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La derecha y su invitación al lodazal

Por: Piero Soto, Ingeniero comercial UTFSM, ex dirigente estudiantil


 

Señor Director:

Hace un par de años, cuando en ese entonces gobernaba el ex mandatario Sebastián Piñera, el presidente y diputado del PS, Osvaldo Andrade, salía en los medios señalando que la actual mandataria y ex directora de ONU Mujeres estaba “por sobre las escaramuzas, más arriba del lodazal en el que está la UDI, RN, sus precandidatos y el Gobierno”, augurando de cierta forma una crisis que ya en ese entonces se venía instalando al interior de la actual oposición. Debo reconocer que, en ese momento, sus palabras me resultaron bastante desagradables y en general todo lo que venía de la Concertación me causaba rechazo por el lenguaje violento que utilizaron durante esos cuatros años. No obstante, Andrade tenía razón. Ya en ese año la centroderecha comenzaba a sumergirse lentamente en un verdadero pantano y en el que hoy parece difícil de escapar.

Al revisar los cuatro años anteriores, me resulta increíble cómo en tan poco tiempo la coalición a la que yo adherí voluntariamente con mucho entusiasmo y que después de una tremenda campaña llegó al gobierno aquel 17 de enero del 2010, terminó por convertirse en un completo desastre, perdiendo la batalla de las ideas en absolutamente todos los frentes y con pugnas internas verdaderamente vergonzosas. Si hay algo que debo destacar –desafortunadamente– es la capacidad que tuvo la Alianza para autodestruirse en tan poco tiempo, propia de un canibalismo muy típico del sector, y que terminó por materializarse en las pasadas elecciones presidenciales y parlamentarias perdiendo de forma inapelable ante la presidenta Michelle Bachelet.

Cuando ya parecía que las cosas no podrían estar peor, revienta en la cara de la opinión pública el bullado Caso Penta, que pone al desnudo una realidad hasta ese entonces nunca comprobada pero conocida por todos: el vínculo entre la política y los negocios. Dicho estallido no podía venir sino del único partido que ha mantenido un constante nexo con el empresariado chileno a lo largo de todos estos años, la UDI, que con una fuerte inspiración ideológica se ha opuesto sistemáticamente a todos los cambios propuestos por este gobierno y también muchos del anterior, sin embargo, ahora desde una vereda completamente distinta. Si el año 2012, tal como lo señalaba Osvaldo Andrade, la Alianza se encontraba en el lodazal, hoy prácticamente está sumergida hasta el cuello en el fango. La encuesta Adimark sitúa la aprobación de la derecha en un escuálido 11% que no es sino el fruto de una derrota en las ideas y de la ausencia de un relato político, de la falta de liderazgo al interior del sector, de la escasa conexión del conglomerado con el Chile actual y de la constante invitación por parte de éstos a ser parte también del lodazal, comparando la consecución de fondos para campañas políticas, mediante actividades, con el fraude al fisco, comparando lo incorrecto con lo ilícito, rindiendo homenajes a Pinochet en la Cámara, abusando de un lenguaje recalcitrante y jugando constantemente a la teoría del empate.

Como individuo que cree en la libertad de las personas, por supuesto que tengo fuertes reparos a la labor que ha realizado la Nueva Mayoría y el actual gobierno, sobre todo en materia económica y educacional, sin embargo, no estoy dispuesto a ser parte, como ciudadano común y corriente, del charco al cual nos invita la UDI y del cual se hace cómplice RN, pegando manotazos para salpicar barro hasta donde más se pueda y enlodando la discusión a un nivel que resulta lamentable para una coalición que otrora fue gobierno. Si no hay cambios importantes a nivel de las cúpulas de sus partidos, si no hay al menos la disposición para discutir temas valóricos, si no hay un relato que resulte atractivo para la ciudadanía, si no hay una visión clara de lo que como sector se desea para el futuro del país y un programa que lo materialice mediante el cumplimiento de ciertos objetivos, de nada sirve un nuevo nombre para la Coalición. Los partidos que la conforman están demasiado sumergidos en el lodo como para salir aún a flote, y ofrecer una mejor alternativa para nuestro país en estos momentos resulta impensado.

Piero Soto
Ingeniero comercial UTFSM
Ex dirigente estudiantil

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