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La “reforma/ajuste tributario” que no cambia nada Opinión

La “reforma/ajuste tributario” que no cambia nada

La rebaja del impuesto a las personas, con un costos de US$600 millones, se concentrarían principalmente en este mismo 3% más rico. Estos contribuyente se llevarían con esta primera propuesta 3/4 de la torta. La rebaja de los impuestos al crédito (Timbre y Estampilla) también beneficia principalmente a los contribuyentes de mayores recursos.


El 30 de abril el gobierno ingresó su primera propuesta de reforma tributaria al Congreso. En su mensaje el proyecto de ley (PDL) plantea dos ejes centrales, generar los recursos para financiar la reforma educacional y hacer más equitativo nuestro sistema tributario.

Al mirar el informe financiero de la primera propuesta vemos que el PDL implicaba alzas por US$ 2.600 millones y rebajas por US$ 1.800 millones, dejando un neto para educación de sólo US$ 800 millones anuales en régimen. Cifra a todas luces insuficientes. Sólo basta mirar que uno de los proyectos en educación, el de carrera docente, requiere en régimen US$1.200 millones. Es decir difícilmente se puede decir que el primer objetivo del ejecutivo se cumple.

Respecto a tener un sistema más justo, el alza del impuesto a las empresas y las medidas anti elusión del proyecto, implican un sistema más progresivo. El 3% de los contribuyentes más rico pagaría alrededor del 80% de estas alzas. Bien. Pero por desgracia, al mirar las bajas la situación es completamente distinta.

[cita]La reforma no cumple con los objetivos de financiar la reforma en educación ni hacer un sistema tributario más progresivo. Por último, las modificaciones del ejecutivo a su proyecto inicial en nada acercaron las posiciones con la oposición que plantea una reforma que recaude más y que sea más progresiva.[/cita]

La rebaja del impuesto a las personas, con un costos de US$600 millones, se concentrarían principalmente en este mismo 3% más rico. Estos contribuyente se llevarían con esta primera propuesta 3/4 de la torta. La rebaja de los impuestos al crédito (Timbre y Estampilla) también beneficia principalmente a los contribuyentes de mayores recursos. Por ejemplo, para el caso de los créditos a las empresas, las mega-empresas que son sólo 3.700, un 0.3% del total de empresas en Chile, se llevaría 2/3 del beneficio, el 97.7% restante el otro tercio. Caso aparte, el descuento al gasto en educación,  también es regresivo y además entrega sólo recursos a los colegios particulares o particular subvencionados sin ninguna exigencia adicional en calidad.

Al ver el bajo apoyo, el Gobierno introduce modificaciones al proyecto. Con fecha 07/08/2012, se ingresa un nuevo PDL. En este se modifican y eliminan algunas medidas anti-elusión, se retira la baja en aranceles planteada en el primer proyecto,  se reduce a la mitad la rebaja del impuesto de Timbre y estampilla, y modifica parcialmente la rebaja de segunda categoría, impuesto a las personas.

Veamos si esta segunda propuesta mejora el cumplimiento de los objetivos iniciales del proyecto. Primero, con respecto a los montos a recaudar, la nueva oferta, según los datos del propio ejecutivo, aumenta la recaudación promedio, de aquí al 2017, en sólo US$26 millones anuales. Es decir un cambio marginal o nulo. En este punto, sólo cabe destacar que debido a que se sacan medidas anti-elusión que recaudaban USS$560 millones anuales, con un alto grado de incertidumbre en términos de su efectividad y se elimina la rebaja de aranceles por un monto de US$550 millones, tenemos que la recaudación neta es más cierta con este nuevo PDL, pero aun claramente insuficiente.

Respecto a tener un sistema más justo, las modificaciones al impuesto de segunda categoría, que elimina la rebaja del impuesto marginal sobre ingresos por sobre $ 6 millones mensuales (de 40% a 36%), mejora marginalmente la focalización en los contribuyentes de menores ingresos. Para ejemplificarlo en términos de los beneficios, con la nueva propuesta el 3% de los contribuyentes se lleva 2/3 de los beneficios de la medida comparado con los 3/4 de la primera propuesta.

Una mejora, pero claramente sigue siendo regresiva. A esta mejora marginal, se le debe restar el efecto de eliminar 3 de las medidas anti-elusión. Al eliminar estas medidas, que recaudaban US$ 560 millones, se reduce el aumento de impuestos al 3% de los contribuyentes más ricos en US$ 480 millones. El 97% restante sólo se beneficia en US$80 millones. La reducción de la rebaja de Timbre y Estampilla, reduce el monto monetario de los beneficios a las mega-empresas a la mitad, pero también lo hace en la misma proporción al resto de las empresas, es decir no cambia su estructura regresiva.

Por último, no se modifica el beneficio de rebajar el gasto privado en educación, el cual aparte de regresivo, según expertos en educación, favorece una mayor segregación de nuestro sistema educacional, el cual ya es el más segregado de los países OCDE.

En resumen, la reforma/ajuste tributario no cumple con los objetivos de financiar la reforma en educación ni hacer un sistema tributario más progresivo. Por último, las modificaciones del ejecutivo a su proyecto inicial en nada acercaron las posiciones con la oposición que plantea una reforma que recaude más y que sea más progresiva.

La última palabra no está dicha aún, el Senado aún puede pronunciarse sólo a favor de las alzas y en contra de las rebajas. De esta forma el proyecto recaudaría US$1.800 millones anuales y sería principalmente del 3% más rico de los contribuyentes. Un paso importante en la dirección correcta.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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