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Colusión y libre mercado


Los consumidores chilenos hemos aprendido más en estas semanas sobre la colusión en los mercados que en varios años precedentes.

El secreto mejor guardado en Chile es por qué Wal-Mart la cadena supermercadista más grande en el mundo, ha demorado tanto en entrar a la competencia en precios.

Efectivamente, hace cinco años Wal-Mart adquirió el 50% de la cadena Lider, propiedad de la familia Ibáñez. Durante todos estos años los artículos propios de Walmart, los que se venden en sus supermercados en EE.UU., solo figuraron en un pequeño estante con mostazas, mermeladas y artículos para aperitivo en los supermercados Lider más grandes. Hace un año, Wal-Mart tomó el control total de la cadena Lider y, finalmente este viernes 6 de noviembre, por fin se inició la venta con descuentos de los productos electrónicos y de línea blanca. Faltan seguramente algunos meses para que aparezca la línea propia de ropa de hombre y mujer a precios de liquidación.

Hace ya un tiempo que, demostrando la ventaja de ser los mayores compradores a nivel mundial de algunos productos alimenticios, iniciaron la venta a un precio fijo de $1.000 pesos de productos alimenticios franceses y españoles. Quesos, salchichas, chorizos, papas fritas y una buena cantidad de productos alimenticios de grandes marcas, a solo $1.000 pesos. ¿Será el comienzo de una guerra de precios para dominar el mercado supermercadista?

Cuando Wal-Mart adquirió el 50% de la cadena Lider, ni el grupo Jumbo-Paria del señor Paulmann , ni el grupo Unimarc , del señor Saieh , ni el grupo Tottus-San Francisco de la familia Solari-Falabella, presentaron ninguna objeción. Tampoco cuando Wal-Mart adquirió el 100% de la cadena Lider. En honor a la verdad, tampoco la objetó Conadecus, la Asociación de Consumidores, pues siempre se pensó que su presencia incrementaría la competencia .

[cita tipo=»destaque»] ¿Aceptarán las autoridades de la libre competencia que Wal-Mart se convierta en el supermercado con posición dominante? ¿Y qué pasará cuando sus competidores no puedan resistir, quiebren o se ofrezcan en venta y Wal-Mart empiece a subir los precios? Interesante panorama para un Tribunal de Defensa de la Libre Competencia y la Fiscalía Nacional Económica.[/cita]

El largo período en que tardó en producirse, es una seria señal de que hubo un acuerdo y que se les dio tiempo a los demás supermercados para prepararse. Ese tiempo parece haberse cumplido.

En otros países, especialmente en Gran Bretaña, el ingreso de Wal-Mart, adquiriendo alguna cadena menor de supermercados ingleses, ha sido resistida y rechazada, pues su poder de compra es tan grande que ninguna cadena menor puede resistirles. En el propio EE.UU. las ciudades más importantes no autorizan la instalación de la poderosa cadena supermercadista dentro del radio urbano de las ciudades, por el temor que se produzca la desaparición del comercio detallista en todo su alrededor. En Chile, la falta de regulación urbana ha hecho que los supermercados y malls estén en el interior de las ciudades y en el propio Santiago, agudizando la congestión vehicular y los espacios de estacionamiento.

¿Aceptarán las autoridades de la libre competencia que Wal-Mart se convierta en el supermercado con posición dominante? ¿Y qué pasará cuando sus competidores no puedan resistir, quiebren o se ofrezcan en venta y Wal-Mart empiece a subir los precios? Interesante panorama para un Tribunal de Defensa de la Libre Competencia y la Fiscalía Nacional Económica.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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