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Chiloé: el fantasma de una política de desarrollo turístico


Una notoria y explosiva construcción de cabañas que de dos en tres brotan por los campos de Chiloé, indican que el turismo es un camino de desarrollo que muchos eligen espontáneamente. Una industria verde que avanza sin planificación territorial, ni información articulada en una estrategia que perfile el territorio en su vocación como destino turístico.

¿Cuál fue el resultado de la Estrategia de Turismo que durante un año trabajó INFYDE ID, consultora internacional? Las reiteradas consultas a Pedro Bahamondes, ex gobernador provincial y a la Gestora del Destino Chiloé, Viviana Guzmán, fueron respondidas siempre con un vasto silencio. Así lo observó Antonio Faúndez, Presidente de la Asociación Nacional de Periodistas en Turismo, APTUR Chile: “Nuestra preocupación por la falta de información oficial en torno al Plan Estratégico de Desarrollo Turístico de Chiloé, se debe a que jamás recibimos una respuesta de la autoridad, lo cual es lamentable. En la oportunidad se les formularon a Pedro Bahamondes y a Viviana Guzmán, una serie de preguntas en torno al plan y las inversiones realizadas para la operativa del Pan de desarrollo. Se especificó que una respuesta de la Gobernación era necesaria para poder informar a la ciudadanía y asegurar el desarrollo equitativo de esta industria verde; tal como lo ha sido, y lo es, en el resto del país donde existe un Plan de Desarrollo Sustentable con claras y precisas metas, plazos y programas de inversión. La articulación y gestión de recursos geográficos, productivos y culturales en políticas que abarquen a todos los impulsores del turismo (micro, pequeños y medianos empresarios), estimula y potencia el crecimiento del Destino como una unidad», especificó el titular de la entidad.

[cita tipo= «destaque»]Una notoria y explosiva construcción de cabañas que de dos en tres brotan por los campos de Chiloé, indican que el turismo es un camino de desarrollo que muchos eligen espontáneamente. Una industria verde que avanza sin planificación territorial, ni información articulada en una estrategia que perfile el territorio en su vocación como destino turístico.[/cita]

Hasta aquí son muchas las Estrategias de Turismo costeadas para Chiloé, pero pocos los resultados. Primero fue el PROFO turístico encargado por el BID a la economista Katherine Hall (Q.E.P.D), quien en equipo con la agrónoma Patricia Jiménez (Q.E.P.D) y la artista Marisol Bergman, entre otros, levantaron un detallado Plan para todo el Archipiélago en el 2000. En julio 2007, el presidente de la Asociación de Municipalidades de Chiloé, Carlos Gómez, anunciaba: “Antes de seis meses la provincia debería contar con una política de desarrollo turístico que fortalezca y ordene la oferta”. En 2009, se le superpone la Estrategia Regional del Intendente Sergio Galilea con la idea de instalar un instrumento de planificación para un desarrollo territorial equitativo. En 2011 Chiloé se declara “Región Turística” que tendría como eje de crecimiento económico, la “Inteligencia de Destino”. Hasta el último, en 2015, donde se crea la “Política Regional de Turismo e Imagen Región”, y la Gobernación Provincial opta, paralelamente, por un plan propio basado en el programa Corfo, “Iniciativas de Fomento Integradas, IFI”. Le destinan 800 millones de pesos, informados en la Cuenta Pública Anual 2015 de la Intendencia Regional (página 22). Su operativa se licita a la Gerente del Destino Chiloé, Viviana Guzmán, bajo el paraguas de Sernatur. Santiago Véjar, ex asesor de turismo para la Gobernación, lo explica en su momento: “Son 800 millones de pesos sólo para turismo. El IFI trabaja con la Red Municipal de Turismo quien se encarga del nivel comunal. Estamos conscientes que se puede mejorar el alcance de las convocatorias, pero esto no es competencia de la Gobernación”. Para APTUR, la participación de emprendedores rurales y otros no convocados a estas y otras redes, como la Corporación de Desarrollo de Turismo Sustentable, les impide acceder a información crucial para el progreso del territorio como valor turístico y frena el acceso equitativo a los fondos que la impulsan. La Asociación enfatiza que además de informar sobre apoyos e incentivos, esta área requiere de una gestión activa que difunda la información territorial: “Cuando el turismo se aborda como una industria y no como una actividad, resulta clave gestionar geografías y valores culturales para divulgarlos entre y hacia públicos pertinentes. Partiendo por lo básico: disponer en las plazas mapas comunales que orienten hacia rutas asociativas, sitios de interés, horarios de transportes náuticos y terrestres; actividades en centros culturales y artísticos; exhibiciones en museos y galerías; encuentros comunitarios -todo el año- incluyendo, especialmente, a sectores rurales e islas lejanas; fomentando lo novedoso, como un turismo náutico entre sectores marinos”.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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