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La imposible mayoría parlamentaria por la Nueva Constitución

Esteban Valenzuela y René Jofré
Por : Esteban Valenzuela y René Jofré Director de Ciencia Política y RRII de la UAH; y analista político, psicólogo y profesor UAH
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Como se sabe que esa ecuación de una mayoría por los cambios es casi imposible (80 parlamentarios: 65 Nueva Mayoría, 5 otros, 10 RN liberales), quedan dos escenarios: el camino de la asamblea constituyente como voluntad presidencial reforzada y legitimada desde plebiscitos, o el “milagro” de intentar una mayoría parlamentaria ahora, pactando con toda la diversidad de los movimientos sociales (no sólo Camila Vallejos y Jackson, también Boric y Figueroa con la izquierda autónoma y los movimientos mapuches, regionalistas, ambientalistas), sumar a los partidos críticos (con la puerta que pidió abrir ME-O en el tema parlamentario) en los distritos potenciales de doblaje.


1. Un país favorable a las reformas

La convergencia tridimensional a favor de reformas relevantes en lo institucional y en lo socio político (movimientos sociales, nuevas y “viejas” fuerzas políticas, liderazgo renovado de Bachelet) tienen una batalla muy difícil para constituir una mayoría parlamentaria por los cambios: dispersión del progresismo en distritos claves (más allá de la amplitud y fortaleza de la candidata de Nueva Mayoría mostrada recientemente en primarias), partidos tradicionales que dilataron el hacer primarias para generar duplas competitivas y con legitimidad ciudadana, falta de diálogo con fuerzas distintas al pacto Nueva Mayoría (humanistas, PRO, PRI, liberales, ecologistas), incoherencia de una parte de los parlamentarios a la hora de votar reformas (basta con recordar la incontable veces que RN prometió cambios y las ausencias de concertacionistas en votaciones emblemáticas), sistema político dominado por los aportes de grandes grupos económicos que apoyan asimétricamente a candidatos conservadores. Incluso, aunque idealmente se contara con la disciplina de los eventuales 65 parlamentarios de Nueva Mayoría y cinco independientes pro reformas, es casi imposible alcanzar los quórums sin la activa voluntad de una parte de la derecha de dejar el pasado y volcarse sin miedo a un nuevo consenso político.

Lo que se pide no es nada fuera de la “modernidad”: que la carga tributaria suba del 20 al 25 %, que más sindicatos puedan negociar (tan sólo el 10 % de la fuerza laboral lo hace), que los intendentes sean electos, que los mapuches tengan representación política, que la educación sea un derecho y sobreviva la pública, que se acabe el binominal.

[cita]Como se sabe que esa ecuación de una mayoría por los cambios es casi imposible (80 parlamentarios: 65 Nueva Mayoría, 5 otros, 10 RN liberales), quedan dos escenarios: el camino  de la asamblea constituyente como voluntad presidencial reforzada y legitimada desde plebiscitos, o el “milagro” de intentar una mayoría parlamentaria ahora, pactando con toda la diversidad de los movimientos sociales (no sólo Camila Vallejos y Jackson, también Boric y Figueroa con la izquierda autónoma y los movimientos mapuches, regionalistas, ambientalistas), sumar a los partidos críticos (con la puerta que pidió abrir ME-O en el tema parlamentario) en los distritos potenciales de doblaje.[/cita]

Como se sabe que esa ecuación de una mayoría por los cambios es casi imposible (80 parlamentarios: 65 Nueva Mayoría, 5 otros, 10 RN liberales), quedan dos escenarios: el camino de la asamblea constituyente como voluntad presidencial reforzada y legitimada desde plebiscitos, o el “milagro” de intentar una mayoría parlamentaria ahora, pactando con toda la diversidad de los movimientos sociales (no sólo Camila Vallejos y Jackson, también Boric y Figueroa con la izquierda autónoma y los movimientos mapuches, regionalistas, ambientalistas), sumar a los partidos críticos (con la puerta que pidió abrir ME-O en el tema parlamentario) en los distritos potenciales de doblaje.

No es tarea fácil y requiere terminar con las dos soberbias: la de segmentos de la Nueva Mayoría que quieren mantener el círculo cerrado-centralizador-conservador, y la de algunas propuestas alternativas que hacen retórica pro cambios, pero no buscan ni proponen posibles compromisos políticos que permitan una mayoría transformadora.

2. El binominal como candado

No es fácil, el binominal es impenetrable y sólo en 14 ocasiones de 720 posibles (1,94 %) ha sido vulnerado para dar cabida a representantes de fuerzas distintas a las dos coaliciones que han dominado la escena política del Congreso en las dos últimas décadas.

Cuadro 1: Diputados electos por pacto 1989-2009.

