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Inteligencia cero Opinión

Inteligencia cero

Santiago Escobar
Por : Santiago Escobar Abogado, especialista en temas de defensa y seguridad
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Es efectivo que la bomba en el Metro Escuela Militar es un hito del itere terrorista en el país. Pero debiera marcar también un punto de inflexión conceptual y organizativo en materia de seguridad interior que, es evidente, sigue en pañales.


El cero fue el big bang de la inteligencia humana. Su descubrimiento o invención permitió al hombre representar la ausencia, el vacío, o la nada, según el matemático franco marroquí Georges Ifrah. No solo eso. Siendo uno de los símbolos más abstractos que existe, ha permitido que se abran las puertas del desarrollo conceptual y práctico de todas las ciencias. Los servicios de inteligencia en Chile y la autoridad, todavía no descubren el cero.

Hablando de inteligencia para la seguridad, ella es fundamentalmente información y análisis, no gestión operativa. La operación derivada de información de inteligencia corresponde a otra área de la seguridad. La información para la seguridad es esencialmente preventiva y obliga a rutinas que generan sistemas y medios que pueden absorber los momentos de crisis y descifrarlos. En inteligencia, nada se improvisa, todo es análisis, prospección y escenarios. Lo que no se previó, no tiene respuesta eficiente.

El 90% de la información que usa es información abierta, y solo un porcentaje menor corresponde a topos, agentes encubiertos o canales secretos. La información abierta, para ser útil, implica criterios previos de recolección, clasificación y memoria, de donde el análisis permite el establecimiento de patrones y protocolos que se usan en la investigación de hechos.

La investigación criminal, sean delitos comunes o terrorismo, está determinada tanto por el hecho en sí como por los criterios previos que, a través de los fiscales y la policía, traen al presente la base de información de inteligencia que se tiene.

[cita]¿Usted cree que todo esto ocurre en Chile? ¿Usted cree que las bases de datos de los diversos servicios de inteligencia tienen un lenguaje clasificatorio común? ¿Usted cree que las policías o los servicios de inteligencia de las FF.AA. cooperarán entre ellos? ¿Usted cree que la ANI tiene capacidad de análisis estratégico en materia de seguridad? ¿Usted cree, realmente, que estamos bien encaminados y en manos de autoridades solventes en esta materia?[/cita]

Para toda la información abierta, incluso aquella que se recolecta por azar, debe haber una forma clasificatoria. Los métodos de recolección siempre admiten especialización según los servicios, pero los datos deben alimentar un sistema homogéneo de clasificación, que permita filtros, análisis cruzados y focalización de medios, sin pérdida de información.

Por lo tanto, un sistema nacional de inteligencia no es solo una pirámide de organismos, ni se basa en la existencia de leyes drásticas o agentes encubiertos. Menos aun existe en un universo de instituciones donde cada una actúa por cuenta propia y no comunica o comparte criterios con las otras.

Un organismo nacional de inteligencia es en esencia coordinación, y se basa en un sistema clasificatorio de datos con un lenguaje común, y con la mayor complementariedad entre los servicios que lo componen. Ello posibilita la autonomía necesaria por la especialidad de los servicios (defensa, inteligencia financiera, delincuencia, antiterrorismo). Y la complementariedad por la existencia real de una base general de inteligencia.

La información abierta en materia de inteligencia proviene generalmente de estudios amplios de sociología de todos los campos, de antropología social, desarrollos urbanos, de economía, psicología social, desarrollos organizacionales o ciencias aplicadas, entre otros. También de las tecnologías y las comunicaciones. Esos conocimientos generales, correctamente analizados, denotan patrones y tendencias de una sociedad, e inducen criterios de recolección, clasificación y análisis en los servicios de inteligencia. Un buen estudio de antropología social de barrios, por ejemplo, es mejor que cualquier agente encubierto participante de las bandas de un barrio.

Un buen sistema de inteligencia no hace estudios, aprovecha estudios que existen sobre la realidad, tal como señaló Ernst Cassirer en su Filosofía de las formas simbólicas: “Las cuentas no salen si no se conocen las lenguas y costumbres en que se cuentan”. Un buen sistema de inteligencia tiene servicios de apoyo (por ejemplo, laboratorios) integrados.

¿Usted cree que todo esto ocurre en Chile? ¿Usted cree que las bases de datos de los diversos servicios de inteligencia tienen un lenguaje clasificatorio común? ¿Usted cree que las policías o los servicios de inteligencia de las FF.AA. cooperaran entre ellos? ¿Usted cree que la ANI tiene capacidad de análisis estratégico en materia de seguridad? ¿Usted cree, realmente, que estamos bien encaminados y en manos de autoridades solventes en esta materia?

Además de la general condena al hecho, se ha anunciado que se pidió la ayuda del FBI y parlamentarios han salido a abogar por dotar a la ANI de capacidad operativa, además de acelerar los cambios a la Ley Antiterrorista.

Es efectivo que la bomba en la Escuela Militar es un hito del itere terrorista en el país. Pero debiera marcar también un punto de inflexión conceptual y organizativo en materia de seguridad interior que, es evidente, sigue en pañales.

Luego del atentado de Atocha, en Madrid, el 11 de marzo de 2004, la Unión Europea se abocó a redefinir los pilares de su sistema de seguridad e inteligencia para que ello no volviera a ocurrir: prevenir, proteger, reparar y responder. Los cambios que ello implica han sido positivos, pese a que ese hecho trágico, debido al apresuramiento y la manipulación de la política, se transformó en un escándalo que aún repercute en la sociedad española.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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