Publicidad

Carta a Benito Baranda para que sea candidato

Esteban Valenzuela Van Treek
Por : Esteban Valenzuela Van Treek Ministro de Agricultura.
Ver Más


Querido Benito:

Me he decidido a escribirte y de manera pública: no hay tiempo y ambos somos de los “muy ocupados” que nos inventamos trabajos en  ese mesianismo programático de tratar de construir el Reino de Justicia y Fraternidad “aquí y ahora”. Los pobres de distinto tipo no pueden esperar: campamentos, migrantes, pueblos indígenas, regiones, vecinos de barrios violentos, minorías, campesinos, ciudades contaminadas, drogas duras.

Deberías pensar lo de ser candidato porque la política requiere un viraje que tú puedes conducir por tus virtudes: gestión directiva, escuchar con acción, probidad, austeridad, visión de mundo e inserción popular, formación y sueños trascendentes. Es posible crear una mayoría social y política que converja en un  pacto amplio con los estudiantes, regionalistas, verdes, disidentes, personas desencantadas de las coaliciones que no logran la autonomía de poderes fácticos para transformar las cosas con  fuerza, sumando y con gestión sustentable.

Tu probidad te hace libre de presiones y de la manipulación de los grupos económicos u otros intereses muy parciales.

Tu gestión en el Hogar de Cristo y América Solidaria muestra una pragmática de motivar, recolectar, gastar bien y multiplicar.

Tu capacidad de escuchar para producir pactos mayores por políticas, con capacidad de acción que respeta sujetos colectivos.

Tu sólida formación psicológica para observar y animar personas, manteniendo preguntas para el aprendizaje.

[cita tipo=»destaque»]Hay un tiempo para  cada cosa, como dice el Eclesiastés. Y a veces toca  ensuciarse sin ser sucios para caminar y transformar, además de “hacer líos” y cuidar el medio ambiente, como incita el Papa Francisco.[/cita]

Tu vida de austeridad en una familia extendida que es vital para gobernar sin despilfarro y duplicidades.

Tu trato en regiones te lleva asentir las brechas y a sentir la urgencia del empoderar para desarrollar.

Tu combinación de trabajo de base, inserto desde los pobres y los territorios que permite influir en espacios de poder con agenda y sentido.

Tu utopía concreta de solidaridad, libertad con responsabilidad y fraternidad, sin miedo al otro, creyente y no creyente, chileno o extranjero, cercano o lejano.

No está fácil el escenario: quieren repetir políticas con aciertos pero muchas omisiones   de reformas estructurales que no hicieron ni harán por el vínculo al gran capital en un país que requiere un salto en justicia.

Ex presidentes muestran mucha atadura a los fácticos de siempre. Sin autonomía del gran capital no habrá justicia estructural como lo pedía Alberto Hurtado en 1950. Otros han opinado con valor pero no sabemos de su foco en gestión, eso de lidiar con las demandas enormes y los recursos débiles, logrando focalizar, producir y realizar. Candidaturas valiosas con agendas interesantes pero que no tienen experiencia en gestión. Hay figuras que muestran coherencia pero atrapadas de los mismos actores de siempre. Te propondré como candidato para un pacto amplio transformador, social, y amable que constituya con fuerza y verdad una mayoría social y política que la anime.

Hay un tiempo para  cada cosa, como dice el Eclesiastés. Y a veces toca  ensuciarse sin ser sucios para caminar y transformar, además de “hacer líos” y cuidar el medio ambiente, como incita el Papa Francisco.

En el mundo regionalista verde en que me muevo estamos en debate y muchos vemos tu nombre sin idolatrías banales. Sabemos que contigo se puede construir sin vanidad, con compromiso y diálogo horizontal. Una candidatura federalista y sencilla.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad

Tendencias