Publicidad

Debate sobre el rodeo

Publicidad
Por: Sebastián Vásquez R.. Periodista


Señor Director:

Se podrá sostener que el rodeo chileno es una tradición con arraigo histórico en el país. Nadie lo duda. De hecho, convertido en deporte nacional en 1962, se ha extendido como el segundo deporte que más público convoca. No obstante, son cada vez más las personas que, sorteando el peso de la costumbre, ven en el rodeo una muestra evidente de maltrato animal; una suerte de fiesta primitiva donde los asistentes aplauden los embates contra un ser indefenso (el novillo), que poco puede hacer frente a las arremetidas de otros animales inocentes (los caballos), que solo obedecen a sus jinetes. Porque golpes son golpes, aunque éstos sean “aminorados” por sacos acolchados o que se excuse que el novillo pasará una sola vez en su vida por la medialuna.

Y si bien la ley no considera esta práctica como maltrato animal, el debate ya se inició y seguirá creciendo hasta llegar el momento en que éstas terminen siendo condenadas mayoritariamente de la mano de nuestros propios hijos o nietos, tal como ha ocurrido en el pasado con otras costumbres coloniales.

El mundo evoluciona y la mirada humanista es cada vez más consciente de que el maltrato animal no solo se configura en heridas sangrantes o quejidos de dolor, sino en todo comportamiento que cause un dolor innecesario o estrés a un ser viviente. Porque en tiempos en que muchos marchan para celebrar la vida o exigir derechos, parecemos olvidar que los animales también son seres vivientes, que sienten y sufren. Tal como nosotros.

Sebastián Vásquez R.
Periodista

Publicidad