Se acabó el petróleo fácil
Señor Director:
Frente al alza que sufren en Chile los combustibles se trata de dar una solución mediante mecanismos de estabilización de precios. Las fluctuaciones temporales de precios resuelven una parte del problema pero, no el más importante.
El petróleo fácil y barato del cual proviene la gasolina y el diésel que consumimos, se ha convertido en un bien escaso en el mundo. No alcanza para satisfacer las necesidades totales del mercado. Se debe complementar con petróleo que debe extraerse del mar a profundidades de 1000 o más metros en el Golfo de México o Brasil. Otras alternativas son las arenas bituminosas de Canadá o el petróleo extra-pesado del Orinoco en Venezuela. Estas dos últimas fuentes, para poder ser refinadas, requieren someterse previamente a un largo y costoso proceso.
Adicionalmente ha surgido en los últimos años lo que se ha creído sería una tabla de salvación, el shale oil o petróleo de formaciones compactas. Para permitir que las rocas entreguen su precioso producto se hace necesario perforarla horizontalmente y luego fracturarla mediante la inyección de agua con aditivos a alta presión. Debido a la rápida declinación de estos pozos se debe perforar una mayor cantidad de ellos.
Todo esto implica entre otras cosas, mayores costos lo que explica en gran parte el precio de US$95 a US$ 100 por barril del petróleo actual. Esta realidad, que el petróleo barato se terminó, debemos enfrentarla como país y generar las políticas públicas acordes, que no pasan por perfeccionar los mecanismos de estabilización.
Ernesto Águila Mancilla
Ing. Civil Mecánico
Miembro de la Comisión de Energía, Colegio de Ingenieros de Chile