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Créditos: Reuters (referencial)
A 10 días de la segunda vuelta de unos comicios que enfrentarán a la líder ultraderechista Marine Le Pen con el actual mandatario, Emmanuel Macron, las protestas estudiantiles son una muestra más de que el presidente ya no puede contar con el rechazo masivo de los votantes a la ultraderecha.
Los estudiantes franceses protestaron este jueves frente a la Sorbona de París y otras universidades, expresando su desilusión con las opciones que se les ofrecen en la elección presidencial, al grito de «Ni Macron ni Le Pen».
A 10 días de la segunda vuelta de unos comicios que enfrentarán a la líder ultraderechista Marine Le Pen con el actual mandatario, Emmanuel Macron, las protestas estudiantiles son una muestra más de que el presidente ya no puede contar con el rechazo masivo de los votantes a la ultraderecha.
En la Sorbona, el epicentro de muchas revueltas estudiantiles francesas a lo largo de los años, incluyendo el levantamiento de mayo de 1968, unos pocos cientos se reunieron en su plaza principal en el barrio latino de París.
«Estamos cansados de tener que votar siempre al menos malo de los dos, y eso es lo que explica esta revuelta. Ni Macron ni Le Pen», dijo a Reuters Anais Jacquemars, una estudiante de filosofía de 20 años de la Sorbona.
Todos los candidatos de izquierda fueron eliminados en la primera vuelta de las elecciones del 10 de abril. Muchos de los estudiantes dijeron que preferirían abstenerse en la segunda vuelta que votar por Macron para impedir el triunfo de Le Pen.
Algunos dijeron que las políticas de Macron durante su primer mandato habían virado demasiado a la derecha, citando la brutalidad policial contra los manifestantes o las medidas para reprimir lo que Macron llama «separatismo islamista».
«Pienso abstenerme, aconsejo a todo el mundo que se abstenga», dijo Gabriel Vergne, un estudiante de 19 años de la elitista escuela de gobierno Sciences-Po. Votó en la primera vuelta por el incendiario izquierdista Jean-Luc Melenchon, que no pasó a la segunda vuelta por apenas 400.000 votos.
«Creo que la lucha ya no está en las urnas. Hoy en día, estas elecciones han quedado ampliamente desacreditadas (…) por lo que se ha hecho necesario llevar la lucha a otros frentes», dijo Vergne, llamando a la huelga a los sindicatos de trabajadores.
El rechazo de los votantes de izquierda al llamado «frente republicano», por el que los votantes franceses suelen apoyar al candidato principal frente a un contendiente de extrema derecha, es una preocupación creciente en la campaña de Macron.
Los sondeos muestran que la contienda está muy ajustada, con Macron liderando con un margen de 5 a 10 puntos sobre Le Pen, a veces dentro del margen de error, lo que significa que una victoria de Le Pen no es imposible.
