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Congreso progresista en Educación: aportes al debate en Chile

María Victoria Peralta
Por : María Victoria Peralta Académica U.Central y Premio Nacional de Educación
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1.- Los aportes

En la primera semana del presente mes se desarrolló en Barcelona un importante congreso pedagógico, organizado por una de las asociaciones de maestros más antiguas y reconocidas como progresistas en Europa, el cual llevó el nombre de una maestra catalana: Rosa Sensat  que celebraba sus 50 años de existencia dedicadas a la defensa de la educación pública, la formación continua de los profesores y la divulgación del conocimiento pedagógico de más avanzada. Para estos propósitos hace continuas escuelas de estudio, Congresos Internacionales, publica libros y revistas especializadas con aportes de los mayores especialistas en el área, quienes concurrieron en forma significativa a este aniversario.

De esta manera, autores como Gunilha Dahlberg, Peter Moss, Helen Penn, Carlina Rinaldi, Gino Ferri, Philippe Meirieu, entre otros, junto con 1300 asistentes de toda Europa e invitados latinoamericanos, sostuvimos importantes diálogos y aprendizajes mutuos, lo que no es común en eventos europeos que son habitualmente muy centrados en el conocimiento que ellos producen.

De esta manera pudimos, los participantes latinoamericanos, contrastar realidades, saberes y experiencias en relación a nuestra contingencia en el ámbito educacional.

La Presidenta de la Asociación Irene Balaguer, hizo el discurso inicial con una fuerte crítica al modelo neoliberal, señalando cómo este enfoque le ha “robado la infancia a los niños” al convertirlos en máquinas del saber para el consumo. Agregó que se ha hecho una lectura errónea de las nuevas ciencias, como las neurociencias poniéndolas al servicio del modelo utilitario y economicista, anulando la infancia lo que se evidencia en diversas leyes y programas.

A su vez  Peter Moss profesor emérito del Instituto de Educación de la Universidad de Londres, hizo también una fuerte crítica al modelo de educación neoliberal y a sus instrumentos de control homogeneizantes como la prueba PISA, haciendo un llamado a desarrollar alternativas a las políticas existentes. Para ello destacó que “la educación es una práctica política y no técnica” frente a lo cual es necesario preguntarse ¿qué sociedad queremos?, ¿qué niño/as aspiramos?, ¿qué valores debemos favorecer? entre los cuales, la ética debiera estar incluida.

La profesora emérita Helen Penn de la Universidad de East London, hizo una referencia a las evaluaciones que se aplican en los servicios públicos, señalando que casi todas son de tipo externas, estandarizadas y con estimación de costos, lo cual es válido para el sistema, pero señalando que también existen muchas formas de evaluar procesualmente a los niños que a su vez deberían favorecerse como la documentación.

La forma cualitativa de registrar los aprendizajes de los niños/as fue expuesta por varios especialistas, destacando la maravillosa complejidad que implica cada niño, y por tanto, el respeto que cabe frente a lo que hacen y piensan de tal manera de evitar los determinismos.

Por su parte, Gunilla Dahlberg profesora de la Universidad de Estocolmo y una de las mayores especialistas mundiales en el tema calidad de la educación infantil, abordó otra perspectiva en la crítica a las políticas educacionales existentes.  Señaló que la formación de los educadores en la actualidad satisface a la “burocracia” y no a los niños y niñas. Destacó la pobreza de aprendizajes que se están favoreciendo en relación a las prácticas tradicionales de iniciación a los niños a la lectura y escritura, lo que en Chile llamamos “sobre escolarización”. Además mostró ejemplos de trabajos con niños con un enfoque integral, donde estos conocimientos van en contextos significativos donde se desarrollan otros aspectos como la creatividad y la afectividad.

Carlina Rinaldi una de las destacadas representantes de la experiencia del Municipio de Reggio Emilia, reconocida a nivel mundial por su progresismo de ideas y prácticas, resaltó entre los planteamientos pedagógicos siguiendo el posmodernismo de Malaguzzi,  “el valor de la incertidumbre incita a buscar al otro”, expresando que “la ciencia más bella es la que busca, por lo “que es siempre una respuesta transitoria”. De esta manera planteó la necesidad de “destruir las dicotomías y que los educadores deben ser agentes culturales de una cultural del plural”.

