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El alma de las marionetas Opinión

El alma de las marionetas

Marcelo Mella
Por : Marcelo Mella Decano de Humanidades, Universidad de Santiago de Chile.
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Como ya es de conocimiento público, el Consejo Nacional de Educación [CNED] se pronunció el pasado 12 de febrero respecto de las bases curriculares de Tercero y Cuarto Medio presentadas por el Ministerio de Educación, aprobando parcialmente, dicha propuesta del Ejecutivo [Acuerdo N° 025/2018, Res. Exenta N° 47]. En esta resolución, aprobada por la unanimidad de sus miembros, el CNED señala en el número 6 letra a), que aunque “existe consenso en que las asignaturas de Filosofía y Ciencias Naturales son necesarias y aportan significativamente al desarrollo del pensamiento  crítico, lógico y científico de los estudiantes, no existe acuerdo entre los consejeros acerca de la pertinencia de que formen parte de la Formación General Común para todos los estudiantes de Tercero y Cuarto Medio”.


El destacado profesor del London School of Economics, John N. Gray señaló en su famoso ensayo “El Alma de las Marionetas”: “lo que parece ser singularmente humano no es tanto la conciencia o el libre albedrío, sino el conflicto interior, los impulsos contradictorios que nos dividen”. Son estos desacuerdos interiores los que también hacen posible que seamos conscientes de nosotros mismos, que tengamos “alma”. En el mundo actual, estos impulsos contradictorios, determinan los dilemas éticos que dividen nuestras sociedades. Conflictos que nacen del enfrentamiento de nuestras creencias en temas fundamentales como el derecho a abortar, la legitimidad de la eutanasia voluntaria, la venta de órganos, la pena de muerte, la homoparentalidad, los vientres de alquiler y la libertad de las redes sociales, entre tantos otros, hacen más difícil comprender “que piensan los que no piensan como yo” y de este modo, el significado de la tolerancia.

Como ya es de conocimiento público, el Consejo Nacional de Educación [CNED] se pronunció el pasado 12 de febrero respecto de las bases curriculares de Tercero y Cuarto Medio presentadas por el Ministerio de Educación, aprobando parcialmente, dicha propuesta del Ejecutivo [Acuerdo N° 025/2018, Res. Exenta N° 47]. En esta resolución, aprobada por la unanimidad de sus miembros, el CNED señala en el número 6 letra a), que aunque “existe consenso en que las asignaturas de Filosofía y Ciencias Naturales son necesarias y aportan significativamente al desarrollo del pensamiento  crítico, lógico y científico de los estudiantes, no existe acuerdo entre los consejeros acerca de la pertinencia de que formen parte de la Formación General Común para todos los estudiantes de Tercero y Cuarto Medio”.

Junto a estas dos asignaturas, fue observado el curso de Orientación: ”teniendo en cuenta la reducida cantidad de horas que se le asigna y la amplitud de objetivos de aprendizaje definidos para ella” [número 6, letra b)] y agregando, que en la nueva asignatura de Educación Ciudadana aprobada por el CNED, se dispondría de un espacio curricular para experiencias de aprendizaje equivalentes.

Vale decir, del total de las 35 asignaturas propuestas en las nuevas bases curriculares para Tercero y Cuarto Medio del MINEDUC, 25 asignaturas fueron aprobadas y 10 fueron observadas. De éstas, 5 corresponden a la Formación General [Orientación; Lengua y Literatura; Filosofía; Historia, Geografía y Ciencias Sociales; Ciencias Naturales] y 5 corresponden a la Formación Diferenciada Humanística Científica [Poder, Política y Sociedad; Conocimiento, Complejidad y Mundo; Sensibilidad, Experiencia y Cultura y Desarrollo y Sustentabilidad].

