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Lo que queda del triunfo de Alemania en el Mundial: fútbol, sociedad y pedagogía

Rodrigo Figueroa Valenzuela
Por : Rodrigo Figueroa Valenzuela Profesor Departamento de Sociología, Universidad de Chile. Coord. Núcleo del Deporte y Sociedad, Departamento de Sociología, Universidad de Chile. Estudiante Primer año – Técnico de Fútbol, Instituto Nacional del Fútbol (INAF). Entrenador de Fútbol, License B, US Soccer Federation. Ph.D candidate in Sociology, University of Connecticut. rofiguer@u.uchile.cl
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En resumen, los cuatro puntos anteriores expresan una potente relación entre los fenómenos deportivos y las formas de organización societal. El cómo hoy se enseña el fútbol en Alemania es en parte una expresión de la nueva Alemania. Las cuatro novedades también expresan que el juego alemán en el mundial ha sido la consecuencia de una transformación, una revolución, a gran escala, en las formas pedagógicas, institucionales y sociales asociadas a la enseñanza y desarrollo del fútbol.


Alemania obtuvo una nueva copa del mundo en fútbol después de 24 años. La capacidad de competir de Alemania en los mundiales es impresionante. Desde 1974 hasta ahora ganaron cuatro mundiales y jugaron en seis finales: 1974, 1982, 1986, 1990, 2002 y 2014. Entre los años 1974 y 1990, una parte de Alemania (Alemania Federal) faltó sólo una vez a la cita del partido final en un mundial de fútbol. Luego, entre el año 1994 y el 2010, Alemania, ya reunificada, jugó una final y otros cuantos partidos en cuartos de final o semifinales. Junto a esta impresionante capacidad de competir, desde 1990 hasta la fecha, el fútbol alemán también ha vivido su propio proceso de re-unificación y ha tenido que asimilar el significativo impacto social y cultural de los fenómenos inmigratorios ocurridos en la sociedad alemana. Pues bien, dado estos elementos, el pasado domingo 13 de julio me pregunté lo siguiente: ¿qué había de nuevo en esta copa del mundo para Alemania? Mi respuesta es que hay varias novedades y las mismas son lecciones sobre la relación entre fútbol y sociedad, como así también, en lo que significa la pedagogía para enseñar y desarrollar el fútbol.

La primera novedad es que el campeonato obtenido por Alemania es el primero después de la reunificación. A partir de 1990, el fútbol alemán debió acomodar varias de sus piezas una vez que los sistemas de organización del fútbol, tanto de la Alemania Federal como Democrática, se unificaron. Aquello catalizó la necesidad de poner en diálogos a entrenadores e instituciones, en lo formativo y lo competitivo, de uno y otro lado de la dividida Alemania de postguerra. Un hecho que impulsó la necesidad de alcanzar una nueva identidad o síntesis en el juego del fútbol, esto a partir del encuentro de dos escuelas que enseñaban el fútbol, y el deporte en general, desde perspectivas distintas. Hubo, entonces, necesidad de establecer un dialogo sobre cómo desarrollar el fútbol o cómo re-institucionalizarlo después de la unificación. Un hecho complejo desde el punto de vista de las habilidades organizacionales, discursivas y simbólicas que fueron necesarias para alcanzar una nueva “convención” de lo que debía ser el fútbol alemán.

[cita] En resumen, los cuatro puntos anteriores expresan una potente relación entre los fenómenos deportivos y las formas de organización societal. El cómo hoy se enseña el fútbol en Alemania es en parte una expresión de la nueva Alemania. Las cuatro novedades también expresan que el juego alemán en el mundial ha sido la consecuencia de una transformación, una revolución, a gran escala, en las formas pedagógicas, institucionales y sociales asociadas a la enseñanza y desarrollo del fútbol.  [/cita]

Segundo, al ver la selección de Alemania y lo que es su liga tenemos certeza de que dicho fútbol asimiló el impacto del fenómeno inmigratorio. El fútbol ha sido un importante espacio para cobijar los procesos de integración de la población inmigrante en Alemania (también, por supuesto, en otras sociedades en el mundo occidental). Además, tal como ocurre en aquellos países donde el fútbol es dominante, el fútbol se ha transformado en uno de los principales mecanismos de movilidad social para inmigrantes. Esto ocurre porque el fútbol, dado el carácter de sus formas de organización y naturaleza del juego, facilita la interacción y la comunicación entre grupos que pueden traer consigo distintas culturas y procedencias. El lenguaje básico del futbol facilita que se establezcan puentes mínimos, pero potentes, para la interacción social. El pase, uno de los fundamentos básicos del fútbol, es una perfecta asimilación de lo que puede llegar a ser la comunicación entre diferentes.

Tercero, Alemania ganó esta copa del mundo con un estilo de juego que es una novedad con relación a su anterior identidad futbolística. La nueva Alemania, reunificada y asimilando los procesos inmigratorios, tuvo que vivir la transformación de cómo entender y enseñar el fútbol. Así, en las últimas décadas, el fútbol alemán experimentó una revolución en cuanto a las ideas, métodos y pedagogías relacionadas con el enseñar y desarrollar el futbol, tanto en lo formativo como en lo competitivo. De hecho, uno de los rasgos del nuevo fútbol alemán es el valor de lo colectivo por sobre lo físico y lo individual. Tal revolución ha sido un proceso más complejo que un acto retórico valorizando el juego de posesión. En efecto ha requerido evolucionar en cómo enseñar el fútbol focalizando en la dinámica de lo colectivo. El crecer en esta cualidad implicó asumir el desafío de decir que lo colectivo era el soporte para el proceso de tomar decisiones en el juego del fútbol. Aprender, enseñar y desarrollar la toma de decisiones a través de lo colectivo ha sido el cambio fundamental en el fútbolalemán; un hecho que transformó a entrenadoresy sus pedagogías.

El cuarto punto es que Alemania ha ganado una copa del mundo en función de haber creído en un “proceso”. El fútbol Alemán se dio el lujo de organizar un buen mundial en lo estético y organizativo, como fue el del 2006, y perderlo – sin caer en ansiedades y catastrofismos. Para dicho mundial tampoco creyeron que el objetivo final de su participación era sólo el ganarlo. No hubo excesiva prisa o presión, y la misma generación que no ganó aquel mundial ha lideró el actual plantel triunfador. La antítesis de lo que ocurrió con Brasil, que en ese afán de ganar el mundial terminó mostrando todas sus carencias deportivas, sociales y políticas.

En resumen, los cuatro puntos anteriores expresan una potente relación entre los fenómenos deportivos y las formas de organización societal. El cómo hoy se enseña el fútbol en Alemania es en parte una expresión de la nueva Alemania. Las cuatro novedades también expresan que el juego alemán en el mundial ha sido la consecuencia de una transformación, una revolución, a gran escala, en las formas pedagógicas, institucionales y sociales asociadas a la enseñanza y desarrollo del fútbol. Hoy el “aprender para jugar” y el “jugar para aprender”, principios básicos en los procesos formativos del fútbol, se focalizan en desarrollar la toma de decisiones en el fútbol teniendo como soporte y contexto la dinámica de lo colectivo; una gran revolución de ideas y pedagogías. Finalmente, y que da para una próxima columna, es que quizás, a trazas, algo de estos procesos puede estar ocurriendo en Chile.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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