¿Te dijeron alguna vez que los amigos se pueden contar con los dedos de una mano? No resulta extraño que aquí ocurra algo similar. Tu primera red de contacto está conformada por un par de amigos, algún familiar y algunos integrantes de las redes de otros en los que te has ganado el derecho a participar. Crear la tuya y crecer con ella es el gran desafío que debes abrazar.
Las redes de contacto son un patrimonio que no se hereda ni se compra. Mucho menos se roban y si son prestadas no sirven de nada, ya que tu debes formar parte de ellas. Soy más preciso aún: existen millones de redes y en varias tu ya participas, pero la que a ti realmente te vale es UNA, la tuya.
Todavía hay quienes piensan que en una gran base de datos vestida de planilla de cálculo se encuentran los “contactos”. O en la pila de tarjetas de visitas que juntan polvo sobre el escritorio. O en el directorio que encontraste en internet. O en los papeles llenos de números garabateados y arrugados que viven eternamente en la billetera.
Todo lo anterior son apenas “datos”. Son oportunidades de transformar a un bajísimo porcentaje del total de correos electrónicos y teléfonos en un directo acceso a la persona que hay tras cada dato. Y eso además se logra mediante un trabajo de largo aliento.
Cuando logras interacción reiterativa en el tiempo con algunos de esos datos podemos decir que los transformaste en un “contacto”, alguien que probablemente tiene grabado tu número celular en su equipo, tal como lo tienes tu, y que en general loscorreos que se envían son leídos y no descansan en la bandeja de spam. A ese contacto aún no le has vendido nada o muy poco, sin embargo, la posibilidadestá latente.
Si soy capaz de fortalecer esa relación en el tiempo, además de mantener la oportunidad de negocios, voy construyendo un puente de comunicación en el que entran a jugar conceptos como la confianza, la opinión y todos los derivados. Ahora ambos se atreven a intercambiar emoticones por whatsapp y hasta pueden terminar en pareja…
Volvamos al punto central. Es altamente probable que entre todos tus contactos –cuyo principal punto de unión eres tú–, exista un subgrupo que comparte similares inquietudes de negocio, intereses comerciales y un grado de confianza uniforme. ¡Felicitaciones! Ya tienes tu red de contacto para sostener tu emprendimiento.
Ahora, a cuidarla y alimentarla. No destruyas el nivel de confianza que tiene esa red y preocúpate siempre de mantenerla activa, actualizada y útil para todos, no solamente para ti o serás visto como un aprovechador. Y aliméntala con nuevos integrantes que se ganen su espacio; jamás le regales el derecho inmediato a pertenecer a ella. ¿Cómo? Siguiendo el mismo proceso antes descrito y transformando ese nuevo dato en contacto, para luego integrarlo a la red.
¿Te dijeron alguna vez que los amigos se pueden contar con los dedos de una mano? No resulta extraño que aquí ocurra algo similar. Tu primera red de contacto está conformada por un par de amigos, algún familiar y algunos integrantes de las redes de otros en los que te has ganado el derecho a participar. Crear la tuya y crecer con ella es el gran desafío que debes abrazar.
Y no te dejes engañar por tus amigos en Facebook, los seguidores de Twitter, la cantidad de contactos en LinkedIn, ni por cualquier número que informe la cantidad de personas que forman parte junto a ti de alguna red social. Tu verdadera y efectiva red de contactos probablemente jamás podrás representarla de una forma tangible, ni tener una única forma de comunicación con ellos.
Crear redes propias y sumarte activamente a otras suele ser una inversión de tiempo másefectiva que todas las reuniones y correos electrónicos que puedas tener sin una visión a largo plazo. ¿Qué esperas para crear y alimentar tu propia red de contactos?
