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Universidad Pública, un recurso estratégico para el desarrollo de Chile


Si bien es cierto los elementos componentes necesarios para lograr un determinado fin son siempre múltiples, un recurso estratégico es aquel que marca la diferencia esencial en el logro de las metas. Es decir, es estratégico aquel recurso o elemento que es algo más que componente, algo más que recurso necesario, algo más que parte; siendo aquel que cualifica la meta o el resultado final y sin el cual este pierde relevancia, prestancia, significación, calidad, trascendencia o sentido con relación a la imagen objetivo que se pretendía alcanzar.



Por ejemplo, la tolerancia es algo más que un componente en la configuración de una sociedad que quiera llamarse democrática, porque sin aquella esta se torna formal y eufemística. La simple existencia de los medios de comunicación es un recurso necesario; pero no suficiente ya que es la tolerancia la que permite la existencia de la prensa libre y esta se constituye luego en un indicador de la propia sociedad democrática.



Chile se ha propuesto constitucionalmente la meta de asegurar igualdad de oportunidades a todos sus hijos. Como país pretendemos alcanzar la integración de cada uno de los habitantes al desarrollo de la nación en su conjunto y esa integración queremos verla referida en las distintas dimensiones que se implican: social, política, económica, tecnológica, educacional, etc.



Frente a este noble e inmenso desafío, hay a lo menos dos obstáculos claves en el ampliamente compartido diagnóstico del estado actual de nuestro Chile. A saber:



1.- Las estructurales diferencias de inicio entre las familias y personas, dejando a gran parte de ellas en condiciones de desventaja tal que les hace imposible acceder a la oferta democrática del país. Por ejemplo, la participación ciudadana se ve dificultada por el bajo nivel educacional; el acceso al empleo mejor remunerado se impide para las personas sin calificación profesional y lo mismo ocurre con el acceso a la universidad, a la tecnología, a la cultura, a la formación de empresa, al crédito de fomento, a los estudios de idiomas, a las posibilidades que abren la globalización y los tratados internacionales, etc.



2.- El escaso poder adquisitivo de las grandes mayorías para acceder a un conjunto de bienes y servicios, más allá de los de sobrevivencia, que son necesarios como «piso» para un desarrollo integral de las familias y personas, que les permita eliminar o corregir las desventajas de inicio indicadas en el punto anterior.



El primero es un asunto neto de educación y el segundo es un derivado del mismo por cuanto el ingreso es una función del nivel educacional. Estos dos lastres presentan hoy a Chile como un país aun fuertemente segregado. (Desarrollo Humano en Chile, PNUD 2002).



Lo anterior significa que, por la especificidad de esos dos problemas estructurales, el factor clave para avanzar en la solución lo constituye la educación por cuanto es un factor desencadenante de la potencialidad de las personas, como ha quedado demostrado en todos los países hoy mas integrados (Informe Mundial de Desarrollo Humano, PNUD 2002).



En ese contexto y en el ámbito de la educación universitaria: ¿qué es la Universidad Pública?



Según el Ministerio de Educación, en estricto rigor el carácter público se refiere a la naturaleza jurídica estatal de una universidad; pero en realidad queremos entender la Universidad Pública como institución comprometida con los principios constitucionales de integración de las personas a la Nación; abierta a todas las personas sin más restricciones que los requisitos de ingreso basados en la excelencia académica; promotora del rescate, la conservación y la promoción de la cultura como acción clave del fortalecimiento de la identidad nacional y regional; e impulsora de la democracia como forma de organización social.



Chile hoy cuenta con sesenta y seis instituciones que tienen el nombre jurídico de universidad; pero no sabremos si todas lo son realmente en excelencia hasta que se haga lo que indicaba el Ministro Bitar el día martes 8 de abril recién pasado en Valparaíso: «…la actual expansión de las instituciones de educación superior, requiere de un urgente proceso de acreditación, que asegure calidad»; y agregó que: «El sistema nacional de aseguramiento de la calidad tiene que ser una prioridad». (MINEDUC, comunicado de prensa NÅŸ63-08/abril/2003)



Implementar un sistema nacional de aseguramiento de calidad es extraordinariamente relevante porque entregará luces en relación con el nivel de excelencia académica y administrativa de nuestras instituciones, de cada uno de los programas o carreras que certificamos y de los cuales debemos dar fe pública.



Sin embargo, no sabremos del compromiso institucional de las universidades con los valores esenciales de integración al modelo de sociedad democrática y al estilo de desarrollo integrador de las familias y de las personas que pretendemos y declaramos en nuestra Constitución Política y en la política pública de Educación Superior.



Para alcanzar estas metas que en el país nos hemos propuesto, varios son los componentes o recursos importantes que han de concurrir; pero para cualificar esas metas, para que no pierdan relevancia, prestancia, significación, calidad, trascendencia o sentido con relación a la imagen objetivo que pretendemos alcanzar; es decir, para tener un Chile que sea mas CHILE para todos, la Universidad Pública es un recurso estratégico.



(*) Vicerrector Académico de la Universidad del Bío-Bío.



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