Cuadro 1: Diputados electos por pacto 1989-2009.

En los últimos años, aunque minoritario, el fenómeno ha crecido en las zonas extremas, tanto Magallanes como en diversos distritos del norte. En el nuevo clima pro mayoría por los cambios, debiera ser posible el diálogo al cual ha llamado Michelle Bachelet.

La expresión regionalista de Bianchi o Mimica en Magallanes, la lucha por la agricultura familiar de Alejandra Sepúlveda, y el vigor de las candidaturas de regionalistas del Norte —de Guillier, Calama, Mulet o Mirosevic— son claves en una Nueva Mayoría plural y fraterna en su propia diversidad.

Por otra parte, la Nueva Mayoría no puede caer en el espejismo de que doblará por sí sola en 20 distritos. Solo en 21 de los 60 distritos ha ocurrido, alguna vez, entre 1989 y 2009 que una coalición haya obtenido ambos escaños. Esto, en porcentaje, equivale a un 5,83 %.

Recordemos que para que este hecho se produzca en el sistema binominal, un pacto debe doblar en votación al que lo sigue en el recuento.

En el caso de la derecha, solo ha obtenido los dos escaños en el distrito 23, correspondiente a las comunas de Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea, desde 1993 en adelante. Solo en 1989 la Concertación eligió en ese territorio un diputado. La Concertación obtuvo en 20 años 41 doblajes, sólo en 20 distritos.

3. Posibilidades hipotéticas de hacer mayoría

Sin embargo, de acuerdo a las tendencias de la historia electoral 1989-2009, hay territorios más favorables a la coalición opositora. Esta tendencia ha dependido indistintamente del grado de unidad opositora, de la selección del candidato/a, del retiro o cambio (de distrito o a circunscripción) de un incumbente fuerte, de la omisión de otras fuerzas políticas, entre otros factores.

DISTRITO AÑOS DOBLAJE OBSERVACIONES
2 Iquique 1997 Ese año Jorge Soria fue candidato de la concertación
3 Calama 1997 El diputado Cantero se fue a Senador ese año, posibilitando doblaje centroizquierda.
4 Antofagasta 1989-1993 Entra Manuel Rojas de la UDI en 1997 y la concertación no vuelve a doblar.
6 Vallenar 2001-2005 En 2001, Prokurica va a senador. En 2009, Mulet va a senador. Ambos hechos son relevantes para doblar y dejar de hacerlo.
8 Coquimbo 1993-1997-2001-2005 En 2005, P. Walker (DC) va a senador y se retira Francisco Encina (PS). En 2009 Velásquez (ex PS) es elegido por fuera lo que podría considerarse doblaje, aunque formalmente no lo es.
9 Illapel 1989-1993-2005 Los diputados/as electos han sido siempre distintos, salvo en 1993 y 2005 en que repitió Renán Fuentealba V. En 2009, Lemus (ex PS) es elegido por el PRI.
11 Los Andes 1997 En el mejor momento electoral del diputado Nelson Ávila, la concertación logró doblar.
15 San Antonio 1989 En 1997, Sergio Velasco (DC) fue elegido junto a Samuel Venegas como Independiente, lo que podría considerarse doblaje, aunque formalmente no lo es.
17 Conchalí 1989-1993-1997 Manuel Bustos, elegido en 1997 fallece en el ejercicio del cargo. Longueira va por la Alianza en 2001 y termina el doblaje de la concertación.
18 Cerro Navia 1993-1997-2001-2005 En 2009, el diputado Girardi va a senador. Se termina con ello el doblaje de la concertación.
27 La Cisterna 1989 La dupla Escalona/Rojo no vuelve a doblar en 1993. Por la Alianza ese año aparece Iván Moreira como candidato por primera vez
28 San Miguel 1989 El diputado Palestro elegido por la concertación en 1989 va por fuera, en 1993 no se vuelve a doblar.
29 Puente Alto 1989 El diputado Yungue (DC) baja ostensiblemente su votación en 1993 e impide un nuevo doblaje
37 Talca 1989-1993-1997 El diputado Homero Gutiérrez (DC) no se presentó en 2001 y su sucesor apenas alcanza un 10 %, no se dobla.
42 San Carlos 1993-1997 El diputado Iván Mesías, electo en 1997, se cambió de distrito en 2001. No se vuelve a doblar.
44 Concepción 1989-1993 En 1997, el diputado Viera-Gallo va a senador.
45 Coronel 1989-1993-1997-2001 En 2005, el diputado Navarro va a senador.
46 Lota 1989-1993 En 1997 Martita Worner cambia de distrito, no se vuelve a doblar.
51 Carahue 2005 El ex diputado UDI Eduardo Díaz se presenta por la DC en 2005. Es la única vez que se dobla.
60 Punta Arenas 1989 La dupla Vilicic-Smok que dobló en 1989 no se presentó en 1993.

