Publicidad

40 años y un día

Por: Armando Uribe Arce


Señor Director:

Chile ha sido un país trágico desde que en el siglo XVI adquirió el nombre de Chile. En ninguna otra parte de América la Conquista duró tanto como aquí. La resistencia armada del pueblo originario que fue llamado araucano por la epopeya en verso que relata el comienzo de la guerra de varios siglos desde la entrada de españoles al territorio, es la única propiamente militar en el continente. El nuestro es un país singular que celebra sus tragedias colectivas más que sus triunfos. No olvida nunca sus principales dolores y resistencias masivas o heroicas.

El 11 de septiembre de 1973, cuarenta años después representa en vivo la principal crisis sangrienta y cruel desde la Independencia política a principios del siglo XIX. Fue la principal ruptura de la historia del país posterior a la Independencia.

Las brutalidades de la dictadura pinochetiana de uniformados con civiles malos, quebró la vida bastante civilizada que había conseguido el país. Ello plantó por tiempo largo, que prosigue en el inconsciente colectivo de los chilenos, y en hechos crudos, unas muestras crueles de barbarie que en las costumbres han parecido casi “normales”.

Le quitaron civilización al país y a sus habitantes, incluso hasta el día de hoy. Somos menos valiosos que hace cuarenta años y un día.

Armando Uribe Arce

Publicidad

Tendencias