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Liceo Experimental Manuel de Salas y Ley de Inclusión

Por: Pablo Corro Penjean


Señor Director:

Propongo un caso familiar como reflejo de la incoherencia de nuestras instituciones. Me refiero a un asunto del plano educacional. Con nuestros tres hijos llevamos quince años en la comunidad educativa del Liceo Experimental Manuel de Salas de Ñuñoa. No obstante, acaba de ser cancelada la matrícula 2019 a nuestro hijo en primero medio. Junto con su separación, están la de tres compañeros más de nivel. Todos protagonizaron a comienzo de año un incidente reglamentario por fumar marihuana en un baño. No fueron expulsados y no salieron del colegio esposados como en otros colegios. El colegio se comprometió a hacer un acompañamiento de los estudiantes para “apoyarlos” pero, en vez de un diálogo educativo les mantuvo durante todo el año una sanción pendiente en la forma de una condicionalidad que devino separación. El Liceo Experimental Manuel de Salas, que en este punto tan clave en la tensión escolar presente no tiene política, medidas especializadas, no experimenta, no ofrece a estos jóvenes ayudas específicas y complementarias a los de nosotros los padres.

Más o menos veinte días antes del término del año, momento inviable para la búsqueda de colegios, un consejo académico general definió la suerte escolar de nuestro hijo, como un acto democrático, propio de la retórica del Manuel de Salas, pero conclusión de una serie de vulneraciones de los derechos de estos estudiantes. Me enfocaré en las infracciones contra los derechos de nuestro hijo. Hace más de 5 años venimos documentando con informes de especialistas, neurólogos, siquiatras, sicólogos, sicopedagogos y con mediciones específicas (CEDETI -UC) su déficit atencional con hiperactividad y sus trastornos del aprendizaje sobre todo en el ámbito matemático. Desde hace dos años, nuestro hijo ha padecido además trastornos del ánimo que también hemos informado en el colegio. El Liceo Experimental Manuel de Salas, quien adolece hace más de una década de un equipo de sicología y sicopedagogía regular y articulado, nunca logró informarse que el diagnóstico, que reconoce la Ley de Inclusión, la Ley Antidiscriminación (Ley Zamudio) y la Superintendencia de Educación, compromete la conducta. Mientras la unidad sicológica no orientaba sobre el caso de nuestro hijo al área de convivencia escolar, unidad más disciplinar que mediadora, y ésta lo vigilaba de un modo irritante, los equipos directivos y académicos tampoco ofrecieron en las diversas asignaturas alternativas de aprendizaje. El Liceo se tornó francamente hostil a nuestro hijo. Ese vuelco no es ni su fracaso ni el nuestro como padres. Así como el Liceo Experimental Manuel de Salas no quiere hacer nada serio por el consumo de alcohol y drogas entre los estudiantes, tampoco quiere hacer nada sobre la Ley de Inclusión en aspectos como el de nuestro hijo, estudiante con déficit atencional e hiperactividad, perfil muy difundido en los colegios, en los liceos. El Liceo vive una crisis de conciencia, una inercia operativa con ideales vacíos y sin proyecto operativo. En los 2 años de progresivos desajustes del Liceo con nuestro hijo, una estudiante en un taller de circo sufre un accidente gravísimo y recién, como un hecho reactivo, aparecen en la infraestructura las rampas para sillas de ruedas; a mitad de este año, bajo acusaciones de abuso sexual y de poder sale el Director. Los profesores llaman a esa separación “licencia”, hasta que hace poco renunció sin explicaciones oficiales transparentes. La baja visibilidad de estos hechos tiene que ver con el poder del estamento docente en el Liceo que detenta el privilegio de autodeterminar sus autoridades por votación directa y que por lo mismo se blinda con silencio. Ese mismo estamento en estos días debe elegir una nueva plana directiva y quizá por eso se sobreactúa últimamente.

Somos una familia, que en pleno diciembre debemos salir a buscar colegio para nuestros hijos a quienes les acaban de ser vulnerados sus derechos a la educación por las actuales autoridades escolares del Liceo Experimental Manuel de Salas dependiente de la Universidad de Chile. Nos preguntamos cuántas más familias hay en esta situación y cuántos más niños y jóvenes se pueden quedar sin educación el próximo año por vulneraciones a sus derechos humanos fundamentales.

Pablo Corro Penjean
Apoderado Liceo Experimental Manuel de Salas 1° Medio B y 5° Básico C
Periodista, Doctor en Filosofía, Académico

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