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La previa de las elecciones de rector en la Usach Opinión

La previa de las elecciones de rector en la Usach

Héctor Vera Vera
Por : Héctor Vera Vera Periodista. Dr en Comunicación Social Director Escuela de Periodismo, Universidad de Santiago de Chile.
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El 2018 es un año clave en la renovación de los rectores de las universidades chilenas y en el rumbo que tomarán ante el segundo gobierno de Sebastián Piñera. En julio de este año corresponde elegir al nuevo Rector de la Universidad de Santiago de Chile, Usach, por el período 2018-2022.

Esta elección, viene con un nuevo desafío para la comunidad de la Usach: hacer la elección con las reglas del pasado dictatorial limitado a cerca de 600 votantes o integrar las nuevas disposiciones que contempla la nueva ley de Universidades del Estado, que implicaría que sean varios miles de personas de diferentes estamentos los que participen.

Hay académicos de larga trayectoria, que están interesados en postular a la rectoría. Dos de ellos han sido candidatos anteriormente. Es el caso de los ex decanos de la Facultad de Ciencias Dr. Rafael Labarca que llegó segundo en la elección pasada y el Dr. Samuel Navarro, que fue bajado administrativamente de la pasada elección pero que hoy cuenta con la aprobación expresa de la Contraloría General de la República para postular.

El actual rector, Dr. Juan Manuel Zolezzi, que lleva tres períodos seguidos como autoridad máxima de la Usach, completando 12 años en el cargo, ha mostrado muy claramente que desea seguir en el puesto. Entre sus principales competidores y, de acuerdo a transcendidos, porque la campaña no está aún autorizada, hay dos catedráticos que no lo han hecho anteriormente y que tienen una amplia trayectoria en la Universidad de Santiago de Chile.

Uno de ellos es el arquitecto Rodrigo Vidal, que en el primer período de Zolezzi, fue su Vicerrector Académico, dejando una buena imagen de su desempeño y que, de alguna manera, es un rostro renovado para generar una conducción que necesita incorporar nuevas personas e ideas al desarrollo de la Universidad.

Otro candidato es Marcelo Mella Polanco, que recientemente (2017) ganó la elección con una alta votación que lo confirmó como Decano de la Facultad de Humanidades y que representa una mirada de innovación en el plano de las estructuras de participación democrática como en la estrategia nacional de desarrollo para la Universidad.

Ambos candidatos son académicos jóvenes y representan una esperanza de renovación de liderazgos, sin producir traumas o cambios radicales.

Un aspecto importante a considerar en la elección que se viene, es que acaba de ser aprobada en enero del 2018 en el Congreso Nacional, la nueva ley marco que regula la estructura organizativa de las universidades estatales, cuyo primer trámite empezó en octubre de 1993. Esta ley de universidades del Estado, N° 11.329, permite, entre otras disposiciones, una participación ponderada en las elecciones de Rector y en los organismos colegiados, de los estudiantes, de los profesores y de los administrativos.

Igualmente permite que solo una sola vez el rector se repostule al cargo y de esta manera, la ley expresamente prohíbe el apernamiento en el poder al que tienden las autoridades unipersonales de las Universidades chilenas y que terminan dañando su desarrollo.

Hasta la fecha han votado en las elecciones de Rector en la USACH, solo los integrantes del Cuerpo Académico Regular, que en la actualidad son alrededor de 700 académicos, es decir, votan solo los que han ingresado por concursos nacionales a jornadas completas o medias jornadas.

Esta reglamentación es una herencia directa de la dictadura de Pinochet la que no ha sido cambiada hasta hoy. Los profesores, los estudiantes y los administrativos han estado totalmente excluidos de los procesos de elección de autoridades unipersonales, aunque sí participan en los organismos colegiados como Consejos de Departamentos y Escuelas, Consejos de Facultades y Consejo Académico.

