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Lo que dijo la CEP: que se vayan todos

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Jorge González
Por : Jorge González Ph. D. Profesor Universidad Adolfo Ibáñez (Valparaiso, Chile)
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De tener que resumir en una frase qué dijo la CEP, esta debe ser: que se vayan todos. Puede ser injusto, pero para aquellos que nos dedicamos a las encuestas y sus análisis, la metodología implementada y los resultados reportados son irrefutables: la mayoría perdió la confianza en la clase política. Las aspiraciones, percepciones y preferencias ciudadanas pueden ser irreales e injustas y tratar de satisfacerlas puede llevar a políticas ineficientes o inmorales, pero es necesario considerarlas cuando se está tratando de analizar y predecir las conductas ciudadanas, particularmente las electorales.

Si las instituciones políticas de Chile fueran similares a las prevalecientes en la mayoría de los países de mayor madurez democrática, como, por ejemplo, las democracias parlamentarias europeas o el Japón, con estos números, el líder del gobierno se habría visto obligado a renunciar. Lo mismo respecto a la oposición; con ese nivel de descrédito de los líderes, se les habría hecho imposible enfrentar desafiantes, menos (o no) afectados por el rechazo ciudadano.

Entre las ventajas de los sistemas parlamentarios, una de las más apreciadas es su mayor flexibilidad para resolver situaciones como las que nos muestra la CEP. Pero entre las democracias más avanzadas que Chile, hay una que también tiene un sistema presidencial, los Estados Unidos. Sin embargo, debe recordarse que cuando el presidente Nixon renunció en agosto de 1974, su nivel de aprobación era del 24%, nueve puntos por sobre lo que tiene hoy la Presidenta Bachelet.

[cita tipo=»destaque»]Si las instituciones políticas de Chile fueran similares a las prevalecientes en la mayoría de los países de mayor madurez democrática, como, por ejemplo, las democracias parlamentarias europeas o el Japón, con estos números el líder del gobierno se habría visto obligado a renunciar.[/cita]

En lo que corresponde al futuro próximo y las adhesiones a los presidenciables, los ex presidentes Lagos y Piñera aparecen entre los con mejores posibilidades. Como ambas alternativas serían envidiadas en la mayoría de las naciones en Latinoamérica (si no en todas) y los dos han anunciado su voluntad de revertir los excesos populistas implementados en la actual administración: son mejores noticias.

Finalmente, al analizar los niveles de aprobación (o falta de ella) de los presidenciables, resalta que aún no haya aparecido un desafío suficientemente amenazante a quien ostenta las mejores posibilidades (S. Piñera).

En la izquierda, el apoyo a Lagos es lo suficientemente bajo, que permite predecir la emergencia de competidores tanto desde los sectores más radicales como desde los sectores moderados que reivindican lo logrado durante la Concertación.

Más aún, en la centroderecha, la CEP permite plantear que, de emerger una candidatura no afectada por la desconfianza ciudadana, sus opciones serían promisorias. Esto por cuanto el juicio emitido por la mayoría ciudadanía es claro: preferiría que se vayan todos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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