Cuadro 2: Resumen de distritos en donde la centro-izquierda ha obtenido dos escaños entre 1989 y 2009.

De las elecciones municipales 2012 y las primarias de junio 2013, se pueden sacar “cuentas alegres” para hacer una mayoría hipotética. Obviamente si Andrés Velasco y/o Claudio Orrego, compitieran por ser diputados por Las Condes, se acabaría el doblaje de la Alianza. Esta u otras combinaciones muy competitivas implicarían osadía y mucho sentido de misión.

Lo otro es congregar a la mayoría de las municipales y las primarias, donde la derecha fue sólo un 30 % promedio de los que votaron. Las elecciones municipales de 2012, supusieron una derrota para el gobierno, aunque en un contexto de baja participación electoral (43,09 %) y cambio de sistema electoral a voto voluntario con inscripción automática.

Las elecciones de distinto tipo no son comparables, así las elecciones municipales no son un predictor de las elecciones presidenciales ni las del Congreso y solamente constituyen una referencia política a la hora de la interpretación de sus resultados.

El tipo de alianza que se constituye para ampliar base electoral es un factor que solo se puede considerar como punto de partida de ampliación de posibilidades electorales, pero va a depender de su configuración con otros factores (liderazgo presidencial, otras fuerzas en competencia, selección de los/las candidatos/as, entre otros).

Cuadro 3: Resumen de doblajes por año (Fuente: Elaboración propia a partir de datos de www.interior.gov.cl)

Cuadro 3: Resumen de doblajes por año (Fuente: Elaboración propia a partir de datos de www.interior.gov.cl)

Por ello, los distritos que se presentan a continuación, que resultan de un cruce entre posibilidades de doblar en territorios cuya tendencia electoral histórica así lo indica y los resultados municipales, sólo se debe tomar como referencia política no constituyendo grado de predictibilidad alguno.

Esto implica una mayoría en base a dupla competitiva en Las Condes (¿Velasco, Orrego, Escobar?), y que en los siguientes distritos se logran un acuerdo muy amplio de Nueva Mayoría con otras fuerzas, especialmente en el norte. Implicaría omitirse de competir para evitar daños a esa eventual mayoría y aceptar a alternativos relevantes en la dupla unitaria, aunque exista competencia en los presidenciables. Idealmente, una primaria “urgente” aún sería viable en distritos claves como Punta Arenas, Calama, Arica, Vallenar, entre otros.

Distritos en que partidarios de reformas pueden ser más del 65 % de los votos: Arica, Iquique, Calama, Antofagasta, Copiapó, Vallenar, Coquimbo, Illapel, Pudahuel, La Granja, La Florida, Cerro Navia, Conchalí, Rengo, Talca, Coronel, Lota, Carahue, Puerto Varas, Magallanes.

4. Primarias y doblajes no necesariamente van de la mano

Es muy probable que hacer primarias en algunos distritos colisione con la necesidad de una estrategia inteligente para doblar. Efectivamente, en la experiencia internacional uno de los cuestionamientos a las primarias es que no siempre se elige al candidato/a más competitivo.

Sin embargo, la necesidad de seleccionar candidatos más allá de las “cuatro paredes”, es una necesidad en el sistema político asfixiado que tenemos, por ello las primarias han operado más como válvula de escape en lo parlamentario que como solución real a la participación. Distinto es en el tema presidencial, donde el método de primarias para elegir candidato/a en las coaliciones superó toda expectativa.

Es difícil solucionar ambas demandas: participación y doblajes, en un solo movimiento. No se hizo antes y ahora el tiempo juega en contra.

5. Colofón de contrahistoria

Se es consciente de que lo más probable es que lo que proponemos no ocurra.

Esto es complejo, ya que la sociedad quiere cambios, mientras que el Congreso es impermeable a aquello, pero probablemente triunfe una Presidenta que quiere realizarlos.

El camino parlamentario requiere una enorme voluntad en tan sólo semanas. Al menos aquí se explica lo obvio. Las protestas sociales que animaron un nuevo ciclo y una opinión pública favorable a los cambios debieran tener mayoría, lo que implicaría el milagro de acabar parcialmente con lo evidente: el gran abstencionismo juvenil que termina no incidiendo, el narcisismo de los divos del Congreso, la comodidad de los críticos de salón, la soberbia y la endogamia de los grupos minoritarios.

Sólo diálogo, participación, más democracia y voluntad de cambio pueden tejer una mayoría que además logre animar a segmentos reformistas de la centro-derecha para que Chile dé un salto político y social con una Constitución legítima como telón de fondo de una democracia en forma para un nuevo ciclo.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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