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Asamblea Constituyente y plebiscito

Jaime Fuentealba
Por : Jaime Fuentealba Consejero Regional Metropolitano
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l actual Congreso Nacional carece de facultades constitucionales para redactar una Nueva Constitución. No sólo ello, sino que actualmente carece de la suficiente legitimidad democrática para elaborar la Ley Fundamental, debido a la crisis ética y distorsión provocada por la extensa lista de parlamentarios que cometieron fraude para ser electos, sin perjuicio que, además, su composición es fruto de un sistema electoral que ha sido eliminado, precisamente por antidemocrático.


Después de largas discusiones jurídicas y políticas sobre los mecanismos para dictar una Nueva Constitución, se ha ido configurando un significativo consenso de que el nudo constitucional se resuelve mediante un plebiscito. Para ello es necesario introducir una reforma a la Constitución que admita esa convocatoria.

Sin embargo, también persiste una gran y trascendental diferencia entre quienes plantean el plebiscito como mecanismo para aprobar un texto de constitución redactado por una Comisión Bicameral del Congreso Nacional o una Comisión de Expertos, versus quienes proponemos que el Plebiscito sea para aprobar o no la convocatoria a una Asamblea Constituyente.

La propuesta de formar una Comisión Bicameral del Congreso Nacional para redactar un Proyecto de Constitución pretende torcerle la nariz a la democracia.

Es necesario señalar que conforme a los principios esenciales de la democracia, la soberanía popular reside en el pueblo.

En Chile, es el pueblo quien detenta la potestad de dictar la Constitución Política de la República, toda vez que estas facultades no han sido delegadas en mandatario alguno.

El actual Congreso Nacional carece de facultades constitucionales para redactar una Nueva Constitución. No sólo ello, sino que actualmente carece de la suficiente legitimidad democrática para elaborar la Ley Fundamental, debido a la crisis ética y distorsión provocada por la extensa lista de parlamentarios que cometieron fraude para ser electos, sin perjuicio que, además, su composición es fruto de un sistema electoral que ha sido eliminado, precisamente por antidemocrático.

Conforme a los principios fundamentales de la democracia, resulta imprescindible consultar a los chilenos si quieren que se forme una Asamblea Constituyente para redactar una Nueva Constitución.

La disyuntiva política sobre quien formula la Nueva Constitución, o una Comisión Bicameral o una Asamblea Constituyente, es un tema no menor para el Partido Socialista de Chile y pasa por el resultado de la próxima elección de su directiva.

Ello es una de las razones fundamentales por las que hemos conformado la Lista Tercera Vía, Socialistas por la Asamblea Constituyente, en la cual postulo a la dirección del Partido Socialista.

La Tercera Vía reúne a la izquierda del socialismo chileno que lucha para que el PS vuelva a ser una fuerza dirigente de las transformaciones. Estimamos que en este nuevo ciclo, los cambios se deben realizar con participación, con apoyo social, con las fuerzas y movimientos sociales organizados y movilizados impulsando transformaciones profundas en materia social, económica, medio ambiental y política.

No puede haber gatopardismo en las actuales circunstancias. O se está por la democracia, por la participación efectiva de los militantes, por una definición institucional de Chile a través de una nueva Constitución originada en una Asamblea Constituyente como expresión soberana de todos los chilenos o, como algunos candidatos lo sostienen a diario, se está por la omisión y la ambigüedad, por la negociación del mandato popular a espaldas del mismo. La disyuntiva es política y doctrinaria, y no una simple diferencia de opiniones.

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