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Simplemente Renca


Con una clase política en el desprestigio y con la ciudadanía decepcionada, este domingo 13 de marzo la Democracia Cristiana enfrenta elecciones primarias en casi todas las comunas del país para elegir candidatos a alcaldes y concejales.

Renca no es la excepción, es más, me atrevo a pronosticar resultados, ejercicio nada de complicado pues seguramente la participación a nivel nacional será bajísima. El ciudadano “de a pie” no está ni a un metro de ir a votar para seguir manteniendo la colusión entre el político y el empresario.

Pero en mi comuna pasa algo distinto. Es probable que vaya a ser una de las excepciones donde la gente asistirá con entusiasmo a las urnas. ¿Extraño? Quizá un poco, pero no es casual. Acá hay una realidad distinta y aunque me pueda quemar a lo bonzo apuesto con seguridad que Renca será una de las zonas con los mejores resultados de participación.

Todos conocen el cerro con la cruz y el mítico cartel. Quien entra y sale de este país puede ver “Renca La Lleva” al más puro estilo hollywoodense, famosa además por la visita de a primera dama estadounidense Michelle Obama, o por una que otra noticia que aparece en televisión con harto bochinche y parafernalia, todo bien Gringolandia.

Ajeno a esa visión, hay que decir que en Renca se vive una realidad que se aleja de este circo expuesto, pues de gringos no tenemos nada. Y es que en Renca está instalado hace 16 años el “centro social” de la UDI, ese que llegó con el “viva el cambio” de Joaquín Lavín en 1999.

Desde ahí el clientelismo de derecha ha funcionado a la perfección. En esta comuna, el pan y circo se quedó, la gente cambió su voto por una caja de mercadería, la cultura se cambió por shows con vedettos, las canchas para jugar a la pelota son inutilizablemente de tierra, la calidad de los colegios es precaria, en los consultorios faltan especialistas y remedios, las organizaciones sociales se murieron y, por si fuera poco, la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) viene directamente de un reality show.

En Renca nadie puede decir nada, porque la “UDI popular” se mueve con un particular modo matonezco, que nos recuerda todos los días una mini dictadura local. Los funcionarios trabajan amenazados, donde quien alce la voz está condenado a ser removido de su cargo. Algo así como un exilio. Así han nacido varias historias en este último tiempo. Hoy existen funcionarios de la salud despedidos injustificadamente, hay un director de colegio que no le permiten retomar sus actividades tras ganar un dictam en judicial y también tenemos nuestros propios 33, que no son mineros obviamente, sino que profesores que salieron a protestar por la carrera docente y que al retomar sus funciones quedaron atrapados en la cesantía.

[cita tipo=»destaque»] En esta comuna, el pan y circo se quedó, la gente cambió su voto por una caja de mercadería, la cultura se cambió por shows con vedettos, las canchas para jugar a la pelota son inutilizablemente de tierra, la calidad de los colegios es precaria, en los consultorios faltan especialistas y remedios, las organizaciones sociales se murieron y, por si fuera poco, la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) viene directamente de un reality show.[/cita]

En esta comuna, el pan y circo se quedó, la gente cambió su voto por una caja de mercadería, la cultura se cambió por shows con vedettos, las canchas para jugar a la pelota son inutilizablemente de tierra, la calidad de los colegios es precaria, en los consultorios faltan especialistas y remedios, las organizaciones sociales se murieron y, por si fuera poco, la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) viene directamente de un reality show.

Sin perjuicio de lo anterior, cosas distintas están pasando en esta comuna. Desde hace un tiempo Renca está dando un giro, los vecinos están despiertos, informados y movilizados. Al parecer, se dieron cuenta que también es responsabilidad nuestra que los mismos de siempre detenten el poder. La gente sabe que en esta ocasión no sirve quedarse en la casa y que hay que ir a votar.

Después de años jugando al “1, 2, 3 momia es”, es claro que lo comunitario vuelve a tomar vida y que hay personas comprometidas con los vecinos. Directamente desde Aysén, Iván Fuentes, el pescador artesanal que llegó al Parlamento, con una política simple y sencilla, irrumpió en las canchas de Renca en el contexto de la candidatura a alcalde del dirigente social Claudio Castro.

Fuentes, convencido en este proyecto colectivo, viene a dar testimonio de que se puede dar vuelta la historia. Claudio Castro, en el mismo estilo del diputado, habla desde lo cotidiano, acompañando al vecino con los pies en la calle y de forma horizontal, sembrando esperanza y convenciendo de que se puede lograr hacer política verdaderamente para la gente. Así y en este contexto ahora podemos caminar por las poblaciones de Renca y verlos a ambos jugando pichangas con los niños. Claudio e Iván se ven peloteando sin prensa, sin televisión y sin la habitual challa a la que nos tienen acostumbrados. Está política es de una tónica distinta, es amable, contenedora, comprensiva y por sobre todo generosa. ¡Se acabó la extravagancia en Renca! Poco a poco seremos un conjunto más grande que el clientelismo populista. En suma, hoy huele a comunidad.

Este actuar político que escasea por estos días entre tanta corrupción nos ha convencido a mí y a un grupo de jóvenes, quienes decidimos dar esta pelea al lado de Claudio Castro. No adelante ni atrás, sino que al lado. Este es un proyecto que sin duda nos motiva, porque estamos seguros de que la tarea de despertar a los otros renquinos es nuestra.

En las últimas elecciones a alcalde (2012), Renca estuvo casi aún paso de ganarle a esta UDI grotesca. Quizá se ganó, pues quedamos con la sensación de que la elección fue en términos no precisamente transparentes. Este domingo 13 de marzo es nuestra segunda oportunidad. Ni yo ni nadie sabe cuánta gente irá a votar. Eso solo se verá en las urnas. Lo que sí se sabe es que esta primaria puede ser el primer paso para que Renca deje el “La lleva” y dé un giro para que vuelva a ser simplemente Renca.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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