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La importancia de la filosofía en la educación básica

Por: Raimundo Ormeño, 6to B, John Dewey College


Señor Director:

En la actualidad, la gran mayoría de los colegios chilenos no cuenta con la asignatura de filosofía. ¿Por qué será que la filosofía es tan infravalorada? ¿Será acaso que la gente no cree necesario aprender a discutir, a cuestionar(se), a conocerse y escuchar y respetar ideas? Puede que sea así y puede también que esto se deba, paradójicamente, a la misma falta de filosofía. Necesitamos romper este círculo vicioso de indiferencia.

Personalmente, no considero correcto que la filosofía deba ser una asignatura optativa ni que siquiera sea apenas una posibilidad en algunos establecimientos, pues la capacidad de razonar, argumentar y cuestionar debería estar presente en todas las personas desde la edad más temprana. Para mí la filosofía, más que una opción, es un derecho y una necesidad.

¿Qué será de la sociedad chilena dentro de algunos años si la mayoría de las personas jamás aprendió a cuestionar las ideas populares? A este país le hacen falta personas capaces de reflexionar acerca de las ideas antes de aceptarlas, personas que respalden sus posiciones con argumentos razonables y que sepan escuchar con auténtica atención y respeto las posiciones ajenas, además de dar también sus propias opiniones sin temor.

Si la filosofía se convirtiera en una asignatura obligatoria para todos los colegios desde la educación básica, y entonces niñas y niños desarrollaran sus propias posturas frente a las grandes problemáticas del mundo, conociendo la manera de expresar y argumentar sus teorías, además de aprender que cuestionar otra idea –siempre en el marco del respeto– no es una falta, y adquirieran así la capacidad de dar a conocer sus opiniones y de escuchar otras, de seguro el Chile del mañana será un mejor lugar para todas y todos. La filosofía es, desde esta perspectiva, una potencial manera para mejorar como sociedad.

No podemos dejar que la situación continúe como está. No podemos continuar con la creencia de que sólo son válidas nuestras propias ideas ni de que estas no pueden cambiar. Tampoco que las ideas distintas son absurdas o que no nos pueden beneficiar. Es importante que aprendamos a cuestionarnos a nosotros y nosotras mismas, a respetar y escuchar ideas ajenas. Y este tipo de tolerancia crítica la podemos adquirir mediante la filosofía.

Abramos los ojos, mejoremos como comunidad, seamos la mejor versión de Chile.

Raimundo Ormeño6to B,

John Dewey College

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