Hace algunos días en Valdivia, Miguel, papá de Antonella, hablaba de los avances que notaba en su hija desde que ella asiste al jardín Manuel Rodríguez de Integra. Comparaba el antes y el después. Un papá destacando los progresos de su hija en una ceremonia de inauguración de su jardín infantil, constata el cambio cultural y social de nuestro país, el impacto de un establecimiento educacional en una comunidad de la Región de Los Ríos. Impacto que se está multiplicando a lo largo de Chile.
A final de este año desde fundación Integra habremos creado más de 22 mil nuevos cupos para niños y niñas de todo el país, durante el gobierno de la Presidenta Bachelet. Esta materialización significa una gran inversión pero estamos convencidos que es la mejor inversión social que podemos hacer, demuestra el compromiso por una sociedad menos desigual, la esperanza de ser mejores y quizás el solo hecho de buscar siempre serlo nos permita sentar las bases para una mayor cohesión social.
[cita tipo=»destaque»]Sabemos que falta mucho pero estos son resultados constituyen un paso, una diferencia para miles de familias que ahora saben que sus hijos son cuidados y educados en espacios bientratantes. Las brechas persisten pero para reducirlas se requiere perseverar en mejorar nuestros pisos sociales.[/cita]
Los ejemplos son muchos, las personas, miles. En marzo, inauguramos un jardín y sala cuna ejemplar en Chiguayante. En esa comuna de esfuerzo, en un sitio que albergaba una casa abandonada que preocupaba a los vecinos, ahora existe un establecimiento construido con altos estándares de calidad, lleno de colores, con ascensor para recibir a niños con discapacidad y un equipo de educadoras y personal comprometido con la educación. Después de eso, estuvimos en las regiones de O’Higgins, Los Ríos, Coquimbo, donde en las últimas semanas, nueve establecimientos de Integra han abierto sus puertas a niños y niñas. A fin de año, serán 402 proyectos de Integra, en todo el país con 6000 nuevos puestos de trabajo.
Más allá de los números, que son importantes porque abren posibilidades donde antes no había, el aumento de cobertura en educación parvularia es una muestra concreta del compromiso gubernamental por avanzar en un país con menos desigualdad, con más oportunidades para niños y niñas que ahora tienen la posibilidad de recibir una educación.
Estamos avanzando. Hoy en Chile el 50% de los niños recibe educación antes de entrar al sistema escolar y el 30% asiste a salas cunas. Y la calidad está garantizada: En los establecimientos de Integra, el 86.3% de niños y niñas muestra un logro esperado y sobre lo esperado en el nivel de aprendizaje (PLAEP-R, Universidad Católica).
Sabemos que falta mucho pero estos son resultados constituyen un paso, una diferencia para miles de familias que ahora saben que sus hijos son cuidados y educados en espacios bientratantes. Las brechas persisten pero para reducirlas se requiere perseverar en mejorar nuestros pisos sociales. Hemos avanzado para que los niños de Chiguayante, Paillaco o el sector de Pan de Azúcar en Coquimbo, puedan asistir hoy a un espacio educativo con estándares nórdicos, en el que estarán estimulados, bien cuidados y alimentados.
El aumento de cobertura de educación parvularia también forma parte de la Reforma Educacional. Este gobierno cree que la educación es un derecho no un bien de consumo. Muchos de los niños y niñas que ahora son alumnos de los jardines y salas cunas de Integra podrán decir que le deben algo a su sociedad, que hubo un antes y un después, y eso, probablemente, los hará sentirse más ciudadanos y hará de Chile un país mejor.
