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El Chile de las buenas ideas y malas prácticas

Alejandro Ross Guerrero
Por : Alejandro Ross Guerrero Estudiante de Magister de Economía y Políticas Públicas, Escuela de Gobierno, UAI.
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Luego de leer la columna publicada por Ciper Chile donde Don Gerd Rath Tegtmeier cuenta cómo AFP Capital le reducía sin escrúpulos su pensión (incumpliendo el monto pactado) luego de haber cotizado sin lagunas por 40 años, por el monto máximo de cotización e incluyendo aportes voluntarios; me hace pensar en cómo el sector privado hace uso y abuso de “lo legal” y haciendo de las malas prácticas algo cotidiano. Don Gerd hizo todo lo que le pidieron y más, pero el oportunismo de algunos siempre va un paso adelante.

Al igual que con el modelo School Choice para la educación escolar o el sistema privado de educación superior, con el sistema de pensiones se nos presentaron ideas vanguardistas y de primer nivel con promesas tan atractivas que no podríamos haber rechazado (paradójico estando en dictadura). Hoy, a más de 30 años de estas ideas, nos damos cuenta que aun cuando estamos haciendo todo como se nos dice, existe esa cláusula con la que vamos a salir perdiendo.

Es así como buenas ideas como las antes mencionadas terminan por parecernos los peores sistemas “capitalistas y neoliberales” que tanto odiamos como sociedad (lo pongo entre comillas para denotar que los modelos implementados en Chile están lejos de las ideas liberales originales), sin embargo, muchas veces el modelo en su origen está muy bien pensado y son quienes les ponen las manos encima los que terminan haciendo de éstos un simple medio para aumentar su utilidad, generando artículos y cláusulas que les permiten hacer cobros, obtener garantías, traspasar riesgos, etc. para lograrlo. Cabe recordar que una política pública como las pensiones, de salud o laborales deben tener “consideraciones públicas” por definición.

[cita tipo=»destaque»] Así es como en nuestro país en 30 años hemos podido mostrar la peor cara de las mejores ideas. Sin excusar a ideas que son malas en sí mismas, mucho de lo anterior está dado por el oportunismo y las malas prácticas tanto del sector privado como del Estado, el cual, como ente regulador no ha hecho más que consolidarlas y hacerlas parte del funcionamiento del país.[/cita]

Así es como en nuestro país en 30 años hemos podido mostrar la peor cara de las mejores ideas. Sin excusar a ideas que son malas en sí mismas, mucho de lo anterior está dado por el oportunismo y las malas prácticas tanto del sector privado como del Estado, el cual, como ente regulador no ha hecho más que consolidarlas y hacerlas parte del funcionamiento del país.

Así es como en nuestro país en 30 años hemos podido mostrar la peor cara de las mejores ideas. Sin excusar a ideas que son malas en sí mismas, mucho de lo anterior está dado por el oportunismo y las malas prácticas tanto del sector privado como del Estado, el cual, como ente regulador no ha hecho más que consolidarlas y hacerlas parte del funcionamiento del país.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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