Poder anticipar o prospectar lo que ocurrirá en el futuro, tiene el beneficio de permitir adoptar ciertas medidas preventivas y también ayuda a organizar mejor las ideas de quienes hacen este ejercicio.
Hay diversas técnicas de anticipación, que se les denominan métodos de construcción de escenarios. Aquí he elegido el MACTOR o Matriz de Actores, cuyo autor es Michele Godet, para establecer los escenarios posibles en los próximas dos momentos de las elecciones presidenciales en Chile.
Este método identifica a los actores y sus fuerzas, los clasifica y jerarquiza, identifica la lucha de intereses y de objetivos de los actores, establece cuáles son los recursos orgánicos y de credibilidad social que tienen estos actores ante el electorado.
Las primarias presidenciales y los escenarios
Los recientes resultados de las primarias presidenciales del Frente Amplio y de Chile Vamos, tiene el gran mérito de agotar una etapa de lucha ciudadana y de reducir una alta incertidumbre sobre cómo evolucionarán las candidaturas presidenciales en la primera y segunda vuelta. Esto permite visualizar o distinguir cuáles serán los escenarios probables que tendremos en estas dos nuevas instancias de votación.
Lo más esencial del reciente resultado, es que la derecha mostró en esta elecciones primarias una alta capacidad de convocatoria de sus electores, lo que le asegura un protagonismo sólido en las próximas etapas y a Piñera lo ubica, como – por lejos – el primer líder de su coalición, aunque el segundo lugar ganado por Ossandón – que ha sido particularmente certero en denunciar la ecuación no resuelta entre el ex Presidente y sus negocios – no lo puede dejar muy tranquilo.
[cita tipo=»destaque»]Las personalidades fuertes y opuestas de Piñera y de Guillier, así como las dinámicas y las tensiones en la Democracia Cristiana, que debe recomponerse completamente, las luchas hegemónicas en la centro izquierda, que debe reconstruir un relato social sólido y creíble, hacen presagiar discusiones importantes y vaivenes políticos de consideración.[/cita]
El Frente Amplio logró mostrar ideas, propuestas y capacidad orgánica, situándose como una fuerza importante en el país con sello de progresismo o de izquierda favorable al desarrollo social y a la reducción del mercado. El FA, sin duda, hizo un tremendo esfuerzo como actor político, con pocos recursos y sin una experiencia orgánica importante. Se constituye en uno de los actores principales de la escena política de ahora y del futuro próximo en del país. Sin duda , será un actor protagonista en la primera vuelta. Sin embargo, su votación (327.613 votos) es cuatro veces menor que la obtenida por Chile Vamos (1.417.637 votos), lo que no lo hace un actor competitivo en segunda vuelta.
A esta debilidad del FA, hay que agregarle los temas no resueltos sobre la verdadera identidad ideológica y política y aún no se sabe con qué relato enfrentarán los próximos episodios electorales. El triunfo dentro del Frente, de Beatriz Sánchez sobre el sociólogo y académico Alberto Mayol, quien encabezó las propuestas más radicales contra el sistema capitalista y social de mercado, muestra que fue la versión “light” o moderada, la que logró posicionarse como mayoritaria.
El rumbo o la identidad ideológica de esta candidata, resultan más que poco consistente. La última postura – unos días antes de las primaria – de Beatriz Sánchez en que alegremente supone que el gobierno de Allende fue totalitario es monumentalmente impresentable tanto en Chile como en el extranjero. Y ninguna declaración de que fue un “error”, calza con tamaña confusión o desazón.
La primera vuelta de la elección presidencial
El Frente Amplio genera una situación nueva, pero no tiene recursos suficientes para alterar la hegemonía de los ejes de la Centro – Derecha y de la Nueva Mayoría, que siguen siendo centrales para los escenarios futuros, a pesar, de la reconfiguración del bloque de la Nueva Mayoría, que se expresa en dos y que históricamente fue una.
