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¡Qué susto!

Elizabeth Subercaseaux
Por : Elizabeth Subercaseaux Periodista y escritora
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Las palabras del alcalde Pablo Zalaquett caen en un terreno muy distinto, en un Chile muy distinto, en medio de una opinión pública que considera justas las demandas estudiantiles, y no hacen más que demostrar, otra vez, que a la hora de los problemas sociales la derecha no duda en amenazar con las Fuerzas Armadas.


La mayoría de los vecinos que quiere “proteger” el alcalde Pablo Zalaquett  (UDI) sacando Fuerzas Armadas a las calles de Santiago el 11 de septiembre, están a favor del movimiento estudiantil. No sé si este alcalde haya pesado sus palabras antes de pronunciarlas, pero amenazar al país con sacar Fuerzas Armadas a la calle para “defenderlo” de un movimiento cultural, político y revolucionario, con el cual la amplia mayoría de los chilenos estamos de acuerdo, no hace más que volver a poner en el tapete la vieja (mas siempre peligrosamente renovable) y terrorista filosofía de las derechas golpistas: no me gusta lo que pasa porque daña mis intereses económicos por lo tanto llamo a los milicos para que me ordenen y limpien la casa.

Pero esos tiempos son historia. Los jóvenes que están reclamando por su derecho a tener futuro no tienen el trauma del pasado que tenemos nosotros. No tiemblan cuando escuchan un helicóptero. No creo que hayan visto nunca soldados cara pintada sacando en plena a noche a los pobladores en calzoncillos de sus casas para arrimarlos a la reja de la cancha de fútbol con el carnet de identidad en la mano. Los estudiantes de hoy han escuchado las historias de sus padres, las de los parientes de sus tíos que desaparecieron, las del miedo, pero no lo tienen incorporado a su carne.  No van a dejar de soñar y exigir una vida más justa, más igualitaria, sin ese clasismo exacerbado que sigue campeando en Chile, sobre todo en los niveles educacionales, porque el alcalde de Santiago amenace con sacar militares a la calle. Las palabras del alcalde Pablo Zalaquett caen en un terreno muy distinto, en un Chile muy distinto, en medio de una opinión pública que considera justas las demandas estudiantiles, y no hacen más que demostrar, otra vez, que a la hora de los problemas sociales la derecha no duda en amenazar con las Fuerzas Armadas.

[cita]Los jóvenes que están reclamando por su derecho a tener futuro no tienen el trauma del pasado que tenemos nosotros. No tiemblan cuando escuchan un helicóptero. No creo que hayan visto nunca soldados cara pintada sacando en plena a noche a los pobladores en calzoncillos de sus casas para arrimarlos a la reja de la cancha de fútbol con el carnet de identidad en la mano.[/cita]

«Si esto no para antes del 11, y tiendo a creer que no va a parar, va a ser muy duro. Quien tiene que medir esto es el Ministerio del Interior y los organismos especializados. Si ven que este cuento está a un nivel de alto riesgo, muy sencillo, tendrán que ver si con las fuerzas policiales alcanza. Si no, tendrán que pedir ayuda a las Fuerzas Armadas».

Esta declaración, aparecida en el diario La Tercera, obliga a pensar que el alcalde no ha entendido nada de lo que está pasando en Chile (ni en el mundo). Siempre, en toda manifestación estudiantil, habrá una minoría que se aprovecha y hace destrozos. Eso no es disculpa para tildar a todo el movimiento de violentista, mucho menos para sacar militares a la calle. La democracia no sólo está para fortalecerla y aplaudirla sino para usarla.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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