En la primera audiencia del proceso que enfrenta a Nicaragua contra Costa Rica en la Corte Internacional de Justicia de la Haya, éste último país abogó en favor de la rápida la aplicación de medidas cautelares que obliguen a Nicaragua a desalojar el presunto territorio ocupado y detener el daño ambiental. Nicaragua, por su parte, alega que las razones para solicitar dichas medidas son totalmente infundadas.
En el emblemático edificio del Palacio de la Paz de la ciudad holandesa de La Haya, sede de La Corte Internacional de Justicia concluyó la primera sesión de alegatos en el proceso que enfrenta a Costa Rica contra Nicaragua por invasión territorial y afectación del medio ambiente.
En las horas de la mañana, destaca un artículo de Radio Nederland, le tocó el turno a la representación costarricense, encabezada por su ministro de Relaciones Exteriores, René Castro Salazar y Edgar Ugalde Álvarez, actual Embajador en Colombia. En las horas de la tarde, la representación de Nicaragua encabezada por el Embajador en los Países Bajos de ese país, Carlos José Argüello contestó a las acusaciones hechas por los agentes de Costa Rica. Las audiencias se prolongarán hasta el próximo jueves 13 de enero.
Costa Rica en la voz del embajador, Edgar Ugalde Álvarez, comenzó su argumentación recalcando que su país nunca se ha alejado de los límites que demarcan la ley y los diversos tratados bilaterales. Inmediatamente después Ugalde aseguró al Jurado que Nicaragua viene adoptando medidas que violan estos acuerdos.
Desde octubre del año pasado, según Ugalde, luego que Nicaragua invadiera territorio costarricense, la situación ha ido empeorando. “Nicaragua quiere interpretar unilateralmente la frontera establecida por tratados anteriores”, ha dicho el embajador costarricense. Además habló que la seguridad y la estabilización entre los dos estados fronterizos se está viendo amenazado y que por ello Costa Rica acude a esta Corte Internacional. Recordó que Costa Rica sólo tiene fuerzas policiales para garantizar el orden y el cumplimiento de la ley y no para enfrentar una escalada militar. Y que por ello Costa Rica le pedía a la Corte Internacional, la aplicación de medidas cautelares para solucionar la invasión de su territorio y la devastación del medio ambiente. El embajador Ugalde, solicitó explícitamente se ordenara a Nicaragua la retirada de las tropas de territorio presuntamente ocupado.
Por su parte, el Ministro de Relaciones Exteriores, René Castro Salazar se mostró satisfecho con la exposición hecha del caso ante la sala de la Corte y por la sustentación hecha de la solicitud de medidas cautelares: “hemos podido presentar un caso amplio y hemos podido presentarlo desde la evidencia histórica de que estamos hablando de territorio costarricense y el porque es urgente que haya medidas cautelares. Nos basamos no sólo en la preocupación por la ocupación y el uso del territorio por tropas y civiles nicaragüenses, sino la evidente destrucción ambiental ya ocasionada y el peligro que significa, si no se actúa rápidamente, de que ese daño se amplíe y se expanda. El Ministro Castro señaló que este entorno es muy importante para Costa Rica, desde el punto de vista del eco turismo para comunidades muy rurales y de pesca artesanal para comunidades afrodescendientes-indígenas que viven en los dos lados de la frontera.
En las horas de la tarde, los 15 jueces de la Corte Internacional de Justicia de la Haya pudieron escuchar la defensa hecha por Nicaragua a las acusaciones de invasión territorial y afectación medioambiental.
El embajador de Nicaragua, Carlos Argüello desestimó la acusación de daño ambiental irreparable presentada por Costa Rica y dijo que en el año 2004 se hizo un estudio de impacto ambiental y que ese estudio fue preparado y discutido durante más de tres años. Argüello le dijo a Radio Nederland que el mismo Canciller de Costa Rica en su momento, había aprobado el estudio. Arguello agregó, que lo que se está explicando en La Haya es que los trabajos que actualmente se desarrollan de dragado del Río San Juan, pretenden recuperar a penas un metro de la profundidad del río, y así permitir a los barcos de turismo, la circulación en épocas de verano.
Por su parte, la Ministra de Medio Ambiente de Nicaragua, Juana Argüeñal al término de la jornada le dijo a Radio Nederland: » En el día de hoy, lo que se ha demostrado es que la limpieza del río San Juan se lleva a cabo en territorio nicaragüense. Nicaragua nunca ha dañado ambientalmente a Costa Rica. Estamos para respetarnos, buscar el desarrollo de nuestras poblaciones ribereñas y buscar cómo el bienestar puede llegar a ambos países. Velar por la protección de nuestra madre tierra. Es lo que nos corresponde y es lo que hemos demostrado. Nos asiste la razón», insistió Argeñal.
Tanto el embajador como la ministra de Medio Ambiente de Nicaragua, Juana Argueñal fueron enfáticos en al asegurar que no ha existido ninguna invasión por parte de las tropas nicaragüenses en territorio de Costa Rica. Nicaragua argumenta que la línea fronteriza demarcada y convenida por el Tratado Jerez-Cañas de 1858 y que fue aclarado y complementado por varios Laudos internacionales, como el Cleveland y el Alexander, ha variado de forma natural. Carlos Argüello recalca que en el fondo la eterna disputa fronteriza obedece a que tanto Nicaragua como Costa Rica nunca le han puesto mucha atención a dicha zona, sobre todo Costa Rica que no tiene ningún puesto cercano. Para el embajador la manera de mantener esta zona sin conflicto es que exista una comisión binacional como ocurre en todos los grandes ríos del mundo. “Aquí han pasado 110 años y ni siquiera se ha hecho una inspección en tierra”, concluyó Argüello.
Tras más de 6 horas de alegatos y argumentación, lo que queda claro es que existe una clara diferencia entre la forma en óomo cada país interpreta la línea fronteriza y que por un lado Costa Rica hará todo lo que esté a su alcance para evitar daños ambientales en sus ecosistemas frágiles y por el otro, Nicaragua defenderá su legítimo derecho a realizar obras que garanticen la navegabilidad del Río San Juan
Luego de trascurridos estos tres días, la Corte deberá resolver el pedido de medidas cautelares hecho por Costa Rica. Es difícil establecer el tiempo que pueda tardar esta decisión pues depende de la urgencia de dichas medidas que en este caso, demuestre la delegación costarricense. Una vez tomada esta decisión, la Corte citará a una segunda audiencia con el fin de revisar el proceso en su totalidad. La decisión final de la Corte Internacional de Justicia podría durar varios años.
