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Rossi, Novoa y el enriquecimiento personal

Juan José Soto
Por : Juan José Soto Agrónomo de la UC, ex Director Fundación Ciudadano Inteligente y de Modernización del Estado.Actualmente consultor Banco Mundial,
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En el Consejo General de la UDI celebrado a principios de noviembre, hubo una posición generalizada de no sancionar a aquellos militantes como el ex senador Novoa que, haciendo uso de formas ilegales de financiamiento de campañas políticas, hubiesen llegado al Congreso Nacional para representar las ideas del partido. ¿La excusa para la no sanción?, que estas personas habían trabajado para el partido y no para el enriquecimiento personal.

Este mes en la revista Qué Pasa, el senador socialista Fulvio Rossi dice textual: “A mí se me han imputado temas relativos a financiamiento de campañas, en ningún caso de corrupción ni enriquecimiento ilícito, yo no me he llevado ni un peso para la casa”.

De los 34 países de la OCDE Chile es el que presenta mayor desigualdad en el ingreso: el 10% más rico recibe 26 veces más ingresos que el 10% más pobre. Y donde, según un estudio de la Fundación Sol, el 70% de los trabajadores chilenos recibe menos de $426.000  mensuales, con muchos trabajadores endeudándose para comprar alimentos. Por otro lado, solo 3 personas de cada 100 reciben sueldos sobre $1.500.000 mensuales.

Si 3 personas de cada 100 reciben ingresos superiores a $1.500.000, los senadores con su dieta bruta de $9.121.806 claramente quedan ubicados en un lugar privilegiado de la tabla de ingresos de los chilenos. Digamos las cosas como son, en Chile el sueldo de un senador es el sueldo de una persona rica.

[cita tipo=»destaque»]Dada la burbuja en la cual vive parte de nuestra dirigencia política, sería bueno preguntarle a ese 70% de chilenos que gana menos de $426.000 si acceder de manera ilegal a un sueldo de $9 millones mensuales financiados con impuestos, es enriquecimiento personal o no. En esa simple pregunta el Congreso quizás encuentre algo de respuesta a la baja aprobación con que cuenta.[/cita]

La pregunta entonces es: ¿cómo se hace para ser electo Senador? Para los casos del ex senador Novoa y el actual senador Rossi, las reglas del juego electoral decían que cada uno de ellos debía competir con un compañero de lista, un compañero de la misma coalición política, con ideas similares, la competencia entonces en general no era UDI-DC o PS-RN, donde las ideas se exponen a los electores y estos definitivamente eligen por modelos de sociedad con claras diferencias, por el contrario, la oferta electoral era elegir entre la UDI o RN, o entre un candidato PS y otro PPD, en el caso de la Concertación.

¿Cómo se gana la opción de ser senador cuando el elector no se enfrenta a elegir entre ideas y programas, sino entre personas? Hay múltiples factores, pero hay uno que definitivamente puede inclinar la balanza: la capacidad de un candidato de levantar financiamiento para su campaña política.

El financiamiento ilegal de campañas permite entonces a aquel que logra levantar fondos de personas o empresas, competir deslealmente con su compañero de lista, y si ambos levantan fondos ilegales, la competencia se transa entonces en el monto total de esa ilegalidad y no en las ideas y propuestas que se hacen a la ciudadanía, que ya de por sí eran poco perceptibles en un esquema binominal. Finalmente habrá un ganador, y ese ganador –como en los casos de Rossi y Novoa– tendrá una dieta parlamentaria total, durante sus años como senador, equivalente a alrededor de $875 millones de pesos.

Dada la burbuja en la cual vive parte de nuestra dirigencia política, sería bueno preguntarle a ese 70% de chilenos que gana menos de $426.000 si acceder de manera ilegal a un sueldo de $9 millones mensuales financiados con impuestos, es enriquecimiento personal o no. En esa simple pregunta el Congreso quizás encuentre algo de respuesta a la baja aprobación con que cuenta.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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