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RN: sin memoria

Yo espero que en el encuentro doctrinario de RN en donde hay muchos militantes que se dicen cristianos, recuerden que en la Biblia hay mandamientos morales revelados de las palabras de Dios. Dichos mandamientos tienen que ser obedecidos por los creyentes: No matarás a tu prójimo.


La prensa informa que un grupo de consejeros del partido de derecha, Renovación Nacional, pide justificar el Golpe Militar y que no se retire de la declaración de principios que se discutirá este fin de semana en el consejo doctrinario a efectuarse en Pucón: “RN justifica y reconoce la intervención militar del 11 de septiembre de 1973 como única solución frente al totalitarismo marxista existente que promovió la lucha armada”.

La ex directora de la Junji, Ximena Ossandón explicó que la intención es remitirse al contexto del Golpe, lo que no implica –según ella– aceptar muchas de las cosas que pasaron después y que atentan contra los derechos humanos.

Las declaraciones de la señora Ossandón y sus amigos de RN no me causan sorpresa alguna porque hasta hoy día, cuarenta y un años después, los responsables civiles de las matanzas, desapariciones, salvajes torturas y exilio de miles de compatriotas no dan señales de arrepentimiento, es más, justifican los crueles vejámenes a los derechos humanos que acompañaron al golpe militar.

Muchos creyeron ver, cuando se cumplieron los cuarenta años del golpe y muerte del Presidente de la República Salvador Allende, algunos signos de revisión de la postura de apoyo irrestricto al gobierno genocida del general Pinochet. Pero no se engañen los ciudadanos: los cimientos del mal nunca se han desmontado en nuestro país, al contrario, todo se ha ocultado bajo un manto de impunidad que indigna la conciencia de los millones de víctimas que hasta hoy claman por justicia y reparación del daño causado.

[cita]Yo espero que en el encuentro doctrinario de RN, en donde hay muchos militantes que se dicen cristianos, recuerden que en la Biblia hay mandamientos morales revelados de las palabras de Dios. Dichos mandamientos tienen que ser obedecidos por los creyentes: No matarás a tu prójimo.[/cita]

Alguien de los firmantes, por casualidad, ¿conoció o sufrió apremios ilegítimos: de esos que se relatan en la Comisión Rettig? ¿Fue perseguido, torturado, expulsado del país y transformado en apátrida por obra y gracia de una maldita L puesta en tu pasaporte?, ¿ no lloró a un ser querido desaparecido y en muchos casos aún no encontrado? ¡Definitivamente no!

Hannah Arendt, en La banalidad del mal, nos recuerda que los bárbaros actos de crueldad, en distintas partes del mundo, son ejecutados dentro de un sistema que permite que se consumen actos de exterminio. Este es el sistema que imperó en nuestro país y nos mostró una sociedad profundamente enferma, que perdió toda ética y moral.

¿Creen ustedes que como sociedad dejamos de estar enfermos? Yo creo que no.

En Chile no habrá reconciliación mientras persista esta contumaz defensa de la barbarie a la que fuimos sometidos cientos de miles de ciudadanos por el solo hecho de pensar distinto. Nada justifica los horrendos crímenes cometidos y no solo hablo de asesinatos, sino de las torturas físicas y sicológicas de millones, de las exoneraciones, expropiaciones, las violaciones de niños y mujeres indefensas, durante los 17 años que duró la dictadura militar.

Yo espero que en el encuentro doctrinario de RN, en donde hay muchos militantes que se dicen cristianos, recuerden que en la Biblia hay mandamientos morales revelados de las palabras de Dios. Dichos mandamientos tienen que ser obedecidos por los creyentes: No matarás a tu prójimo; amarás a tu prójimo como a ti mismo. Durante largos y penosos años de dictadura muchos pisotearon el mandato de la única autoridad a la que tenían que obedecer y esa era no la voz del dictador, sino del Dios todopoderoso que dicen seguir. Por lo mismo, duele tanto que a vista y paciencia de los “cómplices pasivos”, como los denominó el ex Presidente Sebastián Piñera, y con la participación activa de muchos “demócratas” hoy activos militantes de la UDI y RN, se cometieran tantos actos que ofenden la moral, sea esta cristiana o laica.

Si hay una historia de salvación de las sociedades y las personas, esa historia nos enseña que sin arrepentimiento no hay perdón. Que los pueblos que no tienen memoria tienden a repetir los errores del pasado.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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