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Chile reconoce a los niños y niñas como el centro de su atención

Por: María de la Luz Cano, directora del Departamento Técnico JUNJI


Señor Director:

Investigaciones tanto a nivel internacional como nacional, desde distintos ámbitos del conocimiento especializado,  definen en esta última década la ruta a seguir en materias de educación inicial: los primeros años de vida son los más determinantes en el desarrollo humano. Todos los niños y niñas nacen iguales, pero lo que hagamos o dejemos de hacer con ellos durante su niñez marcará para siempre su futuro.

Con esa convicción es que la infancia, su protección y educación, se ha transformado en uno de los sellos del trabajo que diariamente desarrolla el gobierno, a través de la Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI).

La encuesta Bicentenario 2011 arrojó que sólo el 29% de las mujeres confiaba mucho o bastante en las salas cuna y el 37% opinaba lo mismo de los jardines infantiles.  Hoy estamos avanzando en el reconocimiento de la educación inicial y por ende de los profesionales de la educación parvularia, como agentes claves en esta etapa del desarrollo humano.

La educación parvularia inclusiva y  con un enfoque de derechos, en el que el niño y niña es el centro del quehacer educativo, han sido y siguen siendo  ejes de la gestión  institucional, como lo señala nuestro  Referente Curricular. Es así como se ha profundizado en  su implementación, a través de capacitaciones,  revisión de procesos y metodologías innovadoras de trabajo en el aula.

Por otro lado,  nunca antes en la historia de la JUNJI, la fiscalización a Jardines Infantiles, tanto públicos como privados, se había desarrollado con tanta fuerza y firmeza, apoyando el ejercicio  del rol regulador del estado en esta materia, con más recursos económicos, más profesionales a cargo y mayores visitas a jardines  infantiles y salas cuna. Los niños y niñas deben tener acceso a la educación desde que nacen y esta educación debe contar con las normas mínimas de calidad.

Es así como también, hemos avanzado en la  acreditación de procesos bajo normas internacionales de calidad, que permiten enfocarnos en un mayor bienestar, protección y mejor educación de nuestros niños y niñas.

La certificación de calidad que la JUNJI está impulsando también permitirá aumentar la confianza y perfeccionar las prácticas pedagógicas. Ella entrará en vigencia durante el segundo semestre de 2013 y entregará dicho reconocimiento a los jardines infantiles  y salas cuna que aseguren resultados de calidad, tanto en los procesos educativos como en la normativa vigente.

En materia de cobertura, hoy la JUNJI expande su capacidad de atención con nuevos establecimientos mediante un modelo de priorización de proyectos, que evalúa la demanda insatisfecha de cada sector, la proyección de crecimiento, características y vulnerabilidad de la población y el puntaje promedio de la Ficha de Protección Social, entre otros. De esta manera aseguramos la correcta inversión de los fondos públicos, la focalización adecuada y la asistencia esperada.

Este año elevamos los dineros destinados a cada párvulo ─13% para sala cuna y 31% para niveles Medio, Transición y Heterogéneo─ en los jardines  infantiles que operan por vía transferencia de fondos. Esto permite aumentar la calidad de estos espacios educativos y avanzar en la equidad del sistema, ya que los jardines infantiles de administración delegada recibían menos recursos que los administrados directamente por la JUNJI. No podíamos permitir niños  y niñas ni funcionarios de primera y segunda categoría.

La observación y las demandas de la ciudadanía son la base del quehacer institucional, así como la experiencia de otros países que con éxito han logrado avances en materia de educación en la primera infancia.

De esta forma los niños y niñas se reconocen como el centro de nuestra atención  educativa y la educación parvularia como  el primer paso y el más importante para garantizar la igualdad de oportunidades.

María de la Luz Cano
Directora Departamento Técnico JUNJI

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