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Evelyn y Michelle

Salvador Muñoz
Por : Salvador Muñoz Cientista Político
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Matthei y Bachelet representan el legado de la dictadura. Contribuyen a eternizarlo. Lo que las diferencia es anecdótico. En el fondo, ambas buscan mantenernos viviendo bajo el yugo jurídico y económico heredado de Pinochet. Detrás de ellas están los mismos poderes financieros y económicos. Y ambas saben que donde manda capitán…


Los medios de comunicación han querido acreditar la idea de que la única alternativa de esta elección está representada por las candidaturas de Michelle Bachelet y Evelyn Matthei. La forma actual de la opción binominal de los últimos 23 años. Sin embargo, parece evidente que lo que está en juego no es quién administra el modelo heredado de la dictadura, sino si ese modelo sobrevive o muere.

Además de compartir su condición de candidatas a la presidencia, Matthei y Bachelet tienen varias similitudes. No me refiero a su género, ni a su color de pelo. Ni tampoco a que ambas sean hijas de militares, tengan apellidos europeos o hayan ocupado cargos de ministro.

Digo que, fuera de sus coincidencias ideológicas y su estrecho vínculo (o dependencia) con los grupos económicos, la semejanza más visible entre las dos reside en que —reformas más,  maquillajes menos— ambas están por mantener la institucionalidad antidemocrática y el modelo de acumulación insaciable de los grupos económicos. En ese objetivo mayor no tienen diferencias.

Evelyn Matthei y Michelle Bachelet son contrarias a devolver al pueblo los derechos políticos, económicos, sociales y sindicales secuestrados hace cuarenta años.

[cita]Matthei y Bachelet representan el legado de la dictadura. Contribuyen a eternizarlo. Lo que las diferencia es anecdótico. En el fondo, ambas buscan mantenernos viviendo bajo el yugo jurídico y económico heredado de Pinochet. Detrás de ellas están los mismos poderes financieros y económicos. Y ambas saben que donde manda capitán…[/cita]

Se oponen a restablecer la democracia mediante una Asamblea Constituyente que le devuelva la soberanía al Pueblo. Ni sueñan con garantizar derechos básicos como la Educación, la Salud, el trabajo, la previsión, la vivienda y un medio ambiente respirable. Ambas defienden el mercado como única forma de relación social. Ambas hacen suyo el modelo económico. Con cualquiera de ellas el modelo de abusos y desigualdades tiene un brillante futuro.

Por el contrario —reformas más, maquillajes menos— ambas buscan limitar la acción pública a una labor caritativa hacia los sectores más vulnerables de la sociedad. Eso que George W. Bush llamaba “compassionate conservatism”.

Ni Matthei ni Bachelet reniegan de las AFP, ni de las Isapres ni del lucro en la educación. No imaginan siquiera terminar con el saqueo del cobre y nuestros recursos naturales. Ambas van a mantener el escándalo del Transantiago y continuarán con el abandono de las regiones.

Bonos más, bonos menos, Evelyn y Michelle no proponen dos caminos distintos para el país. Apenas difieren sobre el monto del bono de marzo.  Si es que.

Por el contrario, para el pueblo esta elección debe ser un plebiscito. Esa es la visión de quienes participamos del movimiento #todosalamoneda y sostenemos la candidatura de Marcel Claude.

Al marcar el voto habrá que optar:

¿Cuarenta años de más de lo mismo, o refundación democrática del país?

¿Dominio sin contrapeso de la política parasitaria, o retorno de los derechos ciudadanos?

¿Sumisión a la herencia de la dictadura, o la voluntad del Pueblo Soberano?

¿Sociedad nicho de negocios para un puñado de privilegiados, o sociedad de derechos?

Todos los contradictorios intereses que cruzan a la sociedad chilena se resumen en una contradicción principal: la que separa a los herederos asumidos del legado de la dictadura en los ámbitos institucional y económico, de la inmensa mayoría del Pueblo de Chile que paga las consecuencias.

Esta elección no resolverá nada si no zanja esta confrontación de visiones diametralmente opuestas del futuro de Chile: continuidad del legado de la dictadura o refundación democrática.

Matthei y Bachelet representan el legado de la dictadura. Contribuyen a eternizarlo. Lo que las diferencia es anecdótico. En el fondo, ambas buscan mantenernos viviendo bajo el yugo jurídico y económico heredado de Pinochet. Detrás de ellas están los mismos poderes financieros y económicos. Y ambas saben que donde manda capitán…

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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