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No más océanos de plástico Opinión

No más océanos de plástico

Nora Kúsulas
Por : Nora Kúsulas Directora de Educación de Kyklos
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Durante el último tiempo, han salido diversas noticias que dan cuenta de la realidad de nuestros océanos. Titulares como: “Cachalote muere por tener 29 kilos de plástico en el estómago”, “Las bolsas plásticas causan más de 100.000 muertes de tortugas marinas cada año cuando estos animales las confunden por comida” o “Una crisis planetaria: las terribles consecuencias de la “plaga de plástico” en los océanos del mundo”, son solo un ejemplo de lo que ocurre.

Según estudios realizados por la Fundación MacArthur, el 2050 habrá más plásticos que peces en el mar. Cifra desalentadora que nos pone en jaque ¿Qué podemos hacer para revertir esta situación?

Está claro que la solución más efectiva para enfrentar esta realidad es educando para sensibilizar respecto al tema. Para esto, es fundamental abrir espacios de debate para mostrar y reflexionar sobre lo que estamos ocasionando y de esta forma hacernos cargo y tomar conciencia al respecto.

Es cierto, que durante el último tiempo se han llevado a cabo varias iniciativas para disminuir la generación de residuos, pero lo que ya hemos generado y acumulado sigue siendo un grave problema para el crecimiento sostenible. En Chile, existen importantes avances en relación a este tema, como la prohibición de bolsas plásticas en el comercio en zonas costeras, limitar la cantidad de bolsas en supermercados y empresas que debido a la Ley Rep han debido hacerse cargo del impacto que genera su producción. Eso sí, aún queda mucho por hacer.

No podemos desconocer que la educación comienza en casa. Por eso, es esencial comenzar a aprovechar el tiempo en familia para observar documentales, generar debate y exponer diversas problemáticas ambientales para lograr generar acciones que reviertan su impacto.

[cita tipo=»destaque»]Trabajar desde lo cotidiano para acercar el tema a la ciudadanía, a través de levantamiento de datos que pueden ser usados como herramientas y problemas al interior de la sala de clases, para buscar una solución, hacerse parte y tomar el cuidado medio ambiental como una bandera de lucha educativa que, si bien ahora está de moda, vino para quedarse y somos nosotros, los educadores que desde dentro y fuera de la sala de clases, debemos hacer la diferencia, educando y mostrando a los estudiantes la realidad que existe a pocos kilómetros de sus casas.[/cita]

Por otra parte, también hay que aprovechar -de la mejor manera posible- la cantidad de horas que pasan los estudiantes en los establecimientos educacionales, para trabajar estas temáticas en las salas de clases a través de mesas de diálogo, debates, conversatorios o para desarrollar investigaciones.

Trabajar desde lo cotidiano para acercar el tema a la ciudadanía, a través de levantamiento de datos que pueden ser usados como herramientas y problemas al interior de la sala de clases, para buscar una solución, hacerse parte y tomar el cuidado medio ambiental como una bandera de lucha educativa que, si bien ahora está de moda, vino para quedarse y somos nosotros, los educadores que desde dentro y fuera de la sala de clases, debemos hacer la diferencia, educando y mostrando a los estudiantes la realidad que existe a pocos kilómetros de sus casas.

Ya no hay tiempo para perder, debemos todos tomar esta bandera de lucha y comenzar a actuar y hacernos cargo de esta realidad, pues si seguimos por este camino pronto podríamos estar hablando de “continentes de plástico”.

 

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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