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Ciudades y municipios: la ausencia de los asesores urbanos

Genaro Cuadros
Por : Genaro Cuadros Arquitecto Urbanista, jefe de la carrera de Arquitectura de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, UAHC
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Enfrentados a una mayor complejidad de nuestras ciudades, y junto con la especialización requerida por parte de profesionales cada vez más diversos implicados en los problemas urbanos (economistas, ingenieros de transporte, sociólogos y arquitectos), ha llegado el momento de revisar el rol que juegan estos actores en los gobiernos locales, así como en las políticas de desarrollo e implementación urbana.


En lo que va del debate sobre la Nueva Política Nacional de Desarrollo Urbano (PNDU) dirigido por la arquitecta Antonia Lehmann, y a la luz de los datos arrojados por el Censo que revelan cómo las ciudades se han expandido sin mayor regulación, se vuelve relevante poner en la discusión de la PNDU algo hasta hoy omitido: la relación con los municipios que gobiernan parte considerable del desarrollo de cada ciudad.

Si bien se considera la participación del Alcalde Raúl Torrealba en representación de la Asociación Chilena de Municipalidades, los alcaldes y autoridades administrativas de cada municipio no han participado de manera proporcional al rol que juegan en el gobierno urbano. Tienen diversas atribuciones y funciones asignadas sobre la ciudad, pero disponen de escasos instrumentos para garantizar un crecimiento apropiado y de calidad.

[cita]Enfrentados a una mayor complejidad de nuestras ciudades, y junto con la especialización requerida por parte de profesionales cada vez más diversos implicados en los problemas urbanos (economistas, ingenieros de transporte, sociólogos y arquitectos), ha llegado el momento de revisar el rol que juegan estos actores en los gobiernos locales, así como en las políticas de desarrollo e implementación urbana.[/cita]

La falta de herramientas y atribuciones con que cuentan los asesores urbanos para intervenir en la planificación del espacio local, se revela dramáticamente en casos como el Costanera Center emplazado en Providencia, municipio señero en calidad de su diseño urbano que ha basado gran parte de ese prestigio en la visión urbana de profesionales como Germán Bannen, asesor urbanista de la comuna que convirtió un pedazo de territorio de la ciudad, en un lugar de la ciudad; sus sucesores han mantenido y elaborado con propiedad esa labor.

Así, subestimados en la Ley Orgánica de Municipalidades y desperfilados en su rol de planificadores urbanos en la Ley General de Urbanismo y Construcción, los grandes ausentes del debate de hoy —pese a ser fundamentales como una pieza técnica en el desarrollo local efectivo—, son los asesores urbanos de cada comuna: profesionales que pueden hacer la diferencia de calidad en un equipo municipal cuando se trata del diseño de un territorio particular.

Enfrentados a una mayor complejidad de nuestras ciudades, y junto con la especialización requerida por parte de profesionales cada vez más diversos implicados en los problemas urbanos (economistas, ingenieros de transporte, sociólogos y arquitectos), ha llegado el momento de revisar el rol que juegan estos actores en los gobiernos locales, así como en las políticas de desarrollo e implementación urbana.

Condición de un buen debate es la participación de todos los actores y ángulos de visión posible, el rol de asesor urbano como pieza en el andamiaje institucional de nuestro gobierno urbano, no ha sido aprovechado suficientemente y sería conveniente integrarlos por su experiencia.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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