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La discutida agenda corta antidelincuencia

Rosario Pérez
Por : Rosario Pérez Periodista, Directora COVES Océano. Jardín del Mar. V Región
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Hace bastante tiempo que vemos y escuchamos en todos los medios que la agenda corta anti delincuencia va arreglar en parte los graves problemas de seguridad que se viven hoy a lo largo del país, y muy especialmente en nuestra ciudad de Viña del Mar. Me ha tocado recibir el reclamo de vecinos de todos los sectores, desde los más humildes, hasta los más acomodados, entre los que la inseguridad es la misma, e igual la impotencia de ver cómo la delincuencia invade los barrios y se apodera de todo.
La agenda corta es un concepto usado en este caso para aprobar una ley que en el más breve plazo posible, reúna aspectos relevantes en materia de seguridad, entregando mayores facultades a Carabineros para ejercer su rol, hoy tan injustamente cuestionado.

Hay muchas voces que critican y señalan que esto no solucionará el problema de la delincuencia. Es posible, pero se puede contra argumentar de que ayudaría bastante a mejorar el actual escenario en que nos encontramos. Si bien no podemos eliminar la delincuencia, sí podemos disminuir la sensación de inseguridad y reforzar la labor de las policías.

Por ejemplo, si actualmente un sujeto roba con violencia o da muerte a su víctima, tiene asignado en la ley una pena de 10 años y un día, la cual puede ser bajada por el juez debido a su irreprochable conducta. Con la agenda corta esta situación cambiaría, ya que el mismo sujeto que dio muerte a su víctima tendría una pena de 15 años y un día (es decir, 5 años más); y el juez NO estaría impedido de aplicar ningún tipo de rebaja que lleve la pena a grado inferior al mínimo.

Otro ejemplo concreto, hoy la ley no sanciona a las empresas que puedan vender artículos robados. Con la nueva legislación, sí habrá sanción para quienes vendan o comercialicen especies robadas o respecto de las cuales no puedan acreditar su procedencia. Esto que puede ser sencillo y evidente, permitiría cortar el círculo del delito, donde actualmente todas las partes se ven beneficiadas y se produce un verdadero comercio encubierto de especies que hace lucrativo el negocio de robar mediante una amplia y libre circulación comercial.

Esta ley también permitiría dar una eficiente protección a los testigos en una investigación, que muchas veces se ven fuertemente amenazados y coartados de ejercer su función. Lo mismo en las libertades condicionales, donde se exigirá subir a dos tercios de cumplimiento de pena para quienes deseen postular a este beneficio.

Lo que parece insólito es que actualmente no se considera un peligro especial, que el sujeto detenido por un delito, tenga, además, una orden de detención pendiente, y que por ello NO se pida –y se conceda efectivamente- prisión preventiva. Sin embargo con la agenda corta SI será considerado como un hecho grave el contar con una orden de detención pendiente, lo que le permitirá al juez dejarlo en prisión preventiva, por considerarlo un peligro para la sociedad.
Existe otro sinnúmero de ejemplos positivos acerca de cómo la agenda corta perfecciona la actual legislación, aunque sin duda el más polémico ha sido el control preventivo de identidad.

[cita tipo= «destaque»] Más de 66 mil chilenos con órdenes de detención caminan por la calle igual que usted, y probablemente se puedan cruzar con su vida o la de su familia influyéndola negativamente de manera casi impune. Por tanto, parece cuerdo otorgar a Carabineros la facultad para poder pedir la identificación y con ello verificar que usted o quien camina a su lado no sea uno de esos 18 mil chilenos que gozan de libertad, aún cuando son requeridos por la justicia. [/cita]

Quienes se oponen a otorgar a Carabineros mayores facultades lo llaman “detención por sospecha”, aunque está lejos de parecerse a ello. Por el contrario, la ley quedó tan estricta que será difícil que un carabinero pueda abusar de esta herramienta, y si lo hace tiene las penas del infierno, que llegan incluso a la destitución.

Más de 66 mil chilenos con órdenes de detención caminan por la calle igual que usted, y probablemente se puedan cruzar con su vida o la de su familia influyéndola negativamente de manera casi impune. Por tanto, parece cuerdo otorgar a Carabineros la facultad para poder pedir la identificación y con ello verificar que usted o quien camina a su lado no sea uno de esos 18 mil chilenos que gozan de libertad, aún cuando son requeridos por la justicia.

Al igual que cuando usted maneja y un carabinero lo detiene para pedir sus documentos, usted tiene que tener la misma voluntad para identificarse con la autoridad y sacrificar, así, un minuto de su tiempo en pos de un objetivo superior, que es la seguridad de todos.

Hay que entender que la sociedad está hecha no sólo de derechos, tan defendidos en estos tiempos, sino que también de deberes. Por tanto, si somos ciudadanos con derecho a protestar también tenemos la obligación y el deber de cumplir con la autoridad.

Es de esperar que la agenda corta ayude en algo a frenar la delincuencia cada vez más descontrolada. De todas formas, la agenda anti delincuencia debe seguir reforzándose esta vez con una agenda larga que permita cambios más de fondo.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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