Esta última participación tuvo en los cursos que se ofrecían una interesante continuidad a través de un sugestivo título: “¿Puede haber Reggio fuera de Reggio?” Ante lo cual se concluyó que no, porque esta propuesta educativa italiana fue creada para esa realidad y cultura y que incluso el intento que se quiso hacer en Barcelona hace unos años, no resultó por esas razones. Se señaló que puede haber inspiración en sus principios y criterios, pero que es imposible copiarla, algo sugestivo para muchos que están en ello o que actúan de esa manera.

Siendo muchos los aportes de este congreso, nos gustaría dar cuenta de los de tipo práctico-contractual que tuvimos con los educadores catalanes municipales. Sus contratos son de 37 horas y media que se desglosan en 5 frente a niños, más una hora diaria de planificación en el centro y 7 horas y media de trabajo en la casa para estudiar, investigar, ir a museos, etc. A su vez, la cantidad de niños con que trabajan es 20 por sala.

Nos parecen interesante dar a conocer estos antecedentes que son similares en Europa, no sólo para comparar con nuestra realidad, sino para mostrar las condiciones a partir de las cuales se extrapolan a nuestro país programas, estándares o modelos evaluativos, sin considerar las enormes diferencias en que éstos se han construido y que por tanto, es probable que no funcionen adecuadamente en nuestros contextos, ni entregar información válida éticamente sobre  resultados.

En Chile nos encanta copiar lo que otros hacen; de esta forma “importamos” acríticamente todo tipo de ideologías, modelos, programas,  evaluaciones, etc. Sin considerar que lo que se toma como referencia no es “inocente”. Muchas veces  son modelos que convienen al neoliberalismo los que se difunden, imponiendo su ideología e instrumentos los cuales no constituyen un referente del pensamiento más avanzado, de los cuales aprenderíamos más. Ello, porque estos  países ya han pasado o están saliendo de estas experiencias con la reflexión y crítica necesaria de sus pensadores progresistas, actitud que nosotros generalmente evitamos para quedarnos con lo llamativo o la “moda” que nos venden.

Parte importante de la Europa que piensa y que no le hace el juego al peso del poder y del dinero, tiene claras las consecuencias nefastas de la ideología neoliberal para la educación de los niños. Incluso hay algunos autores que hablan de la “Pedagogía lenta” como forma de paliar estos modelos del resultado fácil, homogéneos y “exitosos” para detenerse en lo que “es invisible a los ojos”, tal como decía “el Principito” y Federico Froebel creador de los “kindergártenes” en 1826.

En la discusión de la reforma actual que -sin dudas- es una oportunidad de cambiar muchas amarras, errores y faltas de confianza que se han ido instalando en el transcurso de los diversos gobiernos y sus políticas, considero que esta revisión de la educación que se ha hecho en Europa es un insumo importante para la reflexión nacional.

Por ello,  he tratado de transcribir algunos de sus aspectos más relevantes que se pueden consultar en la página web de la asociación y en la numerosa bibliografía que producen, entre ellas la revista “Infancia Latinoamericana” que coordina la destacada educadora chilena, dra. Ofelia Reveco.

La declaración final del congreso: “Una escuela nueva para unos pueblos libres”, pareciera ser un llamado a la acción para pueblos jóvenes como los nuestros, pero es la vieja Europa que una vez más reflexiona sobre sí, labor que debería ser permanente entre nosotros en vez de gastar tiempo en reproducir modelos fuertemente cuestionados y fracasados, que traen ocultamente su peligroso mensaje.

Sociedades más humanas en lo profundo donde se busca el bien común, ciencias en función de la humanidad, educadores tratados digna y profesionalmente, escuelas amables para liberar, potenciar y atender las diversidades junto con el respeto integral a la niñez, sus familias y culturas, son algunos de los aspectos que confrontamos y revalidamos los educadores latinoamericanos que asistimos.

Por mi parte, nuestra actitud fue la de dialogar y de mostrar lo que se hace en la región, ya que creo que por efectuarse muchas veces en situaciones muy difíciles, puede ser también un aprendizaje para otros. Sentimos ese respeto y reconocimiento desde los especialistas y maestros europeos que en condiciones mucho mejores hacen sus avances.

Ahora es nuestro turno de hacer, difundir  e invitar a todos a seguir  construyendo nuestros caminos para una mejor educación para nuestros niños y niñas, siguiendo los pasos que los destacados maestros-pensadores Pablo Freire, Emilia Ferreiro, Viola Soto y tantos otros conocidos y anónimos que han señalado en nuestra América.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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