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A propósito del candidato Lagos

Guillermo Rodríguez
Por : Guillermo Rodríguez Profesor E. Básica y Magister en Psicología
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Corría el año 99 y en mi comuna, como en muchas otras, instalaron estratégicamente una fotografía gigante de Ricardo Lagos con los brazos abiertos y la leyenda de 17 caracteres: “Crecer con Igualdad”.

Han pasado 15 años y la evidencia muestra el mediano y poco avance de la tan ansiada y utópica igualdad que ofrecía el candidato.

Ofrecía una educación como pilar de la igualdad, lo que se tradujo en el CAE y abandono paulatino de la educación pública (parvularia, básica, media y superior).

Un Estado protector de las personas y sus familias, eliminando la cárcel para los delitos de colusión. Provocando indirectamente el caso de los pollos, La Polar, farmacias, papel tissue y otros que no se conocen pero el sentido común y el día a día los muestran.

Crecimiento económico respetando el medio ambiente; más democracia, participación y descentralización, etc.

[cita tipo=»destaque»] Quienes votamos voluntariamente debemos tener memoria, nuestros políticos al parecer no la tienen o no les conviene tenerla, pero nosotros debemos poseerla como requisito fundamental no solo por el hecho de ser votantes informados, sino porque cada política pública nos afectará directa o indirectamente.[/cita]

Lo anterior nos lleva necesariamente a realizar una reflexión, ya que quienes votamos voluntariamente debemos tener memoria, nuestros políticos al parecer no la tienen o no les conviene tenerla, pero nosotros debemos poseerla como requisito fundamental no solo por el hecho de ser votantes informados, sino porque cada política pública nos afectará directa o indirectamente. No basta con los atributos de un hombre de Estado, que es una verborrea política y una estampa alejada de la realidad. No basta con las aclamaciones en Icare por parte de los empresarios. No basta con un personaje que levante el dedo y la voz.

Lo que necesitamos es un líder digno de representar a los ciudadanos, que haga primar en sus acciones y políticas el progresismo social bajo las condiciones de un Estado laico, que promueva el desarrollo y economía sustentables tanto para los trabajadores, las materias primas como el medio ambiente. Necesitamos un candidato que entienda la sociedad que se formó durante las décadas del 90 y 2000. No queremos un candidato que negocie arreglos políticos (tanto con el oficialismo como con la oposición) para resguardar el mismo régimen político, sus defectos e influencias. No queremos un candidato más de lo mismo.

En definitiva, necesitamos un candidato(a) que vea a un Chile distinto al de su generación y que forme su candidatura desde los propios ciudadanos y ciudadanas.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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