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Jaime Estévez y the Chilean way of doing business

Salvador Muñoz
Por : Salvador Muñoz Cientista Político
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Alimentar a los competidores privados, esa fue su mayor hazaña financiera, celebrada como se debe en una pantagruélica cena en una propiedad de Luksic. Un tal Carlos Ominami hacía parte de los invitados.


Los dos clubes de fútbol más populares del país dirigidos por empresarios de derecha que hicieron su riqueza gracias al período más oscuro y corrupto de la dictadura, y el club de la elite dirigido por un socialista dan para pensar que todo está al revés en este país. Sin embargo la verdad es otra: es una muestra del verdadero Chilean way of doing business.

De José Yuraszeck y Sebastián Piñera no vale la pena escribir. Es ampliamente sabido quiénes son y cómo hicieron sus fortunas. Del socialista Jaime Estévez, actual presidente de Cruzados S.A. no se puede decir lo mismo.

Estévez, socialista como Correa, Solari y Lagos, es un buen referente para graficar lo que son hoy los socialistas chilenos: políticos serviles a los poderes económicos. Quien piense que exagero puede hacer un breve recorrido por su trayectoria de “servidor público”. Si aún no está satisfecho que examine el itinerario de cualquier otro socialista. Hay para elegir: Lagos, Escalona, Schilling, Solari, Correa, Oscar Guillermo Garretón… la lista es larga.

[cita]Alimentar a los competidores privados, esa fue su mayor hazaña financiera, celebrada como se debe en una pantagruélica cena en una propiedad de Luksic. Un tal Carlos Ominami hacía parte de los invitados.[/cita]

Estévez fue dirigente estudiantil de la JDC cuando estudiaba economía en la Universidad de Chile. Luego migró al MAPU. Cuando éste se divide en 1973, eligió el MAPU Obrero Campesino. Así como se lee, prometo que no intento tomarle el pelo a nadie.

Después del golpe de Estado,  en compañía de su alter ego Enrique Correa, se fue a la URSS en donde, desde radio Moscú, entonaban cánticos de alabanza a la nomenclatura soviética. Esa hazaña les valió el apodo de “MAPU Bandera Roja”.

A su regreso a Chile Estévez contribuyó a inaugurar la época “Los Verdes como bandera”. Ingresó y manipuló al PS para convertirse en diputado y luego Presidente de la Cámara de Diputados. Luego fue derrotado en su campaña para Senador en la zona sur-centro de Santiago frente a Alejandro Foxley.

Salió rápidamente de la cesantía gracias a su compañero y amigo de la escuela de Economía, Álvaro Saieh, quién lo integró al directorio de la AFP Provida. Pero el desliz privado fue de corta duración: Ricardo Lagos lo nombró Presidente del Banco del Estado, cargo que le permitió otorgarle un préstamo de US$ 130 millones de dinero público al grupo privado Luksic, dinero utilizado para comprar el Banco Chile que fusionado con el Banco Edwards constituye hasta hoy un poderoso polo financiero.

Alimentar a los competidores privados, esa fue su mayor hazaña financiera, celebrada como se debe en una pantagruélica cena en una propiedad de Luksic. Un tal Carlos Ominami hacía parte de los invitados.

Cuando Carlos Cruz se fue a habitar Capuchinos por el caso MOP Gate, Lagos le nombró Ministro del MOPTT. En esa calidad Estévez aprobó los contratos con los concesionarios del Transantiago, otra hazaña, pero esta vez en el ámbito del transporte público. Como ven, los beneficiarios de su servilismo se sitúan siempre en el sector empresarial.

Al dejar su cargo de ministro asumió en el directorio de Endesa y simultáneamente en el directorio del Banco Chile: el mismo grupo al que le había prestado plata como presidente del Banco del Estado. No deja de ser anecdótico que durante su gestión este último pasara a llamarse BancoEstado gracias a una asesoría comunicacional muy bien pagada a su amigo Tironi, otro MAPU.

Hoy todos conocen su gestión al mando de la Católica y su numerito en las elecciones de la ANFP. Colo-Colo regentado por Piñera, la “U” manejada por Yuraszeck, la Católica manoseada por Estévez, la ANFP entregada a la voracidad del lucro.

Con una indignación algo tardía, el diputado Aguiló rasga vestiduras de doncella algo traqueteada y le hace llegar un mensaje: “Jaime: Creo que has superado todo límite de lo tolerable: ya fue grave haber aceptado un cargo de director de una AFP en medio de la reforma previsional, pero ahora haber participado en la operación contra Mayne-Nicholls y Bielsa fue un acto indigno. Muchos ex amigos tuyos sentimos pena e indignación. Sergio Aguiló”.

Sergio, no te enfades que no es nada personal. It’s just the Chilean way of doing business

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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