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La copa llena

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Por: Pedro Cuevas, gestor cultural


Señor Director:

Las palabras pueden ser tan filosas como la espada de un samurái, también pueden ser blandas o simplemente ridículas. Entre lo sublime y lo ridículo hay una línea muy delgada. Decir lo correcto a veces vale callampa. Decir lo correcto a veces suena aburrido como las declaraciones de las autoridades después de una ceremonia pública, nadie espera otra cosa que lo obvio.

En estos días de celebración lo que cuenta es pasarlo bien. Cada cual con su parrilla, la copa llena y un buen zapateo.

Finalmente las fiestas patrias son nuestro gran carnaval, de Arica a Magallanes Chile es una catarsis.

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