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Caso Penta: el nuevo escándalo que pone en duda la legitimidad de la información financiera en Chile

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Luis Jara Sarrúa
Por : Luis Jara Sarrúa Director del Centro de Contabilidad y Transparencia Informativa de la Universidad de Chile y de ObservatorioIFRS
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¿Entienden cabalmente los directores la función de la contabilidad financiera? ¿Comprenden los directores que son los responsables de las políticas contables utilizadas para representar la realidad económica de la entidad? ¿Tendrán los directores políticas definidas y documentadas sobre los procedimientos de aportes financieros a campañas políticas?


Un nuevo caso sobre fraude al Fisco salió a la luz pública tras conocerse que los socios del Grupo Penta, una de las empresas más grandes del país, justificaran desembolsos de dinero para financiar campañas políticas a través de boletas de honorarios y facturas ideológicamente falsas, emitidas por familiares y políticos que no prestaron servicios a ninguna de las empresas del holding.

Tras la divulgación del escándalo tributario y político, que también involucra conflictos de interés, quedan instaladas, por ende, ciertas dudas sobre la legitimidad de los Estados Financieros que presentan las empresas a las instituciones reguladoras, principalmente, porque en este caso se burló la principal característica cualitativa de las Normas Internacionales de Información Financiera (IFRS, por sus siglas en inglés), que es la información financiera empresarial, configurada a partir de los lineamientos de la normativa contable (IFRS) y de las decisiones que toman los altos cargos empresariales, y cuya utilidad es representar fielmente la realidad de los sucesos que afectan el patrimonio de una empresa; lo cual responde además al propósito de transparentar cifras para el análisis de inversionistas y otros usuarios. En otras palabras, la transparencia informativa, que subyace como principio rector de la disciplina contable, queda en este caso en sí misma cuestionada.

Pero a pesar de las aristas del tema -en el que los socios fundadores y ex directores del Grupo han asumido de forma pública responsabilidades y culpabilidad sobre el financiamiento irregular de campañas políticas durante el año 2013- debemos entender que la contabilidad, como disciplina, es solo un medio instrumental que puede ser mal o bien utilizado por un profesional o por el gobierno corporativo de una entidad, siendo la información financiera, en cambio, la que representa los fines últimos de una empresa, transparente o no, pues es confeccionada en base a directrices que son definidas por el propio gobierno corporativo.

Al respecto, es preciso discutir entonces sobre algunas interrogantes que involucra el gobierno corporativo del Grupo Penta y el resguardo de la información que suministra al mercado: ¿Habrá formulado algún director del Grupo la interrogante de dónde se representan, en los Estados Financieros, las decenas de millones de pesos que fueron pagados para campañas políticas durante el año 2013? ¿Entienden cabalmente los directores la función de la contabilidad financiera? ¿Comprenden los directores que son los responsables de las políticas contables utilizadas para representar la realidad económica de la entidad? ¿Tendrán los directores políticas definidas y documentadas sobre los procedimientos de aportes financieros a campañas políticas?

La decisión de entregar o no dinero a campañas políticas es propia del directorio, lo mismo si deciden respetar las regulaciones legales en la materia. No obstante a tales determinaciones, existe la contabilidad financiera, precisamente para velar por la correcta representación de la realidad económica que afecta a una entidad. Por su parte, los gobiernos corporativos tienen la misión de resguardar la forma en que funcionan, sin sesgo alguno y, por supuesto, considerando y comprendiendo las consecuencias de los hechos que realizan u omiten.

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