directa ni indirectamente».
Además, García destaca en el escrito que el hecho de que el fallo fuera unánime «demuestran lo categórico de la decisión», por lo que remarcó: «Estamos satisfechos de que este proceso se haya resuelto en los canales judiciales apropiados».
De su lado, la compañía petrolera ha acusado al Gobierno de Ecuador de intervenir en el caso y de ejercer presiones en favor de los demandantes.
EFE
