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El centro de la izquierda

Por: Flavio Quezada


Sr. Director:

El presidente del Partido Socialista de Chile, luego de la conferencia nacional de programa y organización, manifestó que el partido se sitúa en “el centro de la izquierda” y que, desde dicha posición, promueve la unidad amplia del progresismo sin exclusiones. Considerando el contexto en el cual se desarrolla la coyuntura política chilena, creo que la afirmación respecto al lugar del socialismo chileno en el espectro político resulta precisa y oportuna.

En efecto, es precisa, toda vez que afirma, a la vez, dos ideas potentes y correctas: primero, el socialismo chileno es una organización política que se ubica en la izquierda, es decir, que apuesta a ir implementando transformaciones sociales profundas para alcanzar un horizonte en el cual la emancipación del ser humano sea posible y que, en esta aspiración, las diversas coyunturas requerirán estrategias ad-hoc que justificarán distintas alianzas partidarias y/o sociales. Segundo, también reconoce que dicho proyecto político lo comparte con otras organizaciones, como el centenario Partido Comunista de Chile y otras fuerzas políticas más recientes. La izquierda chilena ha sido históricamente diversa, lo cual siempre ha complejizado emprender una acción conjunta. Por cierto, el primer paso para un entendimiento es reconocer la diversidad, sin imponer visiones o intentar hegemonizar todo el espacio. Es obvio que ninguna organización que se reconozca de izquierda aceptará sumarse a un esfuerzo colectivo cuya convocatoria comience desconociendo su propia identidad política.

A la vez, la afirmación resulta oportuna porque ante la dura derrota de las fuerzas democratizadoras en las pasadas elecciones y el complejo ordenamiento de la oposición, sitúa al Partido en la posición que desde el 11 de marzo ha intentado ocupar: el sitio estratégico desde el cual articular una unidad de la izquierda que permita, a su vez, un nuevo entendimiento  más amplio para reemprender una agenda de reformas democratizadoras, como la defensa de los avances del gobierno anterior en ese sentido. De este modo, también se evidencia que se pretende impulsar ese proceso de entendimiento, para lo cual se ocupa el centro, esta vez, no en términos lineales, sino concéntricos: el socialismo chileno ha decidido situarse en el lugar de la convergencia y, desde ahí, convocar a quienes deseen sumarse al desafío de seguir democratizando Chile.

En suma, pocas veces una frase es capaz de decir tanto de forma tan concisa.

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