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A propósito del caso Khashoggi: las redes de la billetera saudita que incluyen al rey Juan Carlos de España y su “amiga entrañable” MUNDO

A propósito del caso Khashoggi: las redes de la billetera saudita que incluyen al rey Juan Carlos de España y su “amiga entrañable”

La relación entre el rey emérito y la monarquía saudita es bastante conocida en España. Juan Carlos fue clave en la construcción del tren AVE en tierras saudíes, un negocio de 8 mil millones de dólares, donde habría recibido una jugosa comisión por sus gestiones. Y también ha sabido devolver los favores, como la asesoría que prestó a un príncipe saudí acusado de una denuncia de violación en Ibiza y que la justicia española optó por archivar.


La muerte del periodista Jamal Khashoggi ha puesto en el ojo del huracán a Arabia Saudita, el país de los petrodólares. Gracias a su generosa billetera, la casa real de Al Saud encabezada por el monarca Salman bin Abdulaziz tiene relaciones privilegiadas no sólo con Estados Unidos.

Entre sus poderosos aliados también se cuentan varios países de Europa. Uno de ellos es España, con el que Riad ha mantenido por décadas una buena relación empresarial e institucional. Y el gran responsable de este lazo cercano es el rey emérito Juan Carlos.

Arabia Saudí fue uno de los últimos destinos elegidos por Juan Carlos para un viaje oficial como monarca antes de abdicar en junio de 2014 en su hijo Felipe. Y este año, ya jubilado, volvió a visitar a tierras saudíes para Semana Santa., donde fue recibido con un banquete, según reseñaron las notas de prensa.

En España sindican a Juan Carlos como la pieza clave de la construcción de un tren AVE que conectará a las ciudades saudíes de Makkah con Medina, el mayor acuerdo económico alcanzado entre los dos países. Se trata de un jugoso contrato para las arcas españolas, que asciende a un valor de 8 mil millones de dólares.

Pero Juan Carlos no habría actuado sólo por el interés de posicionar a su país en el mundo. “El pidió una comisión por el AVE a la Meca y recibió dinero saudí», reveló la empresaria alemana Corinna su Zayn-Wittgenstein en unas grabaciones desclasificadas por la prensa española.

Esta mujer, conocida en España como la «amiga entrañable» del rey emérito, maneja de cerca información sobre los negocios de Juan Carlos con los saudíes, porque en ellos también cumplió un rol.

De hecho, un medio español desclasificó un artículo del diario saudí “Al Riyad” de 2007, donde se informa de las gestiones empresariales de Corina en Riad. En esas tierras, se presentó ante el príncipe y multimillonario Al-Waleed bin Talal como representante de Juan Carlos I y habría discutido con el monarca sobre las «oportunidades de cooperación e inversión en España y las formas de fortalecer las relaciones bilaterales» entre ambos países.

Corinna su Zayn-Wittgenstein es la misma persona que estaba en el safari en África, donde Juan Carlos I se quebró la cadera, un escándalo de la monarquía española que dio la vuelta al mundo. Pero más allá del comidillo para las revistas del corazón por su relación con el monarca, el tema tiene ribetes de fraude, porque en los audios desclasificados ella reconoce que Juan Carlos la utilizó como «palo blanco» para ocultar patrimonio, entre otros delitos fiscales.

Cadena de favores

Así como Juan Carlos gusta de visitar Arabia Saudita, algunas figuras de la monarquía árabe también gozan de la hospitalidad hispana. Uno de ellos es el príncipe saudí Al Waleed bin Talal bin Abdulaziz al Saud, acusado de una denuncia de violación en su contra en Ibiza. Sin embargo, la Audiencia de Palma de Mallorca archivó el caso.

En esta trama, Juan Carlos también cumplió un rol. Así lo reveló la prensa española cuando destapó algunas cartas entre el príncipe saudí y el monarca hispano, donde éste último lo felicitaba luego que el proceso en su contra quedara en nada.

De acuerdo al diario El País, la carta contenía, al menos, dos palabras: «alegría» y «felicitación». Pero no era la primera vez que se carteaban. Juan Carlos, en dos ocasiones, ya había respondido misivas enviadas por el príncipe saudí. En ellas, Al Waleed bin Talal pedía al monarca de España interceder a su favor, y aunque Juan Carlos sostuvo que no podía hacer nada, le recomendó que buscara un buen abogado español.

Ante ello, el príncipe saudí contrató el bufete de Horacio Silva y en marzo de 2015 la Audiencia de Palma archivó la causa. La felicitación de rey Juan Carlos llegó cuatro meses después.

Los jueces determinaron que no había causa, ya que aquella noche el príncipe se encontraba en París. Nadie investigó qué otro miembro de la realeza pudo haber estado involucrado en el hecho.

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