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Por Vivian Heyl C.*
En el marco de la reciente visita oficial de la Presidenta Bachelet a Cuba, hay un aspecto que, para muchos, ha pasado relativamente desapercibido.
Me refiero a la importante presencia de científicos e investigadores chilenos en la delegación que viajó hacia ese país y a la firma de un Plan de Acción entre la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica, CONICYT y el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente de Cuba, plan que viene a fortalecer los convenios previos en el ámbito de Cooperación Científica y Tecnológica suscritos entre ambos Gobiernos en 1996.
Tres hitos marcaron esta visita en el ámbito de la cooperación científico-tecnológica. En primer lugar, un encuentro realizado en el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, donde pudimos conocer el desarrollo de estas disciplinas, a través de una red de 36 centros en toda la isla, especialmente en su aplicación a distintas áreas relativas a la salud humana y animal.
Tuvimos también la oportunidad de visitar el Centro Internacional de Restauración Neurológica CIREN, institución reconocida en el mundo por sus aportes en el ámbito de las neurociencias, con el desarrollo de programas terapéuticos originales.
En el marco de la firma de este importante Plan de Acción, como Presidenta de CONICYT sostuve reuniones con autoridades e investigadores cubanos, para profundizar y concretar las próximas acciones para el período 2009-2010. Ellos expresaron gran interés por compartir sus desarrollos y conocimientos al igual que por conocer los avances alcanzados en Chile en las áreas prioritarias establecidas por ambos países.
Definiciones estratégicas fundamentales, como la importancia del desarrollo del capital humano, el fortalecimiento de una base científico-tecnológica nacional y la incorporación de conocimientos y tecnologías internacionales, están presentes en el espíritu de los acuerdos alcanzados.
¿Qué beneficios puede obtener Chile de este trabajo conjunto con investigadores y centros científicos y tecnológicos cubanos?
El plan de acción acordado, se concentra especialmente en tres áreas: biotecnología relativa a salud humana y animal; energías renovables y no convencionales; y especializaciones y profundización en áreas médicas. El desarrollo alcanzado por Cuba en éstos ámbitos, es reconocido no sólo a partir de las publicaciones internacionales y patentes que genera, sino también -y en forma muy importante- por su impacto directo en el mejoramiento de la calidad de vida de las personas. Ese es también el objetivo central de la Estrategia Nacional de Innovación, impulsada por el gobierno de la Presidenta Bachelet.
En lo inmediato, este primer semestre de 2009, realizaremos un encuentro de expertos de ambos países, que reunirá a científicos y empresarios, para trabajar en el desarrollo de iniciativas conjuntas, en el tema de las energías renovables y no convencionales.
En los próximos dos años, ambos países tendremos la oportunidad de visualizar las ventajas de la cooperación, compartiendo nuestros mejores desarrollos y prácticas, a través del intercambio científico, la realización de talleres de expertos, el desarrollo de proyectos e iniciativas conjuntas, la formación profesional a nivel de postgrados y especializaciones, en áreas prioritarias de acuerdo a las necesidades y fortalezas de cada nación.
Para CONICYT, estos acuerdos forman parte de nuestras acciones de fortalecimiento de la cooperación científica y tecnológica que llevamos a cabo, no sólo con países desarrollados sino también con los países de la región.
*Presidenta de CONICYT