[cita tipo=»destaque»]Ya existe un consenso comunitario básico de cómo constituir y elegir a las autoridades unipersonales y colegiadas en la Universidad de Santiago de Chile. Se podría comenzar por implementar estos acuerdos ya formalizados y hacer la actual elección de rector con estas nuevas reglas y convocar, en el plazo de los tres años contemplados por la nueva ley a un nuevo Referendum o a un Claustro que actualice los consensos internos.[/cita]

El escenario electoral en la Usach este año, será muy distinto a los actos anteriores, si el proceso electoral de julio del presente año, se verifica incluyendo las nuevas reglas contempladas en la ley marco o se hace con las disposiciones antiguas. Los que le disputan la conducción al rector Zolezzi, están por aplicar las nuevas disposiciones inmediatamente porque le da más representatividad y estabilidad al cargo y porque amplia el padrón electoral sensiblemente.

Está por verse cuál será la disposición del actual rector y cuál será la conducta de las organizaciones estamentales para garantizar la participación democrática que reclama una Usach, prisionera de una orgánica prolongadamente autoritaria.

Es pertinente recordar que el Referendum realizado en la Usach el 2008, resolvió establecer los mecanismos de participación triestamental. En esta instancia, se aprobaron unos estatutos de participación muy similares a lo que hoy promueve la nueva ley marco de Universidades del Estado . Los acuerdos y resoluciones del Referendum, fueron luego formalizados por una Comisión Triestamental del Consejo Académico en diciembre del 2013.

El 26 de junio del 2015, la Feusach, después de un largo paro estudiantil, produjo un documento con un petitorio de 26 páginas, identificando debilidades en la probidad, en la transparencia, en el equipamiento e infraestructura. En lo medular, los estudiantes argumentaron y pidieron más democracia interna, recordando la herencia dictatorial vigente. El 1 de julio del 2015, el Rector Zolezzi, responde el petitorio estudiantil y acepta el principio de la participación triestamental de los organismos colegiados con la fórmula de distribución siguiente: un 65% de académicos, 25% de estudiantes y 10% de administrativos.

Sin embargo, estimó que no estaban las condiciones para aplicar la fórmula consensuada comunitariamente de manera inmediata. El argumento del Rector Zolezzi para no aceptar aplicar, en su gobierno, esta demanda de participación y de elección democrática, fue que la ley general de las universidades estatales no lo contemplaba y que sería ilegal aplicar lo resuelto por el Referendum. La Universidad de Chile logró – por su parte- en el mismo período, una ley especial para modificar sus estructuras internas, creó un Senado Académico, mientras la Usach siguió con las mismas estructuras y con las leyes heredadas de la dictadura.

Hoy este argumento de inaplicabilidad de los acuerdos internos ya no existe porque la nueva ley expresamente desea que las universidades estatales fijen sus propias estructuras de organización y establece tres años para que esto ocurra.

¿Qué podría impedir, entonces, que las nuevas elecciones de Rector en la Usach, se hagan con un amplio universo de la comunidad universitaria, conforme a la nueva ley marco y en concordancia con el propio Referendum Universitario (2008 y 2013) y de acuerdo a las sostenidas demandas de los estudiantes organizados en la Feusach, en la Asociación de Académicos y en la Asociación de Administrativos y de Profesionales?

Ya existe un consenso comunitario básico de cómo constituir y elegir a las autoridades unipersonales y colegiadas en la Universidad de Santiago de Chile. Se podría comenzar por implementar estos acuerdos ya formalizados y hacer la actual elección de rector con estas nuevas reglas y convocar, en el plazo de los tres años contemplados por la nueva ley a un nuevo Referendum o a un Claustro que actualice los consensos internos.

En otros términos, lo que está en juego en la previa de estas actuales elecciones de rector en la Usach, no es nada más ni nada menos, que la votación se de en el espíritu y en la forma de lo que está vigente en la ley de la dictadura de Pinochet o en el espíritu y en la forma de lo que dispone la nueva ley de Universidades Estatales y de la propia voluntad ya formalizada de la comunidad universitaria.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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