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Bruselas se ha convertido en cuna del yihadismo Servicios de inteligencia belgas en la mira tras ataques terroristas

Bruselas se ha convertido en cuna del yihadismo

El llamado «martes negro» contiene un gran paradoja: los atentados golpearon dos de los sectores más vigilados de la capital belga, en una zona donde se sitúan las sedes de la Comisión Europea, el Consejo Europeo, la Eurocámara, el servicio diplomático, las cuales cuentan con dispositivos propios de seguridad y presencia de militar.


Un saldo de 28 personas fallecidas y 136 heridos ha dejado hasta el momento los atentados de este martes en Bruselas, Bélgica.

Uno ocurrido en el aeropuerto de Zaventem y otro en la estación de metro de Maalbeek, en el centro de la capital europea.

El fiscal del tribunal de primera instancia de Bruselas confirmó que las explosiones se han debido a sendos atentados terroristas.

Bélgica vivía hace dos años ajena a las medidas de seguridad. En 2014, se prendieron las primeras alarmas tras un tiroteo en el Museo Judío. En esa oportunidad, un hombre armado irrumpió en el museo, matando a cuatro personas.

Ese hecho dejó como lección a las autoridades belgas que la capital de Europa era objetivo terrorista.

Según un artículo publicado hoy en El País, Bélgica se vio afectado por un nuevo fenómeno: grupos de jóvenes combatientes extranjeros con nacionalidad europea que abandonaban su entorno para unirse a la guerra en Siria. Esto trajo consigo que se transformara en la nación con más yihadistas per cápita en Europa.

Luego vino los atentados en París que provocaron la muerte de 130 personas en París.

Los servicios de inteligencia galos demostraron que los ataques se habían fraguado en buena medida en Bruselas, orquestados por jóvenes europeos de origen musulmán.

«Se trata de Molenbeek, la guarida donde Abdeslam se radicalizó y donde fue finalmente arrestado el pasado viernes», afirma el diario español.

El llamado «martes negro» ocurre cuatro días después de la detención de Salah Abdeslam, artífice de los atentados del 13-N en París.

Un hecho que contiene un gran paradoja: los atentados golpearon dos de los sectores más vigilados de la capital belga, en una zona donde se sitúan las sedes de la Comisión Europea, el Consejo Europeo, la Eurocámara, el servicio diplomático, las cuales cuentan con dispositivos propios de seguridad y presencia de militar. Misma situación en las estaciones del metro.

Tras los atentados de hoy, los analistas apuntan a que la capital belga constituye una auténtica cuna del yihadismo, y que tras este fracaso en la lucha contra el terrorismo los responsables son los servicios de inteligencia del país.

«Dónde se produjo el segundo atentado es justo donde está el parlamento europeo. Eligieron un lugar el que va mucha gente, es el centro histórico», reparó la analista internacional Paulina Inostroza en entrevista con Radio Agricultura.

«Tras el atentado en París en año pasado se había aumentado la seguridad porque recuerden que después de esto, hubo una gran redada en otra ciudad belga», agregó.

Respecto a las críticas a los servicios de inteligencia belga, Paulina aseguró: «Pese a los militares que hay en la calle, es lógico que se pregunten qué paso, donde están las medidas de emergencias, pese a todas las redadas que han ocurrido en Bélgica en el último tiempo».

“Bélgica es un país pequeño que está muy bien ubicado, tiene una conexión muy rápida con distintas partes, no hay controles fronterizos y esto hace que esta gente se aproveche de esto para ocupar esta situación para su fin , por lo que lo más lógico es que esta libertad se reduzca después de este fatídico hecho», concluyó.

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