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Del dicho al hecho: Alemania tras asumir responsabilidad por los crímenes en Colonia Dignidad alista plan de indemnización a víctimas MUNDO

Del dicho al hecho: Alemania tras asumir responsabilidad por los crímenes en Colonia Dignidad alista plan de indemnización a víctimas

En junio de 2017, miembros de todos los partidos del Parlamento alemán aprobaron una resolución que daba al Gobierno un año para elaborar planes que permitieran investigar la historia de la colonia, establecer un monumento conmemorativo y ofrecer asistencia a las víctimas y sus familiares.


Myrna Troncoso siempre se emociona cuando ve una foto de su hermano. Ricardo Troncoso Muñoz, partidario del presidente chileno Salvador Allende, fue arrestado por agentes de la dictadura militar de Augusto Pinochet en 1974. La evidencia sugiere, dice Myrna, que fue trasladado al enclave alemán Colonia Dignidad, conocido lugar de tortura. Nunca más se supo de Ricardo.

Myrna llegó a Berlín para pedir ayuda que permita poner término a este drama familiar. «Esta ha sido una enorme tragedia», dice la mujer a DW. «Para mí es realmente importante saber qué pasó con él, cómo y cuándo murió, para tener un lugar donde llorar a mi hermano», agrega.

Colonia Dignidad, un recinto de 3000 hectáreas ubicado a unos 400 kilómetros al sur de Santiago, fue fundado por el alemán Paul Schäfer y sirvió como escenario para toda clase de atrocidades, incluido el abuso infantil.

Berlín se comprometió a ayudar a erigir un memorial para las víctimas de un lugar del que, hasta hace poco, no mucha gente en Alemania quería conocer detalles.

Foto de Ricardo Troncoso Muñoz, desaparecido en Colonia Dignidad.

Un pasado de horror

Schäfer, un joven trabajador que huyó de Alemania en medio de acusaciones de pederastia y sadismo, fundó la colonia en 1961 con unos 200 seguidores. Aseguraba que su misión era establecer un sitio para «la vida cristiana en la tierra prometida», al tiempo que predecía que Alemania sería invadida y destruida por la Unión Soviética.

Varios niños fueron secuestrados y llevados a la colonia, donde fueron abusados sexualmente y obligados a hacer trabajos forzados. Schäfer y otros líderes del grupo establecieron contacto con movimientos chilenos de ultraderecha, y tras el golpe militar de 1973, Pinochet usó el alejado recinto como sitio de torturas y para eliminar a enemigos del régimen.

En 1991, ya en democracia, el Gobierno del presidente Patricio Aylwin revocó el estatus de organización de caridad que ostentaba la colonia, y en 1997 dos jóvenes escaparon del asentamiento, llegaron a Alemania y dieron a conocer sus testimonios. Pero las autoridades germanas, incluyendo al entonces embajador en Chile, prefirieron ignorar esos relatos.

No fue hasta mediados de la primera década del nuevo milenio que Schäfer finalmente fue arrestado y condenado por abuso de menores y la colonia fue puesta bajo administración del Estado chileno. Pero 140 miembros del antiguo culto de Schäfer siguen viviendo en el lugar, y un hotel de estilo bávaro opera en el lugar donde cientos de personas fueron abusadas y asesinadas.

Parlamento alemán exige actuar

En abril de 2016, en un reconocimiento de que Alemania también era responsable de los crímenes cometidos en la colonia, el entonces ministro de Exteriores, el actual presidente federal Frank Walter Steinmeier, abrió al público los registros del Estado sobre Colonia Dignidad de más de 20 años de antigüedad.

En junio de 2017, miembros de todos los partidos del Parlamento alemán aprobaron una resolución que daba al Gobierno un año para elaborar planes que permitieran investigar la historia de la colonia, establecer un monumento conmemorativo y ofrecer asistencia a las víctimas y sus familiares.

La antigua Colonia Dignidad busca olvidar el pasado y rehacerse a través de una variada oferta turística.

Este miércoles, 13 de junio, Myrna Troncoso se reunió con varios parlamentarios alemanes, quienes aseguraron que tienen la intención de hacer cumplir el plazo dado al Gobierno, que vence el 30 de junio.

«Vamos a formar una comisión con representantes del ministerio (de Exteriores) y ocho miembros del Parlamento», dijo a DW Renate Künast, de Los Verdes. «Esta evaluará las propuestas y tomará una decisión en base a criterios objetivos. Todo esto será incluido en el presupuesto de 2019, por lo que el tiempo apremia», sostuvo. La iniciativa cuenta con el respaldo de todo el espectro político en el Bundestag.

«Después del reconocimiento del Gobierno alemán sobre la responsabilidad compartida, es tiempo de convertir las palabras en acciones», dijo a DW Michael Brand, de la Unión Cristianodemócrata, el partido de la canciller Angela Merkel. «El Parlamento está haciendo presión a través de los partidos. Queremos ver un plan de ayuda listo el 30 de junio», indicó.

¿Sitio de torturas para turistas?

Pero abordar este tema requiere de coordinación entre las autoridades alemanas y las chilenas, lo que podría explicar por qué el Gobierno de Merkel ha hecho menos progresos de los que muchos esperaban. Myrna Troncoso, que encabeza un grupo que representa a las familias de las víctimas de Colonia Dignidad, llegó a Berlín para asegurarse que el tema no pase al olvido.

«Queremos ver que se tomen medidas concretas», dijo Troncoso tras reunirse con Künast, Brand y otros parlamentarios. «Hablamos sobre muchos asuntos pendientes y discutimos posibles soluciones. Llegó la hora de hacer realidad las propuestas. Actualmente, Colonia Dignidad es un sitio turístico», dijo la mujer. «El pasado no se menciona en absoluto. Eso es muy doloroso. Quiero que ambos gobiernos ayuden a cerrar este sitio turístico y, en su lugar, lo conviertan en un memorial».

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