La idea de que en el mundo sólo existen cinco países que prohíben el aborto en toda circunstancia está muy extendida. El mensaje del proyecto presentado por el gobierno, cuya discusión se lleva a cabo actualmente en la Comisión de Salud del Senado, recurre a este supuesto dato para mostrar la necesidad de aprobar el aborto: “La normativa vigente sobre interrupción del embarazo, que la prohíbe sin excepciones (…) sitúa a nuestro país como uno de los cuatro en el mundo que lo criminaliza en todas sus modalidades, además de El Vaticano: Chile, Nicaragua, El Salvador y Malta.” (p. 2.). Asimismo, es uno de los argumentos más recurrentes entre los partidarios del aborto, que reclaman para que Chile deje de estar en esta especie de lista negra.
Sin embargo, esta idea es falsa, y vale la pena explicar la tremenda confusión que existe al respecto.
Antes que todo, debemos aclarar que, al hablar de aborto, nos referimos a aquella conducta dirigida a termina con la vida del que está por nacer. Es decir, el aborto busca eliminar directamente al ser humano en gestación, por lo que cualquier acción que no tenga este objetivo, no puede calificarse, según la legislación sanitaria (artículo 119 del Código Sanitario), la ética médica (artículo 8 y 9 del Código de Ética del Colegio Médico) y nuestro derecho penal (artículo 342 del Código Penal), como aborto.
[cita tipo=»destaque»] La idea de que son sólo cinco los países en el mundo que prohíben el aborto sin excepción es absolutamente falsa. Según lo visto, son muchos más los países que se encuentran en la misma situación que Chile. Todo lo dicho, por cierto, no constituye en sí mismo un argumento para aprobar o rechazar el aborto, pero sí es útil para tener presente las diversas falacias (hay más) que han ido apareciendo durante la tramitación. [/cita]
Ahora bien, cuando se insiste que Chile es uno de los cinco países retrógrados que prohíben absolutamente el aborto, se hace referencia a un mapa elaborado por el Centro de Derechos Reproductivos (institución que promueve el aborto). El mapa contempla cuatro categorías según las leyes de aborto en el mundo: i) para salvar la vida de la mujer o prohibido totalmente; ii) para preservar la salud; iii) razones socioeconómicas; iv) sin restricción en cuanto a la razón. Nuestro país se encuentra en la primera categoría, junto a otros más de 60 países.
Un análisis riguroso de las legislaciones de los países que se encuentran en la primera categoría- para salvar la vida de la mujer o prohibido totalmente-, arroja una conclusión absolutamente diferente a la formulada por el proyecto de ley y por los promotores del aborto. En efecto, lo cierto es que la gran mayoría de las legislaciones de estos países prohíben el aborto sin excepción, y sólo permiten lo que la doctrina ha denominado como el “voluntario indirecto” y que en Chile se practica conforme a la lex artis médica: intervenciones médicas que tiene por objeto salvar la vida de la madre pero que, como efecto secundario y no querido, se produce la muerte del feto. Es el caso, por ejemplo, de Paraguay, cuya Constitución protege la vida del que está por nacer desde la concepción (artículo 4) y su Código Penal prohíbe el aborto en toda circunstancia (artículo 349), pero también permite las interrupciones médicas para salvar la vida de la madre aun cuando produzcan indirectamente la muerte del feto (artículo 352).
En conclusión, la idea de que son sólo cinco los países en el mundo que prohíben el aborto sin excepción es absolutamente falsa. Según lo visto, son muchos más los países que se encuentran en la misma situación que Chile. Todo lo dicho, por cierto, no constituye en sí mismo un argumento para aprobar o rechazar el aborto, pero sí es útil para tener presente las diversas falacias (hay más) que han ido apareciendo durante la tramitación.
