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Retrógrada ley de patrimonio

Por: Paz Serra Freire, Decana Facultad Arquitectura y Construcción Universidad Autónoma de Chile


Señor Director:
En la celebración del día del patrimonio este año 2016, cabe reconocer los esfuerzos que se hacen por conservar el escaso patrimonio arquitectónico en las ciudades chilenas. Los terremotos, la normativa vigente y la falta de políticas públicas en esta materia son causas evidentes de la pérdida patrimonial en Chile. Quizás, de todas las razones la más compleja es la falta de apoyo o subsidio estatal a quienes son propietarios de un bien privado declarado monumento nacional o simplemente de conservación histórica. La ley, que podríamos calificar de retrograda, literalmente inhabilita al propietario al punto de que una declaratoria de Monumentos Nacionales puede convertirse en sinónimo de desaparición de su bien inmueble. Considerando la pérdida de patrimonio económico que eso conlleva a los dueños de la edificación, es un problema sin solución, a no ser que existan modificaciones legislativas. En este contexto, un privado que decida invertir en la conservación de un edificio patrimonial puede considerarse un acto de nobleza y urbanidad dignos de felicitar. Pues, aun cuando un Plan Regulador obligue a la conservación, distinto es restaurar, remodelar, en fin, invertir para dar vida a un edificio de valor patrimonial.

Doblemente valorable, si es que las puertas se abren al uso público, de modo de aportar conocimiento y cultura a la ciudadanía. Este es el caso del edificio de la Universidad Autónoma en el Campus Providencia ubicado en la longeva Avenida Pedro de Valdivia, el cual a través de un moderno edificio de elegante estructura que combina mármol y hormigón blanco, tiene la sutileza de retranquearse y modelarse para realzar dos edificaciones patrimoniales, la capilla del Sagrado Corazón de Jesús y la antigua Casa Europa, hoy “Casa Autónoma, arte y cultura”.

Apostar voluntariamente en el rescate de la huella histórica, arquitectónica y patrimonial de una ciudad, no es un acto frecuente, sino más bien un acto inusual, meritorio de celebración y reconocimiento. Necesitamos muchas instituciones que pongan en valor la historia, la belleza, el sentido de espacio público y la cultura al servicio de la comunidad. Como arquitecta con trayectoria en conservación patrimonial, presento a la Universidad Autónoma de Chile como un buen ejemplo, ello más allá de mi participación como miembro activo de esta institución de educación superior.

Paz Serra Freire, Decana Facultad Arquitectura y Construcción Universidad Autónoma de Chile

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