Según explicó en rueda de prensa el ministro italiano del Interior, Angelino Alfano, se establecen penas de 3 a 6 años de prisión para quienes ingresen en organizaciones terroristas y de hasta 10 para los llamados «lobos solitarios».
El Gobierno italiano aprobó hoy un paquete de medidas para prevenir que el país y el Estado de Ciudad del Vaticano sean blanco de atentados y que contempla, entre otras disposiciones, que sea un delito castigado con cárcel ir a combatir al exterior con fines terroristas.
Según explicó en rueda de prensa el ministro italiano del Interior, Angelino Alfano, se establecen penas de 3 a 6 años de prisión para quienes ingresen en organizaciones terroristas y de hasta 10 para los llamados «lobos solitarios».
«En definitiva, a partir de hoy será delito irse de Italia para combatir en el exterior con fines terroristas y no se penará solo a quien recluta» a estas personas, dijo Alfano.
Además, a partir de ahora la Fiscalía Nacional Antimafia pasará a llamarse también de Antiterrorismo y se podrán aplicar, con los «sospechosos de terrorismo, las mismas reglas» que se emplean «con los sospechosos de asociación mafiosa», precisó Alfano.
Las autoridades podrán retener el pasaporte y el documento de identidad a aquellas personas «bajo sospecha de simpatizar con el terrorismo» y se endurecerán las penas contra «aquellos que hagan apología del terrorismo en internet».
En cuanto a quienes trabajan en los servicios de inteligencia, a partir de hoy «podrán testificar en procesos judiciales manteniendo en secreto su identidad» y se les permitirá, «con autorización judicial, mantener reuniones hasta el 31 de enero de 2016 con sujetos detenidos para recabar información».
A nivel nacional, 1.800 militares se sumarán al programa «Calles Seguras» de Italia, que ya cuenta con 3.000, para vigilar los puntos sensibles de sufrir atentados terroristas.
Asimismo, se enviará 600 militares a Milán antes de que comience en mayo la Expo 2015 para que la Fiscalía de esta ciudad del norte de Italia pueda recurrir a ellos y garantizar la seguridad del evento.
Estas medidas han sido aprobadas por el Gobierno en forma de decreto-ley, sin necesidad de que sean debatidas previamente en el Parlamento, porque el Ejecutivo de Matteo Renzi considera que este es un momento de extraordinaria necesidad.
Alfano afirmó que este decreto-ley «establece nuevas reglas muy duras y serias de prevención y lucha contra el terrorismo internacional de origen religioso».
«Estas medidas están en línea con la normativa internacional y ponen a Italia a la vanguardia del resto de países europeos en la lucha contra el terrorismo», agregó.
Por su parte, la ministra de Defensa, Roberta Pinotti, anunció que Italia enviará 500 militares más -entre entrenadores, asesores y personal de las Fuerzas Aéreas- para ayudar a combatir al yihadista Estado Islámico (EI).
Se trata de una iniciativa aprobada debido a que «el EI es uno de los mayores peligros para el mundo», en palabras de Pinotti.