En la resolución del CNED se señala, de manera expresa, que de las asignaturas objetadas de la Formación Común constituyen situaciones “críticas”: Filosofía; Ciencias Naturales y Orientación. Resulta aún más impresionante que, de las 24 asignaturas propuestas para la Formación Diferenciada Humanista Científica, sean observadas cinco, encontrándose en este grupo las cuatro asignaturas de Filosofía contempladas para la Formación Humanista Científica. Como se podrá apreciar, de toda la propuesta ministerial, Filosofía es la única asignatura objetada completa por el CNED, tanto en la Formación General como en Profundización: de cuatro asignaturas presentadas en la nuevas bases, cuatro rechazadas.

Por tanto, aunque el CNED opte por difundir comunicados que oscurecen lo que está en juego en esta política, de persistir estos criterios, la Filosofía podría no tener cabida en los dos últimos años de la educación secundaria chilena. En este punto, la declaración del CNED difundida el 22 de febrero en la que declara que ellos no tienen la facultad legal para “eliminar” esta asignatura pone un océano entro los dichos  y los hechos concretos.

Probablemente, uno de los puntos donde esta diferencia entre dichos y hechos aparece con mayor fuerza, es en el sentido y alcance de la afirmación del CNED respecto de la Filosofía como asignatura “necesaria”, mientras “observa” la totalidad de las asignaturas de Filosofía. Ya que el acuerdo N° 25 no lo explica ¿En qué sentido y en que lugar del currículum de Tercero y Cuarto Medio la asignatura de Filosofía sería “necesaria” según el CNED? Una mayor fundamentación y detalle al respecto se encuentra en el oficio N° 713 de noviembre de 2017 en el cual el CNED comunicó al MINEDUC su rechazo del proyecto de nuevas Bases Curriculares. En este oficio, el Consejo sostiene que “no existe evidencia suficiente que permita al CNED concluir que el plan de Formación General propuesto por el MINEDUC fortalezca la formación de las modalidades Técnico Profesional y Artística” [Of. N° 713, Numeral 4, letra a), noviembre de 2017, CNED]. Bajo este argumento, el CNED incluso propone una alternativa de “Formación General específica” (sic) para cada una de las modalidades educativas [Técnico Profesional, Artístico y Humanista-Científico], lo que obviamente plantea interrogantes sobre la congruencia de estos pronunciamientos y el principio de equidad establecido por diferentes cuerpos normativos como la Ley N° 20.845 (De inclusión escolar) y la Ley N° 20.370 (Ley General de Educación), entre otros.

Pero además, en la lógica contenida en los dos pronunciamientos citados, (Acuerdo N° 25/2018 y Oficio N° 713 de 2017 del CNED) a nuestro juicio subyace una concepción binaria y dicotómica entre las modalidades Humanista-Científico y Técnico Profesional, tal como si se tratara de dos modelos incompatibles, en un mundo que, al ser cada día más tecnológico, requiere ser también un mundo más humano y reflexivo, con ciudadanos capaces de pensar con autonomía aquellas preguntas fundamentales que les confieren libertad y responsabilidad como actores de un entorno complejo, cambiante y en ciertas dimensiones, también riesgoso.

En este sentido, cabe preguntarse ¿Cómo entienden los Consejeros del CNED la Formación General de los estudiantes? ¿Cómo base cultural mínima que hace posible proyectar un “nosotros” que trascienda el interés individual? o ¿cómo fortalecimiento de la formación diferenciada en cada una de las modalidades educativas? Si la alternativa del Consejo fuera la segunda, ¿No existe acaso suficiente evidencia de que no resulta buen negocio emular el modelo estadounidense, donde el interés individual y la reproducción del orden social prevalecen largamente, sobre una educación secundaria orientada al interés público, la autonomía y la libertad de pensamiento de los jóvenes? En España, después del relegamiento de la Filosofía que impulsó el gobierno de Mariano Rajoy con la LOMCE hace algunos años, el Partido Popular reconoce en la actualidad el error político y se muestra convencido de la necesidad de dar marcha atrás en el mal camino recorrido; esto, después que nueve autonomías (Cataluña, Andalucía, Asturias, Extremadura, Aragón, Cantabria, Baleares, La Rioja y Murcia) blindaran a esta disciplina de la pérdida de protagonismo en la educación secundaria.

