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Biodiversidad: la gran deuda de Bachelet

Flavia Liberona
Por : Flavia Liberona Licenciada en Ciencias Biológicas. Directora ejecutiva de la Fundación Terram.
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La manera en que el gobierno decide quitar la protección a especies declaradas Monumento Natural da cuenta de una forma de actuar: a espaldas de la gente y con una política de hechos consumados, en lugar de abrir una discusión pública.


Junto con las elecciones presidenciales, se aproxima el fin del gobierno de Michelle Bachelet, momento oportuno para iniciar un análisis de este período y revisar algunos de los logros y temas pendientes. Lamentablemente y como siempre, en materia ambiental el balance es negativo, y uno de los aspectos en los que se han registrado menos avances –y en ciertos casos incluso retrocesos- es en materia de protección y conservación de la biodiversidad natural del país.

Por una parte, el proyecto de reforma a la institucionalidad ambiental, que fue recientemente aprobado por el Congreso, postergó -sin fecha definida- la creación de un Servicio de Áreas Protegidas y Conservación de la Biodiversidad, pese a que se trata de un compromiso adquirido por la Presidenta tanto en su programa de gobierno como en el Acuerdo Chagual, firmado con organizaciones ambientalistas.

A esto se une la situación de menoscabo en la que se mantiene a CONAF, que durante más de 30 años ha administrado el sistema terrestre de áreas silvestres públicas del país con gran profesionalismo y entrega, pero con muy pocos recursos.

Como guinda da la torta, el Ministerio de Agricultura dictó, a principios de noviembre, el Decreto Exento Nº 654, a través del cual se abre la puerta para la autorización de corta de especies arbóreas declaradas Monumento Natural, en un claro atropello a lo comprometido por Chile al suscribir la Convención de Washington. Según la Convención, las regiones, los objetos o las especies vivas de animales o plantas de interés estético o valor histórico o científico, quedan bajo protección absoluta. Los Monumentos Naturales se crean con el fin de conservar un objeto específico o una especie determinada de flora o fauna, declarándolo inviolable excepto para realizar investigaciones científicas debidamente autorizadas, o inspecciones gubernamentales.

El decreto que el Minagri acaba de dictar, suscrito por la Ministra de Agricultura y por su Subsecretario, elimina la categoría de Monumento Natural y deja las especies que antes contaban con esta protección y además estaban bajo una categoría de conservación, sólo bajo este último amparo. Es decir, especies declaradas Monumento Natural -como el belloto del norte, el belloto del sur, al araucaria, el alerce, entre otros- ahora sólo tendrán restricciones de acuerdo a la categoría de conservación en que se encuentren, según la aplicación del reglamento de calificación de especies (D.S. N°75 del Ministerio Secretaria General de la Presidencia).

[cita]La manera en que el gobierno decide quitar la protección a especies declaradas Monumento Natural da cuenta de una forma de actuar: a espaldas de la gente y con una política de hechos consumados, en lugar de abrir una discusión pública.[/cita]

El Decreto N°654 burla y viola la Convención de Washington, y además implementa un mecanismo para autorizar la corta de especies en categorías de conservación, fundamentado en dos artículos de la Ley de Bosques. Es decir, con argumentos bastante confusos, se permite la corta de especies declaradas Monumento Natural, disminuyendo el nivel de protección de algunas especies emblemáticas.

Se trata de un acto de la mayor gravedad, pues en la práctica implica debilitar de una manera inaceptable la protección de especies forestales nativas en el país, de una manera “discreta”, evitando el debate público que significaría, por ejemplo, haber propuesto una modificación legal para ser discutida en el Congreso.

Esto trae a la memoria lo ocurrido durante el gobierno del Presidente Lagos, cuando el entonces Ministro Jaime Campos dictó el Decreto 525 que, al igual que ahora, pretendía abrir la posibilidad de corta de especies declaradas Monumento Natural, claramente asociado a un proyecto de inversión, específicamente de la minera Anglo American. Tras la intensa presión de organizaciones ciudadanas, el Ministerio se vio obligado a echar pie atrás y dejar sin efecto ese Decreto. Pero al parecer la memoria es corta, y hoy insisten con la misma idea.

Con este tipo de hechos, que no hacen más que reflejar la poca importancia que le otorga el Gobierno de la Presidenta Bachelet a los temas ambientales y especialmente a la conservación de la biodiversidad, una vez más se pretende imponer criterios de fomento productivo y facilitar la implementación de proyectos de inversión por sobre el resguardo a nuestro valioso patrimonio natural, además de violar los compromisos suscritos por Chile en la Convención de Washington y poner en riesgo especies vegetales en distintas categorías de conservación.

Además, la manera en que el gobierno decide quitar la protección a especies declaradas Monumento Natural da cuenta de una forma de actuar: a espaldas de la gente y con una política de hechos consumados, en lugar de abrir una discusión pública, transparente y de cara al país. Una discusión en la cual los que están por no respetar los convenios internacionales y optan por dañar el patrimonio natural de Chile, asuman su responsabilidad públicamente. La forma de actuar del Minagri es poco alentadora, pero aún así esperamos que sea capaz de hacer el necesario análisis de la situación, desista de aplicar una medida que implicaría una sentencia de muerte para especies y ecosistemas de gran relevancia para el país, y deje sin efecto el Decreto 645.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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