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Toma de rehenes en EEUU se resuelve sin heridos y con muerte de atacante

Los agentes lo abatieron a tiros cuando estaban «muy cerca» de éste y «vieron y escucharon» cómo apuntaba con su revólver contra uno de los tres rehenes, según dijo el capitán de policía del condado de Montgomery, Tom Manager, en una rueda de prensa en los exteriores del edificio.


La toma de tres rehenes en un edificio del canal Discovery en Maryland (EE.UU.) se resolvió hoy sin heridos tras cinco tensas horas de negociaciones, pero con la muerte del atacante por disparos de la policía.

El fallecido era un ecologista con un arma y posibles explosivos consigo que fue arrestado en 2008 por protestas contra el canal que emite programas medioambientales.

Los agentes lo abatieron a tiros cuando estaban «muy cerca» de éste y «vieron y escucharon» cómo apuntaba con su revólver contra uno de los tres rehenes, según dijo el capitán de policía del condado de Montgomery, Tom Manager, en una rueda de prensa en los exteriores del edificio.

Ninguno de esos tres hombres resultó herido y escaparon sanos y a salvo del edificio, donde todavía equipos policiales trabajan porque el sospechoso dejó dos mochilas y dos cajas con posibles explosivos.

Tras los disparos, los agentes pudieron observar «un poco de humo» a su alrededor, tal vez por los sospechosos elementos «metálicos» que llevaba adheridos a su cuerpo.

La muerte del sospechoso era confirmada poco más de una hora después del tiroteo por el mismo capitán de policía, que detalló la sucesión de hechos de la mañana.

El fallecido, de origen asiático e identificado como James Lee, entró al edificio, gritó «todos quietos» y amenazó a las personas que se encontraban en la entrada con su pistola y los supuestos explosivos.

La mayoría corrió y consiguió escapar, pero tres hombres, entre ellos un guardia de seguridad, quedaron retenidos en la entrada ante sus amenazas.

Algunos empleados que se encontraban en otras plantas dijeron a varios medios de comunicación como CNN que escucharon disparos, aunque Manager no pudo confirmar esos hechos.

La mayoría de las personas que se encontraban en el interior salió según las órdenes de evacuación emitidas por la policía, incluidos todos los niños que estaban en una guardería en el mismo edificio.

Aún así, la policía creía que podía haber más personas escondidas en otros pisos del edificio ante el miedo a las amenazas y que podrían salir en las próximas horas.

La operación de rescate en la que participaron equipos especiales, de explosivos, agentes locales, de bomberos y de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) incluyó negociaciones durante horas con el fallecido.

Al mismo tiempo que éstas ocurrían, la policía lo vigilaba por las cámaras de seguridad y agentes permanecían alerta con sus armas rodeando el edificio.

El sospechoso manifestó a los negociadores «el mismo tipo de demandas» sobre salvar el planeta y frenar la reproducción humana que aparecían en su web titulada «Save The Planet Protest (La protesta para salvar el planeta)», según Manager.

En la web, Lee describía la «revelación» que experimentó al ver el documental del ex vicepresidente de EE.UU., Al Gore, «An Inconvenient Truth» y la novela «Ishmael» del activista medioambiental Daniel Quinn.

Tanto Manager como un portavoz de Discovery, David Leavy, confirmaron que tenía un «historial de conflictos» con el canal de comunicaciones, pero el representante del grupo comunicativo indicó que «nunca» tomaron sus protestas en serio.

En 2008, la policía presentó contra el fallecido cargos por desorden público y tirar basura durante una serie de protestas que duraron seis días.

Lee defendía unas teorías sobre la amenaza que la raza humana supone para la conservación la Tierra, que también había manifestado con once quejas contra el canal por cuestiones de programación.

Entre sus denuncias, urgió al canal a programar mejor sus contenidos y a «hacerlos más interesantes para que la gente lo vea y aplique soluciones».

Además, pidió «parar de animar el nacimiento de más niños parásitos» y, en su lugar, promover «la esterilización humana y la infertilidad».

Sus denuncias se resumían en consignas que decían «más humanos significa más guerra», «el planeta no necesita seres humanos» y hay que frenar a la raza humana de «alimentar ningún asqueroso bebé más».

El edificio donde ocurrieron todos los hechos se encuentra en la localidad de Silver Spring, que es limítrofe con la capital de EE.UU.

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