Resulta indudable que la cuestión de fondo y lo que se juega en esta coyuntura, es si acaso tiene cabida la Filosofía en el nuevo currículum de Tercero y Cuarto Medio. Esto, bajo el supuesto de que en democracia -y quizás también fuera de ella-, la política pública establece soluciones contingentes, transitorias y reversibles, frente a conflictos y demandas sociales.

El Comunicado del CNED difundido el 22 de febrero le da cierta opacidad a una situación que buena parte de la opinión pública considera cristalina. Aunque el reglamento del CNED establece que frente a estas propuestas referidas al currículum escolar se puede pronunciar “aprobando” o, en su defecto, “observando”, ha sido el propio Consejo quien ha precisado al MINEDUC que los aspectos del proyecto de Nuevas Bases impulsado por el actual gobierno, no sancionados favorablemente, carecen de validez y no pueden generar efecto alguno. (Oficio 94, 2018) En consecuencia, el CNED podría tener capacidad de veto respecto de aquellas políticas que deben ser sometidas a su consideración, de acuerdo a la Ley, por parte del Poder Ejecutivo, por ejemplo, la aprobación de las bases curriculares de cada uno de los niveles educativos de nuestro País. Lo que por cierto, no significa que todos los aportes, comentarios y observaciones del CNED a las políticas impulsadas por el MINEDUC constituyan necesariamente un veto. Esto ocurre, respecto de las agencias autónomas de carácter técnico, solo cuando aquellas en el ejercicio de una capacidad establecida por Ley, la ejercen para detener total o parcialmente y de manera unilateral una pieza de legislación o una política pública.

Los escenarios futuros para la aprobación de esta política de actualización del currículum de Tercero y Cuarto Medio son complejos. Primero, el MINEDUC debe responder a las observaciones del CNED en los 30 días siguientes a contar del pasado 9 de febrero, vale decir, la fecha fatal para responder sería el 9 de marzo, dos días antes que culmine el gobierno de la presidenta Bachelet. Por su parte, el CNED tras recibir la respuesta del MINEDUC, tiene un plazo de 45 días para pronunciarse, lapso que expiraría el 21 de abril, bajo pleno ejercicio del gobierno del presidente Piñera.

En esta coyuntura, lo que se encuentra en juego más allá de los dichos, es la presencia de Filosofía en la educación secundaria, el tipo de Formación General común -independiente de la trayectoria formativa de cada joven en particular- y el valor de una educación integral para los jóvenes en nuestro País. El mundo que viene, buscará definiciones públicas sobre asuntos de alta connotación ética que no pueden ser zanjados exclusivamente por el juego de climas de opinión circunstanciales.

John N. Gray ha manifestado: “…ningún otro animal (…) se pasa la vida temiendo la muerte, mientras está dispuesto a morir para preservar una imagen de sí mismo”. Ciertamente, a la Filosofía le corresponde como tarea crucial enunciar preguntas que dan sentido a estas contradicciones y paradojas que nos resultan tan propias, posibilitando la experiencia de la libertad y la responsabilidad humana. Esto es, la experiencia de ser conscientes de nuestros propios actos y de este modo -como diría Gray- ser libres, trascendiendo nuestras creencias o impulsos. A los tomadores de decisiones les corresponde definir el lugar de la Filosofía en el currículum secundario, incorporando las opiniones de los actores involucrados y considerando que comportamientos tan valiosos como la cooperación, la tolerancia y la capacidad de entender “que piensan los que no piensan como yo”, no se originan espontáneamente.

Mientras tanto y en cualquier evento, la Filosofía no debe ser amenazada.

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