De este modo están hoy los que apoyan al senador Alejandro Guillier, que son ampliamente respaldados tanto orgánicamente, como electoralmente: PRSD, PS, PC, PPD. Y están los que apoyan a la senadora Carolina Goic, que cuenta solo con la DC.
Esta división de fuerzas de la centro izquierda, la debilita como proyecto político y como opción presidencial en estos momentos., pero este escenario todavía está en juego, por lo que no se podría asegurar que se mantenga igual hasta la segunda vuelta en diciembre.
Sin duda que el curso de las campañas presidenciales y parlamentarias terminará por reconfigurar el escenario. La DC en algún momento, en su transitar por el “camino propio”, podría sufrir una importante derrota en primera vuelta y en las elecciones de parlamentarios. Posiblemente habrá un traspaso del grupo más conservador liderado por Burgos a otra coalición y un regreso de la mayoría del partido a una Nueva Mayoría modificada, apoyando orgánica y electoralmente a Alejando Guillier.
Los principales actores políticos
En consecuencia, los cuatro actores principales, que tendrán incidencia en la primera vuelta, del punto de vista electoral, orgánico e histórico, serán: la centro-derecha con Chile Vamos liderado por Sebastián Piñera, el FA con Beatriz Sánchez y la centro –izquierda con Alejandro Guillier y Carolina Goic.
Las candidaturas de José Antonio Kast, de Andrés Velasco, Alejandro Navarro, Marco Enríquez-Ominami, son acompañamientos que no formarán parte del plato de fondo, porque no tienen capacidad orgánica suficiente, sus discursos son poco novedosos y sólo se sostienen en la voluntad de sus candidatos.
Las identidades políticas e ideológicas de estos candidatos no han logrado posicionarse con la fuerza suficiente. No aparecen, por ningún lado, como actores competitivos ni muy relevantes para la segunda vuelta presidencial. Llegarán a la primera ronda electoral con poca capacidad de negociación posterior. A excepción del Frente Amplio y de la DC, cuyas conductas serán claves para el resultado que puede obtener Guillier.
Escenario probable de segunda vuelta presidencial
Visto estos antecedentes, la fuerza de los actores, su posible evolución en el curso de la campaña electoral, sus recursos y su credibilidad social, el escenario más probable es que pasen a segunda vuelta las candidaturas de Sebastián PIÑERA y de Alejandro GUILLIER. Y contrariamente a lo que vienen señalando algunas encuestas, el triunfo definitivo de Piñera no está asegurado. Al contrario, las acusaciones de corrupción podrían afectarle mucho más en el futuro de lo que ha ocurrido hasta hoy. Tampoco hay que olvidar que en las primarias solo votaron el 13% del total de los ciudadanos chilenos.
En este escenario en formación, será fundamental mostrar las definiciones sobre qué tipo de país es el que se desea ofrecer a los electores. Esto obligará a los candidatos a hacer planteamientos sólidos sobre los respectivos programas en el plano social y económico, y en el plano constitucional, donde se presentara una dicotomía entre reforzar las actuales lógicas de la economía social de mercado que impera en Chile con Piñera o apostar por un programa de desarrollo social con Guillier.
La dinámica electoral de los próximos meses tendrá muchos episodios que impactarán a los ciudadanos, lo que deja abierto los campos para la formación de una opinión expectante e inestable. El vasto mundo de los no votantes y de los indecisos en el Chile actual, hacen presagiar un escenario muy abierto, aunque la llegada final no será muy desigual, cuenta tenida de la historia electoral del país.
Las personalidades fuertes y opuestas de Piñera y de Guillier, así como las dinámicas y las tensiones en la Democracia Cristiana, que debe recomponerse completamente, las luchas hegemónicas en la centro izquierda, que debe reconstruir un relato social sólido y creíble, hacen presagiar discusiones importantes y vaivenes políticos de consideración.
La sensibilidad creciente del electorado chileno de sus derechos sociales y la revaloración del trabajo, son el principal condimento que deben tener presente las candidaturas de Guillier y de Piñera en la búsqueda de hacer crecer su